Sociopolítica

Pablo Iglesias, “Podemos”, frente a la Inquisición…

…o la caza de brujas del macarthismo.

Cuando entrevistan a Pablo Iglesias o a cualquier otro miembro del colectivo orgánico “Podemos”, si exceptuamos algún programa de televisión, el escenario que se construye para situar en él a Pablo Iglesias bien podría ser la jaula de los leones de un circo o una plaza de toros pero no, es una reconstrucción exacta de una celda del Régimen clericalfascista de Franco en la que los enemigos de la Dictadura eran interrogados por los policías de la Secreta.

Dentro de este escenario, como entonces, se le interroga acusatoriamente sobre su ideología comunista. Eres comunista, lo sabemos. Admítelo. Por qué callas. Sabemos que estuviste en el mayo francés. Sabemos que leíste de niño el “libro rojo de Mao” y el libro rojo del cole. Sabemos que apoyas al vietcong. Y que en tu cuarto tienes una foto del Che con dos velas. Sabemos que follas, que fumas con Marijuana y que te acuestas y te levantas con chicas y chicos. Guarro. Eres un pervertido sexual y comunista…

Tomado este modelo de interrogatorio de sus predecesores la Inquisición, la Gestapo o la KGB, donde parecen haberse formado todos estos periodistas, autocalificados de analistas políticos sin saber hacer nunca un análisis, no son otra cosa que comentaristas, de rebotica y sacristía, de chismorreos y vulgaridades ya conocidas y sobre todo, son propagandistas.

Pablo Iglesias

Pablo Iglesias

No es por casualidad que, hace unos días, en la televisión pública, programa 24horas, Pablo Iglesias fue sometido a un interrogatorio inquisitorial por un colectivo orgánico de periodistas propagandistas del “neoliberalismo” y su soporte, la moral católica. Es curioso que esa estructura de Poder en la que metieron a Pablo Iglesias estaba absoluta y totalitariamente ocupada por propagandistas de la derecha y extrema derecha. Nerviosos. Agresivos. Prepotentes. Ofensivos. Católicos. Tan ignorantes como pedantes. Fanáticos guerracivilistas.

Entre ellos, como en los corralitos de inquisidores o policías de la Secreta, había uno que pretendía hacer el papel de bueno. Se presentaba como socialdemócrata y defensor del “neoliberalismo”. ¿Acaso pretendía confundir a Pablo o tentarle como a Jesucristo? Más cacao mental y confusión ideológica y de modelos económicos no se puede tener, pero él, en un tono a la vez paternalista, peyorativo y convencido de que era una autoridad en la materia (¿) se dirigía a Pablo como si éste fuera tonto del guindo, un bebé o un niño atraído con engaño por un caramelo pervertido.

¡Cómo serían los otros inquisidores y propagandistas cuando confunden una sentencia judicial o un tratado entre potencias con la hoja de la compra de Errejón¡ Se les caía la baba con satisfacción de victoria porque habían encontrado la prueba de la corrupción total de “Podemos”. Al fin, todos somos corruptos, gracias a dios. Expresaban con tranquilidad en sus ojos. Ya podemos vivir tranquilos porque estos son tan corruptos como todos los demás.

Me pregunto, por qué no habrán sometido al mismo interrogatorio cuartelario a todos los políticos desde los comienzos de la cacareada transición. A Felipe a Aznar, a Rajoy y a tantos y tantos políticos mediocres o corrompidos. Tal vez nos hubiéramos ahorrado el estado actual de descomposición. Esos políticos eran y son inaccesibles. Ellos, como los curas, sólo responden de sus actos ante dios. Y los inquisidores periodistas enmudecen porque son los que les pagan o pagaron.

¿Es que, cegados por el odio a las reivindicaciones populares, son incapaces de entender que el pueblo tiene derecho a identificarse con la ideología que le dé la gana, a expresar su malestar con el estamento incompetente y corrompido de estatus político, a movilizarse y organizarse por su cuenta y a echarlos del sistema para construir sobre sus ruinas una democracia social y de derechos?

Pablo Iglesias, que superó a todos en talante y elegancia con un pase de muletas magistral, lo que no era difícil porque entraban ciegos de odio al trapo rojo, los podría haber dejado K.O. simplemente mostrándoles una foto: la de la miseria universal, en España, en Europa, en América, en todo el mundo mundial. Es muy fácil de demostrar la relación entre miseria y neoliberalismo porque si la única política posible es la neoliberal y la única realidad posible es la institucionalización de la miseria, no queda más remedio que concluir una relación lógica de causa efecto. Si existe miseria es gracias a la política neoliberal porque ésta es la única que se aplica. En una frase podemos resumir esta relación que: “la Apoteosis del neoliberalismo es el Apocalipsis del pueblo”.

No conozco por sus nombres a ninguno de estos periodistas-propagandistas de la fe neoliberal, que toreó Pablo en el encierro al que fue sometido, pero es igual porque casi todos ellos deambulan por todos los medios del nacionalcatolicismo. Fieles al mandato divino de sus amos: Id y predicar la buena nueva neoliberal en todos los medios. Hasta conseguir la miseria total.

Sobre el autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.