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Cambiar la vocación profesional en la vida adulta

La vida es adaptación, y nuestro trabajo puede no ser para toda la vida si una profunda reflexión nos empuja al cambio

Cambiar la vocación profesional en la vida adulta
Cambiar la vocación profesional en la vida adulta

Es curioso cómo elegimos nuestra carrera profesional: en muchas ocasiones, debemos tomar importantes decisiones al respecto (carrera universitaria, primeros empleos, etc.) a una edad muy temprana y sin conocer casi nada del mundo laboral. En otras ocasiones, muchos jóvenes siguen los pasos de sus padres en lo que respecta al oficio elegido o heredan un negocio familiar y se dedican a este en cuerpo y alma.

Si bien es cierto que variamos algunas de nuestras especialidades durante la vida, no son tan comunes los cambios drásticos en lo que se refiere a nuestra elección profesional; aquella elección que hicimos a una tierna edad y sin apenas experiencia. Pero hay momentos en la vida que nos hacen replantearnos los cimientos de nuestra existencia, algo que puede ocurrir por una cierta infelicidad, por un fracaso en nuestro proyecto, por la aparición de alguna oportunidad que nos atrae o por el descubrimiento de habilidades desconocidas. Veamos algunos casos de éxito.

El cambio no tiene edad

El descubrimiento de las capacidades de uno mismo que pueden orientar a un cambio radical de profesión puede aparecer a edades diferentes. Siempre es más notorio cuando una persona lleva años en un oficio y se da cuenta de que lo suyo realmente es otra cosa. Pero lo cierto es que esta introspección se puede producir en cualquier momento. Por ejemplo, aunque Conor McGregor jugaba fútbol y se preparaba para ser fontanero como su padre, terminó siendo uno de los peleadores profesionales más destacados de la UFC. Otro caso es el del catalán Ramón Colillas, quien empezó estudiando Ciencias del Deporte, practicando el fútbol y haciéndose entrenador personal con un gimnasio propio en Barcelona. No obstante, encontró su vocación en el poker, una disciplina a la cual se dedica ahora profesionalmente y en la que ya ha ganado notables torneos.

El cine: una cantera de cambios de profesión

Aunque, tal vez, uno de los casos más paradigmáticos sea el de Ronald Reagan. Durante 8 años, entre 1981 y 1989, fue presidente de los Estados Unidos, cargo al que llegó con 70 años. Llevaba menos de 20 años metido plenamente en política, aunque sí había apoyado a algunos candidatos una década antes. Lo verdaderamente curioso es que empezó su andadura profesional como locutor de radio y actor de cine y televisiòn, donde protagonizó algunas grandes producciones. Sus primeros contactos con la vida política se iniciaron al ser nombrado presidente del Sindicato de Actores de cine. Recordado siempre por sus dotes oratorias, está claro que aprovechó lo mejor de su anterior vida profesional para sus nuevos cometidos.

El cine una cantera de cambios de profesión
El cine una cantera de cambios de profesión

Si bien es cierto que Reagan tuvo más impacto como político que como actor, la balanza se equilibra cuando hablamos de un actor más exitoso: Arnold Schwarzenegger. Figura del cine de acción de los años 80 y 90, dio el salto a lo grande al ser elegido Gobernador de California en 2003; si bien hay que matizar que ya había apoyado públicamente a algún candidato republicano a finales de los 80 y había tenido un cargo público simbólico a principios de los 90. Como Gobernador, destacó por tener ideas propias respecto de algunas posiciones de su propio partido y supo aprovechar su fama e imagen pública, granjeada como actor durante años, para llevarlas a cabo.

No hay razón para dejarlo todo

También es cierto que hay celebridades que no quieren abandonar totalmente una vida para dedicarse a la otra. Siguiendo con el ejemplo del mundo del cine, Natalie Portman es una de las actrices más cotizadas hoy en día; empezó su carrera en el celuloide a una edad muy temprana, en el filme “León, el Profesional” con Jean Reno. Pero, pese a su fama creciente, no quiso dejar de estudiar y acabó graduándose en Psicología en la prestigiosa Universidad de Harvard. Gracias a dicho título, ha llegado a participar en diversos artículos científicos  e incluso a dar conferencias en otras universidades.  

La capacidad de adaptación es una de las herramientas más importantes que tiene el ser humano, y de ella depende, en gran medida, su capacidad para sobrevivir y tener éxito en sus propósitos. Si nuestra vida profesional no se acaba de realizar, tal vez sea el momento de replantearsela. Eso sí, cada uno según sus circunstancias y capacidades. Y con la adecuada reflexión.

Sobre el autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.