Sociopolítica

Nepotismo y corrupción. ¿Y ahora qué?

Nepotismo: “Vicio de la administración pública que consiste en que los personajes den los cargos a sus parientes o que se den los cargos por favor y no por el mérito”. (Diccionario María Moliner).

Corrupción: “Soborno de cargos públicos”.

En España, nepotismo y corrupción se han entretejido fatalmente.

REGENEREMOS ESPAÑA, PLEASE

España es un país gangrenado. Su gobierno jamás escucha las medidas de saneamiento que le proponen los movimientos ciudadanos como el 15-M, el 25-S, los “iaioflautas”, los profesores, los sanitarios, los estafados por las hipotecas o por las acciones preferentes, los discapacitados y hasta los escolares del “taper”, sin comedor y sin transporte escolar. Y aún hay más…

La ciudadanía está harta de que no se escuchen sus demandas para sanar la enfermedad social que padece el país y de las medidas que toma a diario un gobierno incompetente y desacreditado que no han parado de aumentar la infección, que ha degenerado en una gangrena nacional, pues no existe parcela que no esté seriamente enferma, desde la política a la economía; desde el sector financiero al industrial; desde el mercado laboral al mercado cultural; desde los jueces al profesorado; desde los ancianos a los discapacitados; desde los jóvenes a los niños en edad escolar; desde la policía, a la guardia civil, atosigados también por los recortes y con cada vez más contradicciones entre su conciencia personal y social y sus obligaciones como guardia pretoriana de un gobierno que perciben corrupto e ineficaz que solo se sostiene en ellos, los uniformados.

Todos sabemos que de no ser por la represión policial, este país habría dado ya un giro pacífico, pero firme, en dirección a la salud pública nacional, y hace tiempo que no existiría este gobierno que se ha parapetado en una barricada de mentiras y reclamos a la honradez que nadie cree y al que solo protegen sus gendarmes y el silencio cómplice del poder judicial cuando no la pasividad de una parte de la ciudadanía que no termina de creer que estos señores trajeados, con aparente serenidad y mucha palabrería a los que votaron sean los corruptos que dicen los telediarios de la sexta o las muchísimas páginas de internet que les denuncian.

El país está gangrenado y precisa de una operación de saneamiento dolorosa… para los responsables. Ahora les toca a ellos.

La primera medida a tomar por el gobierno debería ser descabezarse a sí mismo, la dimisión del Presidente. Y luego del resto. Difícil será que lo hagan voluntariamente, claro. Igualmente difícil parece hasta que se pongan de acuerdo los partidos de la oposición que quieren que dimita el Presidente y tienen fuerza en el Parlamento .Mientras los rosáceos de izquierda y los otros rosáceos con un poco más de tinte hacia el rojo piden la dimisión, admiten la continuidad de este tinglado enfermizo. Unos dicen: que dimita el Presidente y que nombre a su sucesor. (Da risa triste). Los menos rosáceos dicen: que se vaya y se convoquen elecciones, y de nuevo da risa triste. Pero qué interesada ingenuidad. ¿Acaso no saben que todos sabemos ya quiénes son y por eso todos suspenden en las encuestas, incluidos los partidos de la oposición? ¿Acaso no sabemos que este sistema enfermo necesita una seria transformación como apuntan los movimientos ciudadanos que todos “nuestros” (supuestos) representantes ignoran?

Es precisa la apertura de un periodo constituyente y la discusión de una nueva Constitución con la participación de los movimientos ciudadanos, que dé paso a una nueva democracia: la democracia participativa. En ella deben tener cabida todas las demandas que hoy no son escuchadas por esta democracia gobernada por sordos y con una jefatura del Estado asediada por la corrupción.
Tenemos una monarquía hoy impopular impuesta por un dictador fascista, y cada vez son más las voces que demandan un referéndum sobre su continuidad. ¿Monarquía o República? y volvemos al dilema de los años treinta cuando tampoco funcionaba la monarquía y la gente exigió la República. Un asunto pendiente. Pero no el único.
¿SANIDAD PÚBLICA O PRIVADA?

La sanidad pública garantiza la asistencia igual y gratuita para todos. El gobierno gangrenado la quiere sustituir por la privada que garantiza a los ricos una buena asistencia hasta con ayuda estatal , mientras los trabajadores, ancianos, accidentados, enfermos crónicos y demás que no sean rentables económicamente serán desviados hacia el sistema público de salud, donde la asistencia será peor, masificada, con personal sanitario estresado y con largas listas de espera, mientras se cierran centros de salud de los pequeños núcleos urbanos. Otro asunto pendiente.

¿EDUCACIÓN PÚBLICA O PRIVADA?

Mientras el gobierno gangrenado aumenta las subvenciones a la escuela privada concertada, disminuye las inversiones en la pública. Eso significa menos recursos en el aula, en becas y comedores escolares, menos profesores y peor pagados, pero más desmotivados y estresados en aulas donde el número de alumnos por clase no cesa de subir, como sucede con las tasas académicas que dificultan el acceso a la Universidad de los que pueden por méritos. Nuevo asunto pendiente.

¿BANCA PRIVADA O PÚBLICA?

La banca privada en España es una merienda de antropófagos que ha metido en la caldera hirviente al país entero, mientras el gobierno gangrenado actúa como lo que es: un enfermo desorientado y en lugar de apagar el fuego, alimenta a los antropófagos para que no se les apague. Por tanto, el único modo de salir de la olla es una banca pública. De lo contrario, los antropófagos seguirán alimentándose de sin hartarse nunca. Una banca pública gestionada por un nuevo gobierno de una democracia participativa facilitaría las inversiones a pequeños y medianos empresarios y autónomos, así como podría exigir a la banca privada la devolución de todo el dinero de los contribuyentes que les fue saqueado por el gobierno gangrenado. Siguiente asunto pendiente.

Y todavía nos quedan la Iglesia y la OTAN, que se reúnen aquí porque ambas instituciones son tremendos agujeros negros de la economía española.

La primera precisaría estar controlada para pagar impuestos por todas y cada una de sus propiedades, de culto o no culto, además de serle retirada las ayudas y subvenciones. Quien quiera ser católico tiene todo el derecho, pero que le subvencione su bolsillo o el del Papa.

Y con respecto a la OTAN, que los miembros del patético Parlamento que quieran guerra, pues que cojan su tirachinas, pero que no obliguen a nuestros soldados a morir por el imperio de los multimillonarios, ni a nosotros a pagar impuestos para pagarles por matar a sus semejantes.

Todos los remedios que se apuntan son de dominio público y aceptados por cualquier persona cuyo CI sea de tres cifras. Los papeles de las cuentas en negro del partido del gobierno ha sido la gota que colmó el vaso y es el momento de replantearse la necesidad de una regeneración política fundada en la ética y no en el poder de corruptos, malversadores, obstructores de la justicia, evasores de impuestos, amnistiadores de delincuentes por ser ricos, repartidores de cargos entre amigos y parientes y tantos otros de esa cuerda que deben acabar ya de tener poder.

Espero que los jueces piensen lo mismo ante tanto desmadre.

Sobre el autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.