Economía

Legislación laboral cuestionada

Las reglas claras generan empleo

En un contexto marcado por cambios políticos, económicos, sociales y por la incertidumbre emergente de la globalización que aun perdura, la legislación laboral es cada vez mas cuestionada en el Mundo Árabe. El derecho laboral es acusado por su rigidez y en no pocas oportunidades es sindicado como perturbador de los mecanismos del mercado. Esta situación no es muy diferente en occidente. Pero lo preocupante es observar que, tanto en Occidente como en el Mundo Árabe, el riesgo de desmantelamiento de la legislación laboral en nombre de la exigencia del empleo y de la eficacia económica puede ser devastador.

Para el caso de los países árabes se deben considerar características de diferentes sistemas jurídicos nacionales que son variados y heterogéneos. Las jóvenes organizaciones sindicales que pretenden un acercamiento entre trabajadores y empresarios para facilitar la armonización de normas sociales; pretenden, en principio, defender los trabajadores y promover la inversión extranjera dentro de un marco de sustentabilidad y juego limpio en una legislación que no ha dejado de estar influenciada por la religión. Aunque la religión no debería representar un problema, muchas compañías occidentales piensan su inversión, particularmente las pequeñas y medianas empresas que se muestran interesadas en invertir pero exigen la ratificación y el respeto a normas laborales internacionales, especialmente las normas fundamentales previstas en la declaración de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) de 1998, subrayando que dichas normas no se deben emplear con fines comerciales proteccionistas y que no es propio influenciar leyes laborales con elementos exógenos.

Uno de los escollos que se aprecian en el Mundo Árabe es que la consagración del derecho de todo ciudadano al acceso al empleo y a la formación profesional básica y continua, partiendo de principios de libertad y de igualdad, a juicio de inversores medianos no estaría garantizado por la inestabilidad política regional. En este marco, es indispensable que intervenga la ley para reglamentar el recurso del trabajo, desde el trabajo precario hasta el calificado, que no deja de evolucionar de múltiples formas, entre ellas el empleo mediante contratos de duración limitada, el empleo a través de empresas de trabajo temporal y la subcontratación. En el Mundo Árabe la legislación deberá ordenar estas formas de empleo y establecer reglas claras pues aun no se dispone de un marco legal objetivo y definido. El refuerzo de las disposiciones del derecho laboral, particularmente las destinadas a promover la salud y la seguridad en el trabajo garantizando su eficacia, requiere ante todo que se refuerce el poder de control de la inspección de trabajo incrementando su potencial humano y sus medios materiales, así como que se fortalezca la autoridad judicial competente en materia de regulación de los conflictos laborales dotándola de mayor independencia y mejorando su funcionamiento. Alentado por ciertos empresarios, es inevitable que este declive de lo colectivo debilite a los sindicatos y cuestione su función de representación de los intereses colectivos de los trabajadores.

Ante tal situación, las organizaciones sindicales árabes deben expresar su compromiso en defensa de los derechos colectivos de los trabajadores que constituyen un elemento indispensable de la democracia moderna. Pero a la vez deberán alejarse de una concepción reivindicativa e idiosincrásica extemporánea que las muestra fuera del marco de la realidad y la modernidad. Ello no significa ningún recorte a la libertad sindical, considerada como libertad fundamental que expresa un orden social pluralista que se opone a la concepción totalitaria de la sociedad y abocarse a trabajar plenamente en impulsar instrumentos idóneos para el diálogo social y para valorar las relaciones profesionales generando confianza en los inversores. Para ello debería constituirse un comité de derecho social en los países árabes, así será más fácil a sindicalistas e inversores acordar normas jurídicas positivas en los países árabes y, de esa forma, poder establecer una apertura con el fin de armonizar normas sociales que generen respeto por los derechos laborales y a la vez ofrezcan garantías a los inversores.

Sobre el autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.