Karma

La importancia de lo sencillo

vida plena

Foto: loesencialpr.com

La música del despertador. El golpe del agua en tu rostro y un reguero helado por el cuello hasta tu pecho desnudo. La cara suave y el olor del after shave. El ligero escozor en el rostro. Unas zapatillas mullidas, un sillón cómodo de orejas, el olor del café recién hecho y un periódico. Un traje a medida y las manos impolutas con las uñas perfectas. La sencillez de los detalles. Una camisa planchada que se adapta a cada rincón de tu cuerpo, unos zapatos cómodos, casi viejos. El hogar para tus pies.  Brillando como espejos bajo tus pantalones tras un exhaustivo cepillado. La sencillez de las costumbres. Dejando que pase el tiempo para que la costumbre se haga tradición.

Tus tradiciones. Tu vida.

Esa es la importancia de lo sencillo.

Pequeños detalles para hacernos grandes. Un shot de perfume en el cuello. El suave aroma que lo invade todo. Un dulce beso en los labios ¿para qué más? Una maleta recién hecha. Perfectamente hecha. Esa que tiene todo lo que sientes, lo que eres, lo que quieres ser. Esa promesa incumplida que es un viaje por hacer con ella. Los dos contra el mundo. En el mundo. Siendo el mundo. No hay nada más. Elegancia natural. Sin majaderías ni chabacanerías, por supuesto. Una mujer. Con el anillo de prometida, un collar y unos pendientes con valor sentimental (probablemente de la abuela o la madre) quizá un reloj, un poco de perfume y su mirada inteligente. Una sonrisa en sus labios (Dios, qué labios), promesa de un beso, unas palabras. Las justas. Se agarra a tu brazo. Despreocupada y libre. Tu mujer.

Una charla pausada y tranquila. Unas bromas. Unos chistes. Reír con ganas. Besarla. Pasear. Ver escaparates y cruzarse con gente. Mirar al mundo como si fuera la primera vez que se ve. No ir dos veces al mismo sitio por el mismo itinerario. Hacer de tu vida la sencillez de tu tradición.

Arraigar costumbres. Amasar amor. Saborear la vida.

Esos son valores a transmitir a los tuyos.

La libertad de una carcajada. La torpeza de un abrazo mientras se camina. Secretos. Bromas. Confidencias. Amor en definitiva.

Un almuerzo. El olor del pan tostado con un poco de tomate. Jamón. Ibérico, no serrano, por favor. Gastronomía, sin complicaciones, sin chorradas. De la de verdad. Sin nombres estúpidos para definir lo de siempre. Lo clásico. ¿Brunch o almuerzo? Almuerzo, por Dios, con tosta de anchoa y vino blanco a poder ser. Con lo que quiera cada uno, pero almuerzo. Huyan de lo trendy. Sean ustedes. No queramos vivir la vida de otro. Los gustos de otro.

La sencillez de ser importante en su pequeño universo.

Ese que maneja uno mismo. Eso es vivir. Eso es ser uno mismo.

Sin dejarse engañar por radiofórmulas. No oír su música. Disfrutar escuchando canciones, pero de las de verdad. Desde Pink Martini, Supernaturals o Paolo Nutini a Buddy Holly, Jamie Cullum o los Beatles. No ser previsible. Revisitar tu infancia, tu juventud, tu madurez. Revive tu vida. Disfruta con lo de antes. Nada te hará disfrutar más que lo que te hizo disfrutar una vez. Pero, revisitando clásicos se descubren nuevos valores. No nos equivoquemos. No se trata de encerrarse y no conocer nada más. No dejarse engañar por listas de éxitos no significa que nunca se pueda hacer caso a determinado crítico (pocas veces aciertan pero lo hacen). Leer sí. Pero leer de verdad. Una cosa es oír música y otra escuchar canciones, igual que una cosa es hojear libros y otra muy distinta leer literatura.

Cenar con ganas. Sin televisión ni distracciones. Deleitando tus sentidos. Pescado a la brasa ofreciéndose gustoso en el plato. Un buen vino. Algo de queso, quizá. Comida sencilla y sabrosa. Vida sencilla y acogedora. Recoger la cena juntos. Alguna broma privada. Hacerle un mojito a tu chica. Tomarte un Manhattan. Sentados en el sofá. Ver las noticias de televisión. Silenciarlas a besos. Dejar que las cosas sucedan. La pasión te alcance, el amor te mueva. Gemir. Cantar. Reír. Soñar. Vivir en definitiva. Porque vivir es sencillo si sabes cómo. Es lo más importante que hacemos cada día. De ahí que sea tan importante esta sencillez.

Sobre el autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.