Ciencia

El despoblamiento rural fomenta los incendios en la Amazonía

El despoblamiento de grandes zonas rurales contribuye a fomentar incendios de bosques y áreas relacionadas como parcelas, plantaciones frutales y viviendas de la selva amazónica.

La mayor frecuencia de incendios en la Amazonía tendría relación con las migraciones campo-ciudadRafael de Luis/Flickr

Así lo demuestra un estudio realizado en la Amazonía peruana por investigadores del Instituto Earth, de la Universidad de Columbia, Estados Unidos, y publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences (10 de diciembre).

“A menudo se culpa a los agricultores de la deforestación y la destrucción ambiental [por sus prácticas de roza y quema de bosques]; sin embargo, por lo general ellos son bastante sofisticados en el manejo del fuego, pues planifican cuándo, cómo y dónde quemar la tierra”, señala María Uriarte, ecóloga forestal y autora principal del estudio.

La lógica indica que “si hay más tierra en barbecho y menos gente alrededor para controlarla, aumenta el riesgo de incendios”, dice a SciDev.Net.

“Aún sabemos muy poco sobre las dimensiones sociales de las dinámicas de los incendios forestales y la manera en que las estructuras del paisaje —como la distribución espacial de las diferentes coberturas vegetales— influyen en esas dinámicas y en la propagación del incendio”, reconoce.

El crecimiento demográfico de la Amazonía va en aumento, según cifras de los nueve países de la cuenca amazónica, con las áreas urbanas creciendo a expensas de las rurales.

Algunas ciudades selváticas, como Pucallpa, en Perú, y sede del estudio, o Parauapebas, en la Amazonía brasileña, han experimentado una caída de hasta 60 por ciento en su población rural.

Según el estudio, la expansión de caminos de penetración y el aumento de las sequías son las otras causas principales de incendios en la Amazonía, los que cada vez son más grandes y devastadores.

Solo en 2005 se quemaron más de 323.000 hectáreas entre Accra (Brasil) y Pucallpa, en incendios causados por la tala de antiguos bosques húmedos, los que resultaron rápidamente inflamables por la sequía que asoló la región entre 2005 y 2010.

La frecuencia de las sequías llamó la atención de los científicos, pues antiguamente éstas solían presentarse cada cien años.

Un estudio realizado en 2011 por la Universidad de Columbia vinculó las sequías a fluctuaciones de temperatura que ocurren a muchos kilómetros de distancia, en el Océano Atlántico. Y según modelos de prospección, se volverán más intensas al intensificarse el cambio climático.

El estudio de Uriarte constituye la confirmación más reciente de otros que sugieren que los cambios de uso de la tierra y el cambio climático están condicionando incendios forestales graves en diversas partes del mundo.

Uriarte resalta la necesidad de implementar sistemas de alerta en las poblaciones en riesgo, que permitan coordinar los esfuerzos de mitigación y prevención de incendios, a la vez que proporcionen oportunidades de subsistencia que reduzcan la emigración a las ciudades.

Enlace al resumen del estudio en PNAS (en inglés)

Zoraida Portillo

SciDev.Net

Sobre el autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.