Amancio Ortega, presidente de Inditex, dona 20 millones de Euros a Cáritas.
Un ejemplo de que el concepto en cuestión, en este caso el dinero, no es bueno ni es malo, son las personas las que aportan ese valor moral al concepto.
Parece que el filántropo, Bill Gates, quiere poner de moda el compartir un porcentaje de su fortuna con las personas más necesitadas, e intenta convencer a todos los demás multimillonarios para que sigan su ejemplo.
¿Conciencia? ¿Moda? ¿Ego?
En cualquiera de los casos supone un beneficio para una sociedad que vive un momento peliagudo, ya que cada vez más personas acuden a solicitar ayuda a instituciones como Cáritas.
La verdad es que la dichosa crisis está comenzando a sembrar dolor, mucho dolor, entre las personas que no encuentran una salida y que llevan más de un año buscando un empleo.
La consecuencia es la desesperación; La cual, en algunos casos, llega al límite, como el del hombre que se arrojó desde su balcón ante su inminente desahucio en Burjassot, Valencia.
Mientras tanto, nuestro “querido” Rey, viajando por ahí, e “intentando” promocionar la marca España. Observando que desde fuera se ve todo mejor, más positivo. Quizá por eso le apetece salir a ver mundo y comentar, desde fuera, que políticamente no se puede hacer nada más. Además, junto a él, el Ministro de Exteriores habla de que él si sabría gastar el billón de Euros que la India tiene previsto invertir en infraestructuras el próximo año. Desde luego, no hace falta que lo jure. Bien es sabido por todos cómo “se las gastan” en la clase política.
Y es que, sin duda, resulta bastante paradójico que entre los habitantes de un país sumido en una crisis económica y social, se encuentre el tercer hombre más dotado, económicamente, del mundo; Capaz de donar una cantidad de dinero, que para algunos de nosotros parece irreal, a la caridad.
Por otro lado, el presidente, con su política de austeridad y sus recortes. Intentando dar ejemplo. Como el Rey. ¿Ejemplo de qué? ― me pregunto yo.
Para ejemplo el de Malala Yousafzai, que se recupera en un hospital de Birmingham, demostrando que algunos seres humanos son, de verdad, increíbles; Mientras otros que intentan dar ejemplo, son … bueno, lo dejaremos en que son. No sé qué, pero son; O mejor dicho, están.
Y todos los demás, que estamos en el mismo territorio de aquellos que intentan ponerse como ejemplo, intentamos ser. La cuestión es que, aunque lo intentamos con todas nuestras fuerzas, nos quedamos en aquel verbo tan interesante del diccionario anglosajón, BECOME.
Quizá, si en vez de haber invertido tanto en el ladrillo, pero en el ladrillo propio, en el cual se guardan los “verdes”, se hubiera invertido en el desarrollo del llegar a ser; En estos momentos estaríamos muy próximos a ser. Como están otros países que decidieron invertir en nuevas tecnologías y en el potencial social propio.
Como no ha sido así, la mitad de los jóvenes menores de 25 años están sin empleo, y decidiendo si cambian la tortilla de patatas de mami por las salchichas alemanas, las cuales, y de nuevo, paradójicamente, nos empujan a poner cinco huevos en lugar de seis en tan preciada receta que salió de la mente de alguien que decidió innovar.
Ya que hablamos de ejemplos, tomemos el de estas tres grandes mentes: Amancio, Malala y el general Tomás de Zumalacárregui, al que se le atribuye la invención de la tortilla de patatas durante el sitio de Bilbao; Para recordarnos que, en ocasiones, nuestra percepción limita, exponencialmente, nuestro potencial.
“Nuestros sentidos nos permiten percibir sólo una pequeña porción del mundo exterior.” Nicola Tesla
PAZ
