Sociopolítica

Cooperativismo, respuesta transformadora a la injusticia social del capitalismo

Enfoques cooperativos; Hoy: Cooperativismo, respuesta transformadora  a la injusticia social del capitalismo”.

“En todos los tiempos el elemento común ha sido el hecho de que los mejores propósitos de la cooperación van  más allá de promover simplemente los intereses de sus socios individuales. Su finalidad  es más bien promover el progreso y el bienestar de la humanidad.” Comisión de los Principios de la ACI.

Este artículo surgió de la preparación de un trabajo académico a ser desarrollado en una Universidad sobre  Economía Social y Solidaria.

Formidable teórico y  practicante del cooperativismo.

Dr. León Schujman. Formidable teórico y practicante del cooperativismo.

Insisto en la imperiosa necesidad de trabajar en la teoría científica de la cooperación a fin de, en primera instancia, aportar al adelanto de la cooperación en esa faz y en segunda instancia, dotar de un instrumento que guie la transformación social y económica que el mundo demanda en razón a su infortunio creciente.

Resalto un trabajo escrito por el Dr. León Schujman denominado “El método de análisis y el contenido teórico del enfoque cooperativo” publicado en la Revista del Instituto de la Cooperación Nº 3 del año de 1.985, y que a mi juicio cobra una vital relevancia científica.

Lo que respecta a mi formación intelectual cooperativa este estudioso ejerció una enorme influencia, y, sumado a otros autores, en la prosecución de mis indagaciones y prácticas que se  aglutinaron, a la postre, en  la  elaboración que realicé sobre  la Pedagogía y Didáctica Cooperaria.

Amablemente te invito, amigo/a lector/a, a que pensemos juntos en lo que nos señala el Dr. Schujman sobre la necesidad de  “…llegar a un acuerdo para la selección de una metodología apropiada para el análisis de la realidad (*) a partir de un enfoque cooperativo”.

Acordaremos, estoy seguro, de que  no se piensa de cualquier modo el mundo, no se analiza de cualquier manera los hechos relevantes que acontecen en el mundo, en nuestros continentes, en nuestros países, si nuestro afán  es que el  cooperativismo sea una respuesta transformadora  a la injusticia social del capitalismo.

Convencidos, suscribimos lo que Don León (como me gusta llamarlo) nos explicita,” la selección del método y de su contenido teórico es fundamental, porque de su aplicación resultan las alternativas sobre las que habrán de adoptarse las futuras decisiones que hacen a la conducción de las empresas y del movimiento que éstas integran…”

En nuestros análisis sobre la realidad, sobre los hechos significativos que impactan en nuestras vidas, en nuestra cotidianidad y sobre todo en nuestro futuro, en la sobrevivencia de la especie humana, ante el desastre que causa un modelo de producción extractivo y de rapacidad, como lo es el capitalismo, es preciso-en mi modesta opinión- darnos un método de análisis acorde a los valores y principios cooperativos.

Oigamos a Don León cuando nos dice que “el método es el camino que sigue el pensamiento para conocer la realidad. La ejercitación colectiva de un método determinado requiere de un lenguaje común y de la aceptación de un conjunto de principios, sistema de ideas o marco teórico que lo sustente”.

Si leemos con atención el siguiente párrafo, creo que podríamos extraer cuanto menos dos conclusiones: “cada persona tiene frente a la realidad su propia concepción del mundo, su propia filosofía, producto de la educación, de la influencia del medio social y de la propia experiencia. El método de trabajo científico permite en el campo de las ciencias naturales encontrar un camino común para el estudio de la verdad objetiva, a partir de una teoría que no lesiona concepciones individuales”.

La primera conclusión es que resulta imperativo confluir-ante la mirada al mundo de manera individual-a través del prisma cooperativo. La segunda conclusión es que la ciencia social contiene a la cooperación y en tal entendimiento “permite    encontrar un camino común, un  método de trabajo científico para el estudio de la verdad objetiva, a partir de una teoría que no lesiona concepciones individuales”.

La trasformación del modelo económico-social actual hacia otro modelo que respete la vida, la naturaleza y que instale una justicia proporcional es a todas luces, imperativa. El modelo cooperativo es un prospecto que cubre estos requisitos.

Cerramos este artículo, junto a Don León, cuando nos dice: “la identidad de los problemas que abordan los países de economía dependiente, subdesarrollados o periféricos, suscita la necesaria solidaridad para abordar las soluciones. La común raíz histórica y el vínculo cultural que une a las naciones de la América Latina, plantea una estrategia concertada. El cooperativismo debe ser parte de esta estrategia”. Agrego que hablamos del  Cooperativismo del Siglo XXI.

¡En la fraternidad, un abrazo cooperativo!

Sobre el autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.