Sociopolítica

Violencia de género, violencia en adolescentes, fanatismo y condicionamiento

Recordando clases de Marketing y Publicidad:

Condicionamiento clásico es la respuesta que tenemos como individuos de forma involuntaria a un estímulo asociado por ejemplo cuando vemos un objeto y nos produce un estado de ánimo de tristeza o alegría por alguna experiencia anterior, es una respuesta inmediata ante ese estímulo que nos conecta a esa vivencia. Quien hizo experimentos con animales y lo estudió a fondo fue Ivan Pavlov.

Foto: MARCHA PATRIÓTICA INDEPENDENCIA

El condicionamiento operante es el refuerzo que consiste en una conducta o un evento que contribuye a generar una respuesta en el individuo. Skinner lo estudió a profundidad haciendo experimentos con diferentes animales que al generarles ciertos estímulos positivos o de castigo respondían de cierta manera, es bastante complejo este estudio y se han hecho desde entonces experimentos que se aplican hoy en el campo de la psicología, la política, hasta en el marketing y la publicidad; la intención no es entrar en materia porque el tema es extenso, la idea es tratar de verle alguna utilidad práctica no solo para mejorar a los que tienen alguna dolencia psicológica o para captar más votantes de partidos políticos o compradores y consumidores de un producto porque estas formas de condicionamiento tanto clásico como operante se aplican a diario en la vida cotidiana de las personas, algunas veces inconscientemente por la convivencia normal y las respuestas que emitimos de forma natural ante los estímulos, como a las orientadas por los medios de comunicación, de la política y demás formas de estimulación que existen.

La idea principal que motiva a plantear este tema son las epidemias sociales como son la violencia de género, violencia en los adolescentes, fanatismos extremos de racismo, religiosos o políticos. Cuando en los medios de comunicación se está a diario generando el refuerzo divulgando una y otra vez este tipo de noticias, con una repetición constante, es como cuando se le dice a alguien “tu eres malo, eres malo…” todos los días y a todas horas, ese individuo acaba creyéndolo, actuando en consecuencia o se resiste y debe retirarse pero esa conducta no es la obvia en el mayor de los casos. Solo hay que pensar cómo es la forma de posicionar una marca de ropa, de un perfume, de una bebida en el cerebro de los consumidores, simplemente se hace que la persona efectúe una asociación que le estimule muy dentro de si mismo y le motive a utilizar dicha marca. Por ejemplo se es poderoso si utiliza el coche x,y,z, se es bella si bebe m.n,o, etc.; puede ser sumamente productivo y positivo utilizar estas técnicas por los expertos en campañas institucionales para mejorar problemas muy graves. Está comprobado en cárceles de máxima seguridad que cuando se trata a los jóvenes presos con aprobación, respeto y se les estimula con lo que ellos saben hacer bien y se destacan por ello, en consecuencia se les brinda un reconocimiento los resultados son absolutamente sorprendentes.

La violencia de género se ha convertido en una epidemia social tanto en España como en otros países pero lo que se analiza es que las personas se llenan de temor en sus relaciones, los hombres porque hay ocasiones en que las leyes los obliga a perder todos sus bienes y quedan en la calle cuando una mujer los acusa de violencia de género, entonces ellos muchas veces actúan por desesperación, las campañas apuntan a colocar a la mujer como la víctima y al hombre como el verdugo, en muchas ocasiones claro que la mujer es la víctima pero en otras ocasiones no. Cuando ella efectivamente es víctima de un maltratador muchas veces no es consciente porque el maltrato puede ser físico pero también psicológico y ella deja ganar terreno perdiendo su valor y autoestima, dándole poder sin darse cuenta para que este obre, cuando la situación es inmanejable lo mejor es buscar ayuda y salir de esa relación destructiva, pero no es así de sencillo, este problema a fondo lo trata la española Maribel Maseda en su libro La Zona Segura.

Se trata de mejorar la convivencia entre hombres y mujeres donde ambas partes deben ceder en términos de relaciones humanas; estuve conversando en días pasados con algunos hombres de diferentes culturas y me decían que en ocasiones el hombre se siente un poco extraño cuando tiene que competir con una mujer porque en su naturaleza por siglos tienen posicionado en su cerebro el tratarlas con respeto y cuidado, como seres delicados, cuando ven a una mujer dominante se sienten intimidados y algunos las repelen de forma inconsciente en algunos casos en otros de forma consciente, o sencillamente no es un objetivo atractivo de conquista y en otros casos compiten con ella y conviven en sociedad según sea una relación no afectiva. Me dejó que pensar porque para que haya violencia se necesita que existan mínimo dos sujetos para la confrontación, es bien cierto que hay personas con psicopatías genéticas o adquiridas por traumas, o simplemente porque hay maldad y punto, pero también es cierto que se presentan casos en los que por la diferente manera de responder ante los estímulos se dan confrontaciones serias cuando podría negociarse de mejor manera, también hay histeria, manipulación y maltrato por parte de algunas mujeres hacia a los hombres, lo cual de ninguna manera justifica la violencia de él como respuesta; la psicología de la mujer es distinta a la del hombre, su sensibilidad y formas de responder y asumir ciertas experiencias en la vida están sujetas a su cerebro,  genética  e historia social, un libro que lo explica muy bien es “Los hombres son de marte y las mujeres de venus”, del escritor estadounidense John Gray, siempre se dan casos de disputas,confrontaciones y violencia sin importar la orientación sexual de las personas, entonces quizá nos falta una mejor educación para aprender a conocernos como individuos, lo que ayudará a comprender más al otro, al que asume de forma diferente su existencia, sumándole toda la carga psicológica adquirida anteriormente.

Una frase lastimosamente cierta de manipulación del orador de la propaganda nazi, Joseph Goebbels : “Una mentira mil veces repetida…se transforma en verdad” es lo que ocurre cuando se aprovechan eventos sociales para desprestigiar o para manipular políticamente a alguien o a un grupo para la conveniencia de un voto siendo aplicable esta máxima a otros efectos con oscuros intereses.  El problema de la repetición y el refuerzo constante de una idea es que siendo mentira en general, porque se trata de casos puntuales y particulares, la gente se los cree como verdad y genera repetición de modelos de conducta, es el caso de los estigmas popularmente conocidos, de tantos grupos religiosos que se asocian con terroristas, o adolescentes con rebeldía, o a hombres y mujeres con machismo y feminismo, o personas de algunas nacionalidades con ciertos tipos de conducta, por la parte se juzga el todo, por la repetición continua se está educando para multiplicar esas conductas nocivas en la sociedad y ni siquiera las personas son conscientes de tal situación.

Se pueden mejorar estas epidemias sociales de violencia de género, actitudes violentas en jóvenes y fanatismos con una educación basada en refuerzos positivos en las poblaciones a través de los hogares, instituciones educativas y de los medios de comunicación, también las nuevas tecnologías, la propaganda y la publicidad, siendo herramientas tan efectivas para lograr conductas de consumo, pueden hacer su parte importante como solución de problemas que nos atañen a todos.

La palabra tiene poder, una persona antes de lanzar una sentencia como cierta puede pensar en que su fuerza causa un impacto tal que alguien lo puede creer así y hacerle más daño o más bien dependiendo la dirección de ese juicio emitido.

Sobre el autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.