Economía

PIB: El fin justifica los medios

El ascenso al poder del liberalismo económico tras la caída del muro de Berlín supuso la adoración suprema del Becerro de Oro, la preponderancia del materialismo absoluto por encima de todo y con ello la instauración definitiva del Producto Interior Bruto (PIB) como medida de todas las cosas, una variable macroeconómica que serviría y sirve para diferenciar entre los países que funcionan y los que no.

Sin embargo, el PIB es una variable macroeconómica perniciosa si se utiliza como único medidor de la sostenibilidad de un país. Por definición económica el PIB refleja la producción total de bienes y servicios de un país y se da por bueno en todos los círculos de importancia que a mayor PIB mayor riqueza y a menor PIB mayor pobreza, independientemente de otros parámetros.

Es evidente que cuanto más se produce en un país más rico será ese país, pero ¿qué parte de sus ciudadanos? ¿Todos? ¿Unos pocos? ¿Qué les sucede a los que no participan de la fiesta? Qatar es uno de los países con mayor PIB del mundo, ¿es por ello más rico que otros? Sí, en posesiones materiales, en capacidad para comprar el mundo si le interesa, pero ¿qué les sucede a sus ciudadanos? ¿Cómo tratan socialmente y económicamente hablando a los inmigrantes que llegan para ganarse el pan?

Por ello, no podemos utilizar el PIB como única herramienta para medir la riqueza de un país, porque ésta depende de otros muchos factores más allá de lo que se puede producir o no. La cohesión social debería de ponderar los datos del PIB, las coberturas sociales deberían de ponderar el PIB, variables de contaminación deberían de ponderar el PIB, porque si no lo hacemos estamos volviendo a caer en el mismo error, en el error de la paradoja del agua y los diamantes, si se me permite la extrapolación conscientemente equivocada, el querer producir más deja a mucha gente atrás y con ello tendremos la capacidad de comprar más cosas pero no somos más ricos.

El fin no justifica los medios, nunca lo ha hecho, y menos si a través de esos medios provocamos el desarraigo y la ruptura social. La brutal crisis que estamos padeciendo debería de ayudarnos a encontrar un nuevo paradigma social y económico más justo con la humanidad y con los recursos que nos fueron otorgados, pero mucho me temo que en lugar de ello volverá a triunfar el axioma tramposo del tanto tienes tanto vales.

Sobre el autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.