Sociopolítica

Catalunya: ¿son conscientes de lo que proponen?

Disonancias, 26

Me parece patético que en el actual momento del mundo, unas personas que se diferencian únicamente de sus vecinos más próximos por la especificidad de su idioma, estén preocupadas por distanciarse de los demás en lugar de estar planificando un cambio drástico en la sociedad global a la que pertenecemos. Parecen haber perdido la noción elemental de que el lenguaje humano es un instrumento para entenderse, no para desentenderse ni para distanciarse.

Teresa Forcades y Arcadi Oliveres. Manifiesto para abrir un Proceso Constituyente en Cataluña

Las pequeñas diferencias que separan a los idiomas occitano, castellano, italiano, gallego, sefardita, portugués, toscano, francés, catalán, piamontés, ladino, mallorquín, rumano, sardo, aragonés, valenciano, romanche, napolitano y otras lenguas románicas deberían servir para emprender un camino común que, respetando la cultura de cada uno de ellos en sus facetas poéticas, musicales, artísticas, literarias y todas las que se desee contemplar, contribuyera a enfocar las soluciones de los auténticos problemas que acosan al mundo en el momento presente. Soluciones que pasan por un enfoque unitario que reaccione frente a los desajustes provocados por el neoliberalismo voraz y el capitalismo desaforado que intenta someternos a todos.

Los principios propuestos por personas que hasta ahora me merecían un enorme respeto, como el doctor Arcadi Oliveres y la religiosa Teresa Forcades, tendentes a promover un proceso constituyente en Cataluña, son perfectamente asumibles si del ombliguismo se trasciende a una visión científica y espiritual del asunto.

Las intenciones que se recogen en esta propuesta son las siguientes:

-Expropiació de la banca privada, defensa d’una banca pública i ètica, fre a l’especulació financera, fiscalitat justa, auditoria del deute i impagament del deute il.legítim.

-Salaris i pensions dignes, no als acomiadaments, reducció de la jornada laboral i repartiment de tots els treballs, inclòs el treball domèstic i de cura no-remunerat.

-Democràcia participativa, reforma electoral, control dels càrrecs electes, eliminació dels privilegis dels polítics i lluita decidida contra la corrupció.

-Habitatge digne per a tothom, moratòria dels desnonaments i dació en pagament retroactiva.

-No a les privatitzacions, reversió de totes les retallades i potenciació del sector públic sota control social.

-Dret al propi cos i no a la violència de gènere.

-Reconversió ecològica de l’economia, expropiació i socialització de les empreses energètiques i sobirania alimentaria.

-Drets de ciutadania per a tothom, no a la xenofòbia i derogació de la legislació d’estrangeria.

-Mitjans de comunicació públics sota control democràtic, programari i xarxa lliure i desmercantilització de la cultura.

-Solidaritat internacional, no a la guerra, i per una Catalunya sense exèrcit i fora de l’OTAN.

La única palabra que sobra en este manifiesto, desde mi personal punto de vista, es la de Catalunya. Mejor dicho, no sobra. Si la sustituimos por Europa, sin ir más lejos, que engloba a Cataluña, pongo ahora mismo mi firma al pie. Y si avanzamos un poco más y la reemplazamos por ‘un món’, firmo por triplicado.

Sobre el autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.