Sociopolítica

La perversión del lenguaje político

palabras

Una puerta de palabras. Vista de una de las impresionantes puertas de Subirachs para la Façana de la Passió de la Sagrada Família. Foto: SBA73/a

A veces, cuando encontramos algún dato que podemos creer relevante, surge el deseo de escribir, de trasladar a nuestro entorno aquellas cosas que creemos verdaderamente importantes, sobre todo ahora que la OCDE, en un informe, nos dice que los españoles de 16 a 65 años quedan penúltimos en el nivel de comprensión lectora y en competencias matemáticas de la UE…

Pienso, sinceramente, que en parte es la consecuencia de la “perversión del lenguaje” que mantienen nuestros políticos y que dan razón a las reflexiones de Papa Francisco: “Los políticos nos arruinan y vuelven a engañarnos para seguir arruinándonos

El ser humano tiene tanto deseo de mejorar su forma de vida que se agarra a las promesas como única forma de solucionar sus problemas y, aunque descubra que se ha equivocado, sigue insistiendo, sin enterarse de que históricamente, cuando los trabajadores consiguen un nivel de vida aceptable, los señores del poder inician sus maniobras para que vuelvan a retroceder hasta la posición de servilismo.

En 1834 los ingleses promulgaron una Ley de Pobres, con aquella Ley se suprimían las subvenciones a los obreros parados y las familias numerosas, proponiendo acuartelarlos en zonas especiales para indigentes y marginados. Bien pues presentado de otra forma, en nuestro país está sucediendo algo parecido. En Benidorm se ha aprobado una orden municipal para multar a los mendigos…

Estos días, nos informa el Gobierno que ha recuperado con la lucha contra el fraude fiscal y laboral 22.500 millones. No voy a entrar en los 16.500 del fraude fiscal, pero deseo analizar los 6.152 millones por empleo irregular y fraude a la Seguridad Social, simplemente por la perversión del lenguaje que estamos observando en los miembros del Gobierno y, sobre todo, porque no presentan un cuadro informativo que nos pueda permitir ver la realidad de lo que está pasando. Los 6.152 millones de fraude a la Seguridad Social suponen 264,5 millones al mes; el sueldo medio de un trabajador que ha cotizado un año (algo bastante difícil, ya que hay contratos hasta por horas) es de 800 euros, lo que supone cobrar de la seguridad social 560 euros y la cantidad expuesta significaría que 472.321 parados cobraban indebidamente y, además, se destacan los más de 3.000 millones que ha ahorrado el Estado por prestaciones por desempleo indebidas, lo que supone más de medio millón de ‘falsos’ parados… Parecen demasiados parados cobrando, sobre todo habiendo suprimido las prestaciones a los parados de larga duración.

No convencen semejantes datos, después de haber escuchado decir al Ministro de Hacienda que: “los sueldos no han bajado, han moderado sus subida”, y cuando los especialistas nos dicen que han bajado durante la legislatura del 5,2% y que, en todo caso, si debe explicárselo a alguien con la pizarra que se lo explique al Presidente del Gobierno, que dijo todo lo contrario en Japón. Los españolitos de a pie ya lo vemos en los cobros, quien cobra.

Sobre el autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.