Desde la caída del muro de Berlín y el consiguiente desmantelamiento de un poder comunista que imponía la unión de países con la fuerza de los tanques, todos los países europeos configuraron sus Estados quedando resueltas sus nacionalidades.
España quedo configurada, con el matrimonio de Isabel I (reina de Castilla) y Fernando II (rey de Aragón y los llamados países catalanes), hace más de 500 años, con una realidad histórica, la total configuración quedo terminada con la expulsión de los moros de Granada, en la que los principales Ejércitos eran de Castilla, Aragón (países catalanes) y vascongados.
Durante esos 500 años nunca se puso en duda la identidad de cada uno de los pueblos que conformaban el Estado español. La Constitución del 78 dio un paso más con el reconocimiento lingüístico de cada territorio y la creación de las Comunidades Autónomas, que otorgaban una gestión más cercana a la ciudadanía de cada territorio, abriendo además las puertas hacia un Estado Federal, parecido al de Alemania. Basta configurar el Senado como Cámara de representación territorial.
Europa ha sobrevivido a dos conflictos mundiales y a una guerra fría nuclear. En estos momentos un puñado de políticos ambiciosos de poder territorial, incapaces de llevar a cabo una buena gestión, lanzan proclamas de independencia, atrayendo simpatizantes étnicos de otras regiones de España, Francia, Portugal y naciones cercanas que pueden poner en jaque un proyecto de unión político-económica europea.
Los políticos inician conflictos por razones de egoísmo personal, por otro lado inexistentes para la ciudadanía, que en definitiva es quien sufre las consecuencias de las malas gestiones políticas.
