Sociopolítica

Genio o resultado

Foto: Garromeister

Foto: Garromeister

Este tiempo de avances tecnológicos sin medida, en que la sociedad se mueve a pasos de gigante, no da espera porque existe un afán por la supervivencia, la competencia y el objetivo central: tener. Dentro de esa competencia muchos padres quieren brindarles la mejor educación a sus hijos, quién no se siente tentado de ser padre de un Einstein, o un Mozart, pero quizá lo más atractivo por este tiempo sea tener como hijo a un Bill Gates que aparte de su genio, sea muy rentable para sí mismo,para la familia y su sociedad. En esa competencia que en algunos casos es auto impuesta, motivada por vanidad, reconocimiento o por frustraciones que se quieren camuflar detrás del éxito de los hijos o en otros casos es impuesta por los mismos sitios de enseñanza donde torturan a los estudiantes para conseguir unos resultados y a los que no los consiguen los marginan si no los maestros los mismos padres y familiares o por la presión del grupo social se auto-margina el joven anulándose y no descubriendo sus potencialidades.

Ya hay desafortunadamente bastantes pruebas de jóvenes entre los que se pueden citar varios ejemplos que siendo de corta edad, unos adolescentes ya tienen una profesión, un alto nivel intelectual, o se trasforman en mega-estrellas del entretenimiento convirtiéndose en el trofeo de mostrar de sus padres, familiares y amigos pero que en muchos casos estos jóvenes estallan por no haber podido vivir unas etapas humanas normales, de niñez, adolescencia y madurez,
muchos de ellos terminan con antidepresivos, utilizando drogas o alcohol o se convierten en personas frustradas, en adultos antes de tiempo que complacen unos intereses concretos pero que ellos tienen unos vacíos enormes convirtiéndose en conejillos de indias o en objetos de curiosidad, adoración o en en otros casos fuente de renta de la sociedad.

Hay en la historia ejemplos de personajes fascinantes,con resultados gratificantes para ellos mismos sobre todo, dejándonos su legado, desenvolviéndose en un tiempo no forzado, en una búsqueda propia, con objetivos propios, fabricando sus propios sueños, recordando alguno, Goethe quien comenzó a escribir Fausto desde los 25 años, pero publicó su primera parte a los 60 años de edad y la segunda en su vejez, Einstein era considerado algo lento al comienzo de su desarrollo, luego trabajó en una oficina de patentes mientras elucubraba sus teoría sobre la física, o Stephen Hawking que al comienzo de su juventud no era ningún estudiante brillante y luego comenzó a mostrar su talento pero aún más lo desarrolló estando tan limitado por su enfermedad degenerativa; no es una negación o un rechazo al genio joven como es el caso de Mozart, o de tantos otros, el planteamiento es que no se puede atormentar a los niños convirtiéndolos en trofeos públicos para satisfacción propia porque cada ser humano tiene una evolución y unas motivaciones particulares según sus circunstancias.

Ahora bien ¿Qué sucede con los de la fila de atrás, no existen, no valen, son masa, qué son para los padres y maestros?, muchos de ellos mismos fueron de esa fila de atrás, así que al llegar a la edad adulta, no se puede tener pérdida de la memoria, porque muchos de los de la fila de adelante al ser valorados y apreciados llegan a tener el andamiaje correcto para desarrollarse entonces muchos de ellos tienen excelentes resultados, pero en otros casos sucede lo opuesto por sobre exposición. Los de la fila de atrás, unos se marginan, aprenden a ser los de atrás optando por otras alternativas y se pierden en lo que les ofrezca la vida, otros después de caer y levantarse no se conforman, buscan su yo interior y vencen entonces terminan en la fila de adelante.

¿Lo importante es estar en la fila de adelante? porque muchos han llegado allí, aceptados y bien vistos por sus sociedades, entre ellos han existido tiranos, financieros y demás personas consentidas por sus naciones y por naciones vecinas pero que terminan cegando vidas, despojando de sus derechos, de sus bienes a miles de personas, así que la cuestión es para qué sirve estar en la fila de adelante si se carece de ética humana, de valores como el respeto, la dignidad, la distribución justa de los recursos. Por el contrario hay miles de familias conformadas por los de las filas de atrás, que construyen sociedades, brindan hijos de la esperanza que trabajan por otros seres humanos y por el planeta o quizá llevan una vida sencilla, tranquila tejiendo sociedad en paz.

En la educación no basta con planificar adoctrinamientos de acuerdo con intereses mediáticos de etnia, religión, sociedad o política. Ya se ven los resultados desastrosos en sociedades pasadas adoctrinadas que han generado monstruos que atacan a su misma familia,grupo o a otros que creen despreciables por ser diferentes a ellos o que no comparten sus intereses.

Cada sociedad tiene unas creencias para respetar, pero hay valores que son universales, los cuales ayudan a una convivencia social, un niño en cualquier sitio del planeta que crece amado,con valores como el respeto, la dignidad, con ejemplo no en teoría, será un adulto más receptivo y amoroso con su entorno.

El conocimiento por si solo no es garantía de crecimiento, todos recordamos historias del imaginario popular, el científico loco que destruye la humanidad por sus motivaciones malévolas, es parte de la ficción pero de la realidad cuando crece una mente hinchada con un corazón flojo.

Los niños van construyendo su propio mundo a través del juego, en la interacción con otros niños van formando su personalidad y carácter, pero una dosis importante de creencias, valores, prejuicios, actitudes frente a la vida son aprendidas por el núcleo familiar y escolar. Analizando a un humano sea hombre o mujer, siendo un adulto viejo, siempre tiene marcada en su mente y en su conciencia la relación con una madre, un padre o un maestro.

Se puede tener un hijo incapacitado o enfermo y se le cuida y se le ama, cada logro en su debilidad es un motivo de regocijo y reconocimiento, un hijo con todas sus facultades pero con menor habilidad académica, artística, física, etc,  no debería causar un problema de rechazo que puede desencadenar en un resultado nocivo para el individuo y el entorno en el que se desenvuelve, todos los niños y jóvenes tienen aptitudes específicas y cualidades que con la guía
y la orientación adecuadas pueden sorprender, la base es el afecto, el reconocimiento y la fe en sus múltiples posibilidades y la comprensión en sus debilidades.

Todos los seres humanos son distintos, el tema es enseñar a entender y a tolerar las diferencias, no inculcar la crueldad,la competencia o los prejuicios contaminando a la nueva persona humana que será el futuro adulto miembro de una nación, de la humanidad.

Siendo así pues, que es mejor: Resultado que genio. Resultado sin genio, genio con resultado; que genio sin resultado o genio que deriva en destrucción, crueldad o banal vanidad.

Sobre el autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.