Vivimos en un periodo que destaca entre otras cosas por el consumismo. La tecnología cada vez avanza más rápido y los aparatos electrónicos se quedan obsoletos en menos tiempo.
Todo esto, fomenta un mercado en donde la novedad es lo que manda y prácticamente se cambia en muy pocos años de una gran cantidad de componentes electrónicos.
Ya no se repara, se compra uno nuevo, no importa que sea un móvil, un ordenador o una televisión, los precios tan competitivos que existen en el mercado, invitan a disfrutar de un dispositivo nuevo cada poco.
Estos datos se traducen en una acumulación de chatarra que es muy perjudicial para el medio ambiente. Para combatir estos problemas, el reciclaje de chatarra es la solución. Concienciar a la población de la importancia del reciclaje, nos permitirá dar un respiro al medio ambiente, en esta época tan convulsa que estamos viviendo.
¿Qué perjuicios tiene la chatarra para el medio ambiente?
El problema de la chatarra se entiende mejor si explicamos algunos de los problemas que suponen para el medio ambiente. Muchos de los aparatos que se desechan con frecuencia, como son los monitores o las baterías, contienen plomo.
Con el deterioro de la chatarra, este se libera al medio ambiente y acaba siendo absorbido por los seres vivos, tanto humanos como animales, con todos los problemas que esto acarrea para la salud como el daño en los riñones, cerebro y sistema nervioso. Lo mismo sucede con otro material, el cadmio, un metal pesado que provoca entre otros problemas, cáncer o daño al sistema inmunitario.
En esencia, el problema reside en la liberación de estos materiales, desde el plomo y el cadmio, hasta el mercurio, el litio o el arsénico, presente en algunos cables. Estos materiales, son capaces de contaminar paisajes enteros, causando un gran impacto en la flora y en la fauna del lugar. La acumulación de estos a largo plazo, es terrible.
Beneficios de reciclar la chatarra
El principal beneficio que obtenemos al reciclar la chatarra, es obviamente acabar con la acumulación descontrolada de los productos anteriormente mencionados y su liberación de partículas tóxicas al medio ambiente. De esta manera, con el reciclaje, tendremos todos los productos bajo control, en un medio apropiado, evitando que el medio ambiente de las zonas en donde se abandonan se dañe.
Todo esto se traduce en un menor impacto medioambiental. Un aire más puro, tanto para los animales como para los seres humanos. Además, el poder utilizar estos recursos de nuevo, gracias al reciclaje, nos evita el tener que obtener nuevas materias primas para su fabricación.
Esto es otro aspecto que incide de primera mano en el impacto medioambiental, ya que conseguiremos un ahorro energético muy importante con ello, además de reducir los gases que provocan el efecto invernadero con la fabricación de los mismos.
Para ir terminando, todos estos aspectos también influyen en el bolsillo del consumidor de dos formas diferentes. En primer lugar, en algunos casos, el reciclaje de chatarra se paga, por lo que puedes ganar un extra de dinero si la reciclas. En segundo lugar, un producto reciclado, al tener un coste de producción mucho más bajo, cuenta con un precio más económico.
Esto es debido a que al fabricante le resulta más económico fabricar el producto con los bienes reciclados, ya que, como hemos dicho, no necesitamos extraer ni procesar nuevas materias primas y, por lo tanto, puede poner un precio más bajo a su producto, siendo este más interesante para el consumidor. En definitiva, resulta imposible sacar algún aspecto negativo del reciclaje de la chatarra, ya que a través del mismo, todo son ventajas, tanto para el medio ambiente como para nosotros mismos.