Economía

Sanidad pública sí, pero con gestión privada

Sanidad pública sí, pero con gestión privada
Sanidad pública sí, pero con gestión privada

Sé que se trata de una posición difícil de mantener sin ser tachado de liberal sin escrúpulos pero como no me gusta hacerme trampas en el solitario es la única que puedo mantener para ser honesto con la realidad que percibo y las necesidades que detecto. El sistema sanitario español es notoriamente ineficaz tanto en el coste que genera como en la calidad del servicio que ofrece a los ciudadanos, y la gestión privada, manteniendo el carácter de servicio público, se me antoja como la única solución plausible.

Muchos de los argumentos que abogan por mantener una sanidad pública con gestión pública se basan en el hecho de que el coste comparado con otras economías similares de la Unión Europea es menor mientras que el servicio es eficaz. Y ahí está la gran falacia del debate, el punto crucial en el que parece que nadie quiere entrar cuando es la esencia de la argumentación. El servicio sanitario que llega a los ciudadanos no es, ni mucho menos, eficaz. Las listas de espera son interminables, el desempeño profesional de una parte importante de la plantilla no es el adecuado y los diagnósticos suelen ser imprecisos, cuando no inexistentes, y rara vez detectados y comunicados en fecha y forma.

Con la gestión privada se mercantiliza la sanidad, sin duda, pero, ¿cuál es el problema? Una empresa de gestión privada buscaría la racionalización de los gastos y la optimización de los recursos en aras de obtener un servicio de calidad al menor coste posible, y para auditar la calidad de ese servicio se podrían organizar consejos rectores de composición pública y orientación profesional médica, que decantarían la balanza, en caso de duda, en favor del concepto de servicio público en contra de la obtención del beneficio.

¿La sanidad sería más cara con una gestión privada? No lo creo, pero podría ser, no te digo que no. Ese no es el debate, o al menos no a mi juicio. Porque es sorprendente que aquellos que critican la gestión privada por su carácter mercantil utilicen como único argumento precisamente un concepto crematístico. El debate debería de ser, ¿la sanidad sería más eficiente y de mayor calidad con una gestión privada? En mi opinión, sí.

La teoría de la gestión pública de los bienes públicos es hermosa, no te digo que no, bucólica, evocadora, apasionante, pero muy alejada de la realidad. Basta con echar un vistazo a las empresas públicas que todavía quedan. Todas deficitarias. Por tanto, a las pruebas me remito. Mantengamos la sanidad pública, con cobertura universal (incluyendo, por supuesto, a los inmigrantes sin papeles), pero dejemos que la gestión privada actúe y que el sector público haga lo que sabe hacer, corregir las ineficiencias del mercado, no sustituirlo.

Sobre el autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.