Sociopolítica

Misandria criminal: odian a los hombres

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Misandria… hembrismo… feminazismo…

La misandria, el odio absoluto a todo lo que represente la condición masculina, se ha instalado en nuestra sociedad, y no tiene visos de fácil erradicación.

  • Se promueve desde un feminismo radical, que ha acabado dándose en llamar hembrismo o feminazismo…
  • …pero también se promueve desde lobbies constituidos por colectivos LGTB
  • Padecemos numerosos ejemplos de ello: desde la Ley de Violencia de Género; pasando por las decisiones de los tribunales en caso de divorcio o separación de otorgar siempre la custodia a la madre; por la creación de aberraciones como el Ministerio de Igualdad, o los Institutos de la Mujer…

Ley de Violencia de Género: una ley discriminatoria, inmoral y por supuesto anticonstitucional

“Las cifras oficiales no dejan nunca ninguna duda sobre quiénes son las víctimas y quiénes los verdugos”. Barbijaputa (patético/a ‘columnista’ anónimo a anónima cargado/a de veneno, que escribe sandeces para imbéciles en un panfleto pseudoperiodístico ideologizado).  

La frase citada al comienzo de este artículo, muestra la catadura moral de quienes defienden una ley que conculca los derechos fundamentales de todo un sector de la sociedad, al que criminaliza por el mero hecho de tener pene y testículos: el los hombres. Al final Freud va a tener razón, y hay mucho o mucha envidioso/a del pene…

Como libertario, estoy en contra de cualquier forma de violencia. Pero defiendo la igualdad de todas las personas ante las leyes.

El mero hecho de referirse única y exclusivamente a una supuesta ‘violencia de género‘ es una aberración legislativa y de manipulación en los medios, cuando se trata sencillamente de una violencia que debería enmarcarse junto al resto de violencias que se producen en el ámbito familiar: padres y/o madres contra hijos/as; hijos/as contra padres/madres; nietos/as contras abuelos/as y viceversa; tíos/as, sobrinos/as…

En este caso, deberíamos hablar, siempre, de violencia en el ámbito familiar. No ‘de género’ alguno.

No hablamos de género alguno, pues la violencia no hace distinción de género. Las cifras que se manejan son siempre rebatibles, pues han sido interesadamente manipuladas, recogidas bajo el sesgo ideológico.

¿Cuantas mujeres asesinan o ejercen violencia contra sus maridos o parejas, cuánta violencia hay entre parejas lésbicas u homosexuales? ¿Por qué no se considera violencia contra el varón las vejaciones, los insultos, el acoso psicológico y verbal denigrante, humillante que suele ejercer la mujer frente al varón, y sólo computa la violencia física que éste pueda ejercer? ¿Cuántos hombres, ante la vergüenza que supone dejarse maltratar por sus mujeres, no denuncian, no se atreven a hablar, callan y aguantan golpes e insultos?

Mentiras y más mentiras

No existe en nuestra sociedad una ‘lucha de géneros’, pero alguien está interesado en que parezca que es real

Misandria

Foto: robson-otto-aguiar.blogspot.comandria

Nuestra sociedad es moderna. Vivimos en la españa del siglo XXI. No existe un machismo generalizado, no existe una supremacía impuesta del hombre sobre la mujer. No existe discriminación alguna de ésta.

Pueden existir sectores de la misma donde aún persistan actitudes y costumbres que puedan ser calificadas de machistas, como las que se conservan en ciertas etnias (la gitana, por ejemplo) y entre emigrantes de culturas de países latinos, musulmanes e incluso del Este de Europa, pero curiosamente contra este tipo de prácticas no tienen nada que decir las y los defensores de las leyes criminales contra el hombre…

Y sí, existen y existirán hombres que atenten contra mujeres, como mujeres que atenten contra hombres… Seres humanos, al fin y al cabo, independientemente de su género.

Hasta las cifras de salarios cuando se afirma que la mujer gana menos que el hombre, se manipulan, y no contemplan todos los factores que afectan al salario.

En ninguna de las empresas o administraciones para las que he trabajado, he visto jamás diferencia alguna de salario en función del ser hombre o mujer, a igualdad de puesto y méritos. ¡Cómo se permite semejante manipulación informativa?

Es rotundamente falso que se pague a la mujer menos que al hombre.

Solo desde la misandria, desde un odio enfermizo al varón, que ha ido ganando terreno desde que una enferma mental (declarada así por la medicina) Valerie Solanas lanzara la mayor apología criminal consentida contra los hombres: el manifiesto SCUM.

Desde entonces hasta ahora, numerosas seguidoras de la susodicha ‘loca’, que intentó asesinar al artista Andy Warhol,  deberían haber pasado sus días entre rejas, bien por enfermas mentales, bien por terroristas y criminales.

Y sin embargo, una legión de pseudofeministas campa a sus anchas por nuestras calles, vertiendo amenazas contra los hombres, ejerciendo violencia verbal y pública contra los hombres, muchas veces apoyadas por hombres que, o bien son masoquistas, o bien no saben ni lo que son.

El caso es que una minoría de enfermizas obsesivas, que no hace ningún bien por la lucha por la igualdad de la mujer, se ha hecho con el control de un falso feminismo, radical, ‘de izquierdas’, reaccionario, y criminal.

Han alcanzado a tocar las leyes y las instituciones, y a inocular su veneno en la estructura social y normativa de tal modo, que surgen leyes anticonstitucionales como la mencionada sobre la ‘violencia de género’: leyes que anteponen la palabra de la mujer a la del varón, conculcan el derecho a la presunción de inocencia, y convierten al hombre en un criminal por el mero hecho de ser hombre.

En su locura, estas fascistas escupen consignas aprendidas como  ‘capitalismo heteropatriarcal’,  ‘heteropatriarcado opresor falocéntrico’, ¡machirulo falocéntrico miembro del heteropatriarcado opresor’, ‘cristofascismo misógino heteropatriarcal capitalista opresor’, ‘sororidad’, ‘neomachismos’, ‘mansplaining’… estupideces que no tienen ni pies ni cabeza…

El colmo lo supone la ilusión de que no existe una identidad sexual, de que somos seres asexuados,… que vivimos en una sociedad en la que no hay hombres y mujeres y que estos en realidad no se diferencian en nada, son iguales, y que toda diferencia percibida es un producto de la educación patriarcal…

¿Cómo semejantes aberraciones, ocurrencias de dementes, afrenta intelectual a cualquier hombre o mujer con dos dedos de frente, pueden haber calado entre nuestros legisladores y jueces, y haberse convertido en dogma de fe?

La discriminación positiva hacia la mujer es un atentado contra la premisa de igualdad ante la Ley

La discriminación positiva es anticonstitucional. Toda Ley que favorezca a un colectivo en particular, sobre otras personas, debe ser derogada.

Todos debemos, como individuos, ser iguales ante las leyes y gozar de las mismas oportunidades

Y así, deberían desaparecer Ministerios de la Igualdad, Institutos de la Mujer, concursos y premios exclusivos para mujeres, la diferencia en los baremos y exigencia de las pruebas físicas en oposiciones para determinados puestos (¿Acaso un incendio va a ser menos peligroso si acude una mujer a apagarlo? ¿Acaso pesará menos el cuerpo de una víctima a la que haya que rescatar?  ¿Acaso un fusil de asalto pesará menos? ¿Las alambradas y los fosos, los delincuentes, los criminales, serán más condescendientes con la mujer?); las cuotas de género en empresas y organismos son no solo un atentado contra la libertad de empresa y la igualdad de oportunidades, sino un insulto a las mujeres que se ganan el puesto por su mérito y capacidad; etc.

Pero ya puestos a ver cuotas… ¿qué hay de la televisión?

Para ser presentador de TV hoy día, o eres mujer (preferentemente bien dotada y/o feminista, y si eres poco agraciada, seguro que eres feminista…) o eres homosexual.

Este modelo también comienza a primar en la radio y otros medios, pero en televisión resulta evidente. la finalidad es la erradicación de la presencia del hombre en los medios, su presencia como hombre, reivindicativa de su hombría sana y natural, porque lo que pretenden es demostrar que ser hombre es ‘lo anormal’ en la Naturaleza.

Así como los modistos, en su mayoría homosexuales, por envidia hacia la mujer real, con su imposición de una moda pletórica de modelos de mujer escasamente femenina, andrógina y cadavérica (por anoréxica) aniquilaron a ésta, convirtiéndola en una muñeca muerta, en un objeto deformado que paseara por las pasarelas con ademanes ridículos y artificiales; así el lobby gay se empeña en mostrar modelos de ‘masculinidad’ cada vez más próximos a su ideal, y todo lo que no asuma como verdaderos sus principios y los admire, es tachado de homófobo… cuando la realidad es que:

hay una misandria galopante entre feministas radicales y ciertos colectivos LGTB.

¿Qué hay de malo en ser masculino, en ser hombre?

También el lenguaje de lo políticamente correcto, con parafernalias sobre el género en el vocabulario, ha llegado a un paroxismo demencial…

Y cuidado, porque estas nuevas manipulaciones se llevan al ámbito educativo, y no sólo a los medios de comunicación… Nuevos modelos de masculinidad, lo llaman…

Verdaderamente, todos los hombres deberíamos unirnos y hacer algo ¡ya! Deberíamos denunciar todas y cada una de las ocasiones en que como hombres estamos siendo atacados, somos víctimas, nos vemos relegados, no se nos permite el acceso, no nos encontramos en situación de igualdad sino de desventaja…

¡¡ACTÚA EN CHANGE.ORG Y FIRMA LA PETICIÓN!!

Somos hombres, y nos gusta ser hombres , estamos orgullosos de ser hombres, y ese sentimiento no está reñido con el respeto a la mujer, ni con el respeto a opciones sexuales LGTB. Igualdad y respeto, pero para tod@s.

Sobre el autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.