Ciencia

La tecnología precaria propicia fármacos falsos

Los medicamentos falsos y de baja calidad están poniendo en peligro la salud pública —y su fabricación y venta figura entre los delitos más fáciles de cometer pero menos detectados internacionalmente— de acuerdo a un informe que exhorta a mejorar el acceso a nuevas tecnologías para enfrentar el problema.

Medicamentos de baja calidad contra TB abundan en muchos países pobres Flickr/GenBug

Medicamentos de baja calidad contra TB abundan en muchos países pobresFlickr/GenBug

La situación se ve agravada por problemas con las pruebas de calidad de los medicamentos en los países de bajos y medianos ingresos, donde profesionales químicos escasamente capacitados y la débil infraestructura son obstáculos comunes, señala el Instituto de Medicina (IOM por sus siglas en inglés) de los Estados Unidos en un informe publicado la semana pasada (13 de febrero).

Los costos asociados con el desarrollo de nuevas tecnologías de detección son también una barrera para la provisión de tecnologías sólidas, sostenibles, fáciles de usar y de bajo costo, afirma.

El informe recomienda medidas para mejorar la capacidad gubernamental de identificación de los productos falsificados o por debajo del estándar.

Entre ellas se incluye hacer más asequibles las tecnologías de detección en los países de bajos y medianos ingresos, y garantizar que las tecnologías y técnicas de campo sean de bajo costo, duraderas y fáciles de usar y mantener.

Indica que el Instituto Nacional de Estándares y Tecnología de los EE.UU. “debería financiar el desarrollo de un repositorio central de las tecnologías de detección, muestreo y análisis, tanto de las existentes como las de reciente innovación, que incluyan desde la tecnología de detección rápida hasta laboratorios sofisticados basados en evaluaciones, para identificar las medicinas falsificadas y por debajo del estándar”.

También pide un acuerdo global basado en el código internacional de prácticas redactado por la OMS —el Sistema Modelo de Aseguramiento  de la Calidad— que incluiría las “directrices sobre la vigilancia, regulación y aplicación de la ley” a ser adoptado por todos los países.

El informe sigue la línea de un estudio publicado en línea este mes en la revista International Journal of Tuberculosis and Lung Disease, que encontró que los “medicamentos de baja calidad y falsificados están fácilmente disponibles… y posiblemente contribuyen a la tuberculosis (TB) fármaco-resistente en los países de bajos y medianos ingresos”.

El estudio examinó los antibióticos isoniazida y rifampicina, comunes contra la TB. Las muestras de los medicamentos fueron compradas en farmacias de 19 ciudades a través de África, así como en Brasil, China, India, Rusia, Tailandia y Turquía.

El nueve por ciento de más de 700 muestras de medicamentos contra la TB no cumplieron los requisitos básicos de calidad. Esto incluyó una tasa de fracaso de 16 por ciento en África, diez por ciento en India y alrededor del cuatro por ciento en otros países.

El informe estadounidense afirma que la calidad de los medicamentos producidos por los laboratorios farmacéuticos varía según el lugar de distribución.

Generalmente, los fármacos de mejor calidad son producidos para los países de altos ingresos donde las pruebas de medicamentos son más rigurosas, mientras que los de más baja calidad se encontraron en los países de bajos y medianos ingresos, donde los estándares para la prueba de medicamentos tienden a ser inferiores.

“Las compañías que ofrecen los precios más baratos lo hacen mediante la adquisición de ingredientes impuros y simplificando la formulación”, continúa el informe. Países como la India, donde hay una alta incidencia de medicamentos falsificados, tiene también un bajo número de redadas contra los medicamentos falsos, subraya.

“Esto indica que, mientras hay una sospecha internacional de que muchas de las medicinas falsificadas provienen de la India, el gobierno de ese país, tanto a nivel federal como estatal, no está para nada interesado en la calidad de los medicamentos en general ni de las medicinas falsificadas en particular”, comenta a SciDev.Net Hans V. Hogerzeil, profesor de salud global de la Universidad de Groningen, Holanda, y miembro del comité de IOM que realizó el informe.

Esto es parte de una “política gubernamental de larga data que pone los intereses industriales por encima de la salud pública”, añade.

Pero Mira Siva, activista de salud pública de la India, es escéptica sobre las preocupaciones acerca de los medicamentos falsificados que, dice, son intentos velados de promover a las grandes multinacionales en detrimento de los laboratorios más pequeños que fabrican drogas genéricas en Brasil e India.

“Cuando meten en un solo saco a todos como falsificados, no estoy de acuerdo”, expresa. “Están tratando de marcar como inútil y perjudicial todo lo que viene de India o países más pequeños. ¿Por qué una empresa fabricaría medicamentos de baja calidad que perjudicarían su reputación? Del mismo modo ¿cómo estos pequeños jugadores encontrarían los medios para exportar fármacos falsificados?”, se preguntó.

Enlace al informe (en inglés)

Enlace al resumen del estudio publicado en International Journal of Tuberculosis and Lung Disease (en inglés)

REFERENCIAS

International Journal of Tuberculosis and Lung Disease doi:10.5588/ijtld.12.0355 (2013)

M Sreelata

SciDev.Net

Sobre el autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.