Sociopolítica

En la aldea global alguien se opone al despertar de los giles

Enfoques cooperativos; Hoy: En la aldea global alguien se opone al despertar de los giles.

“Aprendí que en esta vida hay que llorar si otros lloran
y si la murga se ríe, uno se debe reír;
no penar ni equivocado… ¡Para qué… si igual se vive!
¡Y además corrés el riesgo de que te bauticen gil!”…Tango argentino “Las cuarenta”, de Francisco Gorrindo y Roberto Grela

En la Argentina el vocablo “gil” implica, entre otros, zonzo, dormido, abombado, tojauretchnto, poco avisado o poco avivado, en fin, elija el o la lectora el significado que prefiera darle a quienes no toman clara conciencia de las profundas causas del infortunio que padecemos millones de personas en la aldea global o mundo.

Acude a mi memoria una anécdota en los lejanos días de mi inconcluso estudio de abogacía cuando en un examen el presidente del tribunal me preguntó sobre la ignorancia de las leyes, es decir, quienes son excusables de ignorar la existencia de determinadas leyes y su observancia. No me dejó ensayar una respuesta, me explicó que existen los ignorantes supinos, aquellos que deben saberlo y no lo saben, y los ignorantes excusables.

Entonces, en esta cuestión del juego político donde los de abajo padecemos necesidades y los otros se enriquecen existe un mecanismo perverso que los más ignoran o… ¿fingen que ignoran?

Pienso entonces que no se debe mirar los acontecimientos socio-económicos de cualquier manera, deberíamos mirar a la luz de doctrinas engarzadas con las ciencias.

Precisamente, en el libro de Paul Lamber denominado “La Doctrina Cooperativa” en la página número 16 leemos “Ciencia y Doctrina”: “La presente obra es un estudio de Doctrina; es importante advertir al lector del sentido que yo doy a esta palabra. Como muchos autores, distingo claramente entre doctrina y ciencia. La ciencia explica lo real, la doctrina juzga y propone diversos cambios para mejorar lo real. Esta distinción entre ciencia y doctrina no implica preferencia entre una y otra: ciencia y doctrina son complementarias y tiene una importancia similar para el destino de los hombres”.

Los fundadores de la cooperación observaron tal y cual se le presentaba la realidad y esa realidad les resultó adversa, porque a la luz de la Doctrina, confirmada por la ciencia, se desenvolvía el capitalismo industrial que ahogaba en pobreza a miles y miles de personas.

Entonces, los Pioneros de Rochdale (Inglaterra-1844) decidieron instaurar otro modelo de producción equitativa a través de una cooperativa cuya proyección incluía el avance paulatino al mundo.

El cambio político que devuelva la dignidad a la humanidad está en manos del propio pueblo que padece las penurias, pero debe querer y enrumbarse hacia la construcción de ese cambio transformador, de otro modo, nada sucederá, todo continuará para peor.

Las viejas instituciones evidencian, sin más, su desfasaje en la actual hora histórica, la democracia representativa no representa los intereses del pueblo, necesitamos instaurar la democracia participativa y la revocación de mandatos, mecanismos éstos que poseen las cooperativas.

Toda ignorancia no es fruto de la casualidad, en la aldea global alguien se opone al despertar de los giles. Alguien también podría reprocharme el hecho de que el cooperativismo no es asumido por el pueblo como posible vehículo de transformación socio-económico de escala superior.

Estoy de acuerdo. En mi modesto criterio la razón fundamental del porqué se pierde el rumbo cooperativo, es que no se realizan procesos educativos y de capacitación profunda y ligada a otras disciplinas científicas que develen con claridad cómo funciona el capitalismo. Otra razón de peso es el fenómeno de burocratización de las dirigencias, no existen líderes comprometidos, existen administradores sin conciencia cooperativa, y por remate, asociados apáticos. Se requiere, por tanto, de nuevos líderes emergentes y asociados que planteen debates sobre de qué tipo de cooperativismo se requiere ante la debacle económica que pone en peligro la existencia de la especie humana.

¡En la fraternidad, un abrazo cooperativo!

Sobre el autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.