Sociopolítica

“El cooperativismo del siglo XXI transformará moralmente a los hombres”

Enfoques cooperativos Por José Yorg, el cooperario.

Recibimos cotidianamente noticias de la madre patria la España y del continente que la alberga sobre la que me aludió Raúl Tristán, director de El Librepensador, como la “maltrecha Europa”. Y en verdad es así en razón a los temblores financieros y económicos que sumen a millones de personas de carne y hueso a vivir indecorosamente. ¡

 
Se aplica, incomprensiblemente, formulas financieras y económicas que salvan bancos del derrumbe y no a personas!
 
Pero lo más terrible de todo es que son inútiles esos “salvatajes financieros-económicos” porque la voracidad bancaria no tiene sostén, no tiene moral y no la posee porque su esencia es la inmoralidad y la indecencia.
 
Todo indicaría que estamos en presencia de una escisión incontrolable entre instituciones políticas y el pueblo, dado que los gobiernos defienden abiertamente intereses que dañan y laceran a las personas, a aquellas que quizás no hace mucho tiempo emitieron su voto en sufragios esperanzadores hacia ellos.
 
¿Qué es lo que se pretende con tales medidas políticas antisociales? Quizás el diablo sea el único en condiciones de contestarnos.
 
Si queremos salvar al hombre de carne y hueso como especie al borde de la extinción por destrucción de la naturaleza.
 
Si queremos salvar al mundo como habitad de la especie humana y las demás especies que pudieran salvarse.
 
Si queremos recuperar la condición humana y desde allí construir sociedades basadas en la moral y la espiritualidad humana.
 
Si realmente nos queremos como especie deberemos realizar una obra inmensa a través de un esfuerzo formidable para la justa resolución de la decadencia moral que campea.
 
Deberemos encaminar nuestras justas y morales energías a construir un mundo cooperativo.
 
Esas energías sociales ya bullen, ya suenan, ya dan su anuncio evangélico en las calles y en las plazas, y también en las rutas.
 
El absurdo de salvar bancos y no a personas de carne y hueso ya no resiste el más débil análisis, se derrumba por si mismo.
 
Y allí, radiante y juvenil, vigoroso cual Hércules, se presenta en plena construcción el cooperativismo del siglo XXI.
 
El cooperativismo del siglo XXI pese a su incipiente construcción posee, sin embargo, los atributos inexcusables para dotar al hombre de la moral para su imprescindible transformación reivindicativa.
 
Los valores y principios cooperarios son la fuente de esa nueva moral que nutrirá el tejido social de la “maltrecha Europa”, y del mundo.
 
Todos esos valores y principios provienen de una sola formula eficaz: esfuerzo propio y ayuda mutua.
 
América Latina, este doliente continente, es la cuna del nacimiento del cooperativismo del siglo XXI, demostrando así que es continente de esperanza cierta.
 
Claro que sí, que dudas cabe, el cooperativismo del siglo XXI transformará moralmente a los hombres, así sea.
 
¡En la fraternidad, un abrazo cooperativo!
 

Sobre el autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.