Sociopolítica

¡Otra vez los tambores de la guerra! Siria

Los tambores de la guerra suenan sin cesar  en el Mediterráneo y en Oriente. Comenzaron un día  con levantamientos pacíficos en Túnez, siguieron con levantamientos pacíficos en Egipto, y se cambiaron sus gobiernos para dar paso a otros que no han dudado en congraciarse con los mismos aliados que tuvieron los anteriores y les mantuvieron en el poder hasta que les convino por razones que nunca se nos explican pero que todos sabemos. Y esas  razones no parecen otras que las de dividir al mundo árabe, saquear sus recursos naturales e impedir que se unan bajo la bandera de su religión, hurgando en las heridas de su vieja división religiosa y favoreciendo con sus actuaciones  la aparición de nuevos fanatismos religiosos, como es el caso del movimiento Salafista. Así se  crea  un nuevo elemento conflictivo entre los creyentes islámicos en el interior de cada país divididos  entre moderados dialogantes  y fanáticos que ponen bombas y aplican la Sharia

Foto: anieto2k

Foto: anieto2k

En el principio la llamada “primavera árabe” pareció una revolución pacífica, pero eso era, una vez más, un truco. O si no. fijémonos en Egipto, en Túnez y en Argelia. Y es que lo que toca es la evolución, algo que no desean los que tienen el Poder en las naciones, porque su lema es el de siempre: perpetuarse enquistados en su eterno programa: “separa, ata y domina”, que ya sabemos de dónde viene.

La  penetración de mercenarios  rebeldes  armados en Libia  alimentados por el “club belicista mundial” que hasta ayer eran amigos del gobierno legal libio, originó en su momento una  vergonzosa guerra  interna con ayuda  de terceros países árabes aliados del club belicista de los de siempre. Hoy se repite la historia con Siria. ¿ Y mañana?

Entre tanto  en Bahréin, Arabia Saudí, Yemen, Egipto, Argelia y Marruecos –países donde sigue habiendo dictadores sin que eso importe  al club belicista de los de siempre- ha corrido demasiadas veces la sangre del pueblo y se han llenado las  cárceles de gentes que piden libertades como las de los islandeses, por poner un ejemplo de decencia social.

Todos los gobiernos de Oriente próximo y Oriente Medio  bien asesorados por los especialistas en el tema, quieren evitar a toda costa  una revolución que pudiera llevar a un gobierno popular, a una democracia social, y ni siquiera  a una democracia participativa. De modo que no se aceptan por estos sátrapas norteafricanos  apoyados-alimentados  por el club belicista las exigencias que definen la frontera entre un mundo esclavizado por sus dictadores  y un mundo  realmente democrático del que abominan.  Y si preguntamos ahora, por seguir ahondando:  ¿ Acaso son democráticos los gobiernos occidentales del club belicista?  Diríamos enseguida  desde luego que no, que solo es una fachada en el doble sentido de esta palabra,  físico y el político, y que son estos demócratas de doble fachada  los que mueven guerras  en nombre de un pretendido humanismo  pretendidamente cristiano para eliminar  a quienes tienen sus propias versiones de democracia ,derechos humanos y de religión. Estos cruzados de la oscuridad  no son otra cosa que estados mayores de banqueros, mafiosos, burócratas diplomados, altos mandos militares y alto clero , con toda su caterva de sirvientes en prensa, radio, televisiones, cátedras, catedrales, y otras oficinas de diseño del pensamiento esclavo – llamado “único”- que intentan inocular en las grandes masas tanto de Oriente como de Occidente.

El tamaño de las mentiras con que los defensores de los tambores de guerra se presentan como adalides de valores humanos pero al servicio del  crimen organizado a través de algo  infrahumano, como  la guerra,- es directamente proporcional a dos variables: el servilismo al imperio del dólar de prácticamente todos los países del mundo, y los beneficios que se pudieran derivar una vez concluidas las guerras que se promueven como es el caso de la presente contra Siria..

Estos cruzados de la oscuridad  de los gobiernos occidentales que crean rebeldes, los arman y les ayudan a crecer  han hecho con anterioridad cálculos de todo tipo, no solo de sus beneficios económicos inmediatos _ pues toda guerra es otro tipo de burbuja que engorda, hace engordar a algunos  y estalla luego-  sino de  las ventajas a todos los niveles de su situación geopolítica en caso de victoria, algo casi asegurado, lo que  asegura también  sus beneficios económicos a largo plazo. En cualquier caso siempre se trata de lo mismo: sacar partido de las  carnicerías y desgracias que van a provocar, que es lo que hacen  en todas partes contra personas y animales, sin olvidar los daños que provocan en el medio ambiente sus abominables inventos de matar.

Un creyente en el Más Allá sabe lo que puede esperar   tras su muerte física  a los responsables de semejantes atrocidades cuando se tengan que ver las caras con sus víctimas. De seguro que hubieran dado mil veces todo lo que ganaron si con ello  consiguieran el perdón de una sola de ellas. ¿Acaso no se recoge lo que se siembra, si hasta los refranes lo pasan de generación en generación. “Quien siembra vientos, recoge tempestades, o  “donde las dan, las toman”? ¿Acaso no es  esto todo lo contrario de lo que dijo el Cristo  con Quien estos cruzados de pacotilla pretenden justificar sus crímenes? ¿No habló Cristo del amor, de  la paz y de la libertad? ¿No dijo “Lo que Siembres, cosecharás”?

¿Y qué siembran estos matarifes de pueblos?  ¿Qué cosecha les aguarda si no cambian, si no piden perdón y  reparan cuanto dañaron? Larga y difícil tarea les aguarda, pero ellos pretenden vivir al día, festejar victorias imaginarias, que es lo que hacen todos los ilusos.

Es más que probable, porque ya es vieja esta conducta, que  de puertas para adentro hayan destapado los cruzados neoliberales  más de una botella y alzado sus copas  celebrando su victoria anticipada en la próxima guerra. Mientras se nos muestran en  las pantallas hipócritamente preocupados por la población civil que sufre conflictos y es gaseada  (o sea por  sus conflictos puestos en marcha por sus mercenarios y por sus gases fabricados en sus laboratorios) brindan sonrientes en la seguridad de que pase lo que pase, sus cuentas les saldrán  redondas sobre la horizontalidad de  los muertos, sin importar los que pueda haber de sus propias banderas.

Para terminar, cabe preguntarse cuál sería  si la respuesta de esta turba demoníaca llamada “comunidad internacional” ante una supuesta  invasión de mercenarios pagados por una nación  extranjera contra sus “democráticos” gobiernos en alguno de sus “democráticos” países con apoyo de potencias  extranjeras deseosas de terminar con el gobierno e imponer el suyo  con  el mismo descaro que ellos pretenden hacer en Siria y donde “toque” después. ¿Imaginan una situación semejante en alguno de los “grandes países ” de la mal llamada comunidad internacional?

Y mientras  redoblan  los tambores de la guerra  en el Mare Nostrum y en Oriente, las Bolsas del mundo rico andan ávidas de guerra  para subir sus beneficios  a costa  de sangre, ignominia y expolio. ¿Qué les importa a esas empresas que su dinero rezume sangre inocente, si es eso justo lo  que  quieren que pase como algo inevitable? En esto  los jugadores de póker de la Bolsa  se parecen a los responsables de  estos gobiernos de toda la vida que presiden nuestros Parlamentos, que   trabajan y organizan nuestras existencias   por amor a la democracia y qué carajo, por amor a todos nosotros, los obreros, los parados, los pensionistas, los jóvenes, los hipotecados, los inmigrantes, los anti nucleares, los desahuciados, los amigos de la paz. Qué buena gente. Estas últimas, digo.

Sobre el autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.