Karma

Reflexiones de un ex toxicómano

Reflexiones de un ex toxicómano: DROGAS.

Es tanta la información que mandamos y que barajamos que, no sé hasta qué punto, soluciona algo.

Nosotros, los ex toxicómanos, venimos de un mundo muy cerrado, y al decir cerrado me refiero a que nos aislamos totalmente del mundo exterior, por una causa u otra. Sólo vivimos pensando en la siguiente dosis; si la tienes, ponértela y si no, conseguirla, no importa el modo ni la manera, el caso es disponer de droga para, psicológicamente, estar tranquilos.

Yo quiero decir lo que en mi caso y en el de muchos se siente en esa vida. Particularmente, lo que me decían no lo escuchaba, o simplemente pasaba de todo tipo de información o ayuda. Es tal la cerrazón, que no ves mas allá de tus narices.

Está bien el informar, pues la gente tiene que conocer y valorar, porque no hay nada peor que el desconocer. A su vez,  la información es un arma de doble filo, porque dependiendo de la persona te puede llevar a experimentar eso que te cuentan, porque el ser humano tiene ese punto de transgresión y no lo puede evitar.

Es un mundo sórdido donde se vive al límite, sea de la condición social que seas.

Es una angustia, pero eso lo decimos ahora que estamos fuera de todo ello, porque en los momentos de mayor adicción es muy difícil razonar, y eso lo sabemos todos los que venimos de este mundo

Entiendo que los que nos rodean se angustien y cansen, porque señores, no es fácil tratar con nosotros cuando estamos inmersos en nuestra adicción, hay que ser muy fuerte psicológicamente para aguantar la presión a la que sometemos a todos los que nos rodean, es duro, muy duro y me repito, nada fácil, porque quien nos quiere ayudar se desespera y no entiende cómo podemos estar en ese estado y cómo podemos vivir sólo para la droga.

Es lógico, y hay que entenderlo, intentar todo lo intentable:  cariño, abandono, dureza…, pero a nosotros, seamos sinceros, nos da igual, victimizamos y manipulamos, no nos engañemos. En nuestro estado, todo lo bueno de nuestra personalidad se pierde en la droga.

Ayudar, difícil, muy difícil; comprender, se puede y se debe, pero hay que ser inflexibles, pues si vemos algo por donde manipular, no me preguntéis cómo, a eso nos agarramos y vuelta a empezar.

Leo muchos artículos, algunos comprensibles, otros que escriben expertos en el tema, incomprensibles y confusos. Hay que hablar claro sobre el tema, no liar las cosas con un exceso de información, que lo que hace muchas veces es confundir: hay que prevenir… y yo no estoy de acuerdo con lo de prevenir, pienso que es mejor decir, informar y avisar, y estar atentos por si vemos que alguien pueda estar tomando el camino equivocado.

“Prevenir”, cuando sólo depende de nosotros, a mí se me antoja una palabra que no me cuadra, bueno es mi humilde opinión.

Están muy bien todos estos grupos creados en Internet,  pero ¿realmente escriben adictos o sólo los utilizan personas que desconocen el problema, y donde muchos descansan sus conciencias apuntándose a una buena causa? No sé, simplemente estoy escribiendo sobre este tema, yo un ex adicto que piensa que las personas rehabilitadas con el apoyo de profesionales, y que deseen implicarse, son los que realmente pueden ayudar al que desee salir de ese mundo. Nuestra experiencia es algo que hay que estudiar, nuestras opiniones son las que crean terapias y formas de ayudar a otros, sea cual sea el camino que se tome para salir de esto.

Opinamos, no digo que no podamos opinar, siempre que sea buena la intención, pero en el día a día, el tema se trata con mucha frivolidad, no sé, a mí particularmente, me aturde esto.

Bueno continuando con mi escrito, veo como algunos me llaman presa de sus angustias, barajando la idea del consumo, otros no pueden salir de sus casas porque están inseguros de recaer, y tienen que luchar con ello, ¿jodido verdad?, pues todo esto es así de cruel y duro.

Frivolizamos con la droga, unas veces ensalzando a los que ganan dinero con ella, otras veces lamentándonos de que exista, otras desearíamos que los que trafican mueran por ellos, no sé, leo y oigo tantas cosas que me parece una confusión muy grande. Es duro y crudo caer en ellas y es duro y crudo salir de ellas, y sin apoyo muchísimo mas. Están ahí y dudo de que desaparezcan, y en mi opinión: Hay que educar para concienciar a las futuras generaciones, que son nuestro futuro.

Todos sabemos o conocemos de alguien que está metido en ellas, pero ¿cuántos movemos un dedo por ellos? ¡Qué fácil es ver esto en los demás! Pero cuando te toca a ti o toca en tu familia, ¡cómo cambia la manera de pensar! y entonces nos entran las prisas y las críticas al sistema y a todo, sentimos esa impotencia de no poder hacer más… y yo digo, antes de todo esto ¿dónde estaban esas manos que ahora buscamos? Como siempre en la vida, tenemos que pasar por algo para entenderlo, esa es la triste realidad del ser humano.

Sé que este escrito mio se alarga, como se alargó mi adicción, pero la necesidad de expresar es muy grande. Un día se pierde todo, y cuando digo todo es todo: vergüenza, autoestima… todo, y sólo se piensa en la droga, y entonces empieza ese infierno de la adicción que sólo los que lo hemos pasado sabemos y comprendemos… y se nos seca la lengua en explicar para que llegue a otros, pero me temo que todo es frustrante pues es una experiencia que sólo cuando se vive y se sale se entiende, es triste pero es así…

Tanto dato, tanta estadística, tanto estudio científico, cuando a mi parecer es algo que está ligado a la conducta del ser humano que quiere saber y experimentar.

¡Qué complicados somos los seres humanos, en que líos nos metemos a veces! Ni nos comprendemos a nosotros mismos. Vivimos a expensas de ver y querer lo que suponemos que a los demás les agrada, sin pensar que hay cosas que se tienen que quedar en donde están y no querer saber más de lo necesario.

Vuelvo a escribir porque no veo motivación en los que participamos, pues mucho habría que decir y mucho habría que hacer, pero en nuestras casitas a gustito, ¿para qué queremos líos si no va conmigo? Eso, así nos va y así nos ira. Hay que mover el culo en la vida, escuchar, atender y valorar y, si se puede, ayudar o simplemente apoyar. Sentados mirando la tele o metidos en Internet podremos criticar, censurar, pero a mi juicio, sólo a pie de calle y mirando a las personas a la cara, es como se enfrenta uno al problema y se involucra en ello.

Ánimo, y en lo que podáis, mover el pandero, pues es mucho lo que hay que hacer y pocas las manos.

¡Ah! por cierto, muchos como yo, ex toxicómanos  nos brindamos a ir donde nos llamen, para lo que haga falta. Es muy fácil contar con nosotros, no se pierde nada y se gana mucho. Pero a veces me da la sensación que también el tema de la ayuda es un círculo cerrado y un negocio más, ¿para qué contar con nosotros si ya sabemos de qué va? Pues no, todos tenemos algo que aportar o decir, sobre todo los que hemos salido de esto, pues a veces vemos y percibimos cosas que otros, metidos en la dinámica de la ayuda llegan a un punto que la profesionalizan tanto que no ven otra cosa, y cuando algo se convierte en rutina o en un modo de vida, se pierde la percepción de lo que en su día era el fin: ayudar a salir de la droga y rehabilitar a todo el que luche y salga de ello.

Sobre el autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.