Karma

Secuelas de la droga

Secuelas de la droga
Fernando Reyes: Secuelas de la drogaHoy en día todo ha cambiado, he retomado mi trabajo y me he recuperado, aunque todavía estoy visitando al psicólogo y al psiquiatra. Desde aquí mi gratitud, pues en el centro de rehabilitación no dispuse de ayuda ninguna y estas cosas son secuelas de un mal tratamiento, pues mi adicción escondía todo esto y mucho más.

NO OLVIDÉIS, SI NECESITÁIS INGRESAR, BUSCAR UN LUGAR DONDE TENGAN APOYO PROFESIONAL. QUE LA DESESPERACIÓN NO OS HAGA DAR CON VUESTROS HUESOS EN SITIOS TOTALMENTE INADECUADOS Y CONTRAPRODUCENTES.

RECORDAD QUE EN ELLO VA VUESTRA VIDA.

Espero que esta experiencia mía os sirva de algo, aquí la dejo:

Es… no sé… vacío,  un vacío profundo. Estoy en un límite al que nunca creí llegar. Mi mujer me quiere y nadie más. Me paso los días dándole vueltas a la cabeza. Cada día que pasa es peor, me invade una apatía muy grande, no hago nada, sólo estar en la cama, y ya está empezando a aburrirme también. No sé qué hacer ni cómo hacer. Mi mujer va y viene a cuidar a su madre, y yo simplemente espero abrumado por el odio visceral que tiene hacia mí, y ese no dejar vivir a nadie, pero bueno, es la vejez, todos llegaremos, mejor o peor pero llegaremos.

A lo que iba: me encuentro vacío, sin fuerzas. Sé que tengo que poner de mi parte, pero eso sólo se puede hacer cuando uno tiene ánimo, y yo no lo tengo. 52 años y ahora, solo, escribiendo en el ordenador, frustrado por no poder aportar nada a la familia, y eso  me corroe y me desespera. Sé que ayer tomé pastillas, pero necesito descansar, me siento enjaulado en mis pensamientos día a día. No sé si mi mujer volverá enfadada con su madre o no,es un sin vivir. ¿Con qué podría animarme, con qué? ¿con qué?

Reconozco que tengo ganas de morir, para que se acabe este sufrimiento interno que me come la cabeza. Son muchas cosas que no supero y me hunden en la miseria. Nunca he tenido esos ataques y me doy miedo. Ayer perdí los estribos, y me dio miedo de mi mismo porque pierdo la noción y arramplo con todo lo que se me pone por delante… ¡Dios mio, qué me está sucediendo! No es nada agradable lo que estoy pasando, y para colmo lo transmito a lo demás, que tienen lo suyo.

Señor, dame claridad para saber qué dirección tomar, y sea la que sea perdóname de antemano. Se me escapa el aire, me siento agotado, sólo deseo descansar y parar la máquina que es mi cabeza. Tomé pastillas y aquí estoy. ¿Qué tengo que hacer para que me lleves? Me encuentro frío y alejado de todo y todos. Me gustaría estar solo conmigo mismo.

Es un escrito, si lo lee alguien, que sepa que son sentimientos y vivencias.

Es un cóctel de pastillas grande que me tiene desganado. No me interesa la vida porque pasan los años, me enamoro de nuevo y pierdo fuerza, física y psicológica. Quiero terminar. Me siento un gran estorbo, pero un muy gran estorbo. Perdí todo y ahora he ganado mucho, pero no me recupero de este vacío existencial que me come. Me doy miedo, mucho miedo.

Acabaré, más tarde o más temprano. Cada vez pienso más en terminar. La oscuridad cada vez es más negra y me está envolviendo, y me ahogo, ¡auxilio!, me estoy ahogando. Yo sólo no domino estas aguas, aquí no se nadar y me ahogo.

Donde yo estuve se llama:”COMUNITAT INCONTRO”

Sobre el autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.