¡No es oro todo lo que reluce! Dice el viejo y sabio refrán. Por ello me reí de buena gana leyendo la noticia que nos llega de la por otra parte, siempre sorprendente Norteamérica o USA; donde ya es un problema los despojos que van dejando los ricos, que por lo que ocurre no eran tan ricos ni podían mantener tanto lujo como el que aparentaban. Y es que lo mismo que las clases más bajas, se creyeron ricos y muchos de ellos se endeudaron hasta el cuello o más; las clases «pudientes» también se embarcaron en aventuras peligrosas y llegada la crisis, sus castillos de naipes se han venido abajo y con tal estrépito, que ya crea problemas a los gobiernos federales. Y es que si bien los despojos del pobre son mínimos y no se notan, los despojos que dejan los ricos sí que se notan y son ya un problema. Y es que en un mundo donde hay de todo para arruinarse, por la superabundancia de caprichos a adquirir; todos los necios terminan por llegar a esa ruina y ello es tan viejo como las civilizaciones del hombre; recordemos que riquísimos patricios del Imperio Romano, se arruinaron, simplemente dando comilonas ostentosas para lucir su poder en Roma. Siempre ha imperado «el tener al ser»… y de ahí los retrocesos continuos de unas civilizaciones que no llegan a serlo y que por ello retroceden y caen o desaparecen incluso.
Veamos lo que se nos cuenta del «nuevo imperio mundial y sus colonias».
Las costas de Estados Unidos y los fondos de sus calas bañadas por el Atlántico y el Pacífico se están convirtiendo en lugar de descanso para aquellos barcos de recreo que no hace mucho eran la excepción por los excesos de sus propietarios. Ante la imposibilidad de vender estos barcos y lo desorbitado de su mantenimiento, sus propietarios han optado por abandonarlos, dado que, de momento, no existe en Estados Unidos una ley que regule esta situación, pese a los grandes riesgos, tanto medioambientales como de seguridad marítima, que supone dejar un barco a la deriva. ¿Qué está ocurriendo en Europa? Supongamos que algo similar o parecido. ¿Qué habrá hecho el famoso «pocero» (famoso constructor de una fantasmal ciudad en la árida meseta castellana) con sus lujosísimos yates? Nadie habla de ello, salvo que quiere irse a Guinea, la que fuera colonia española, si allí lo admite el dictador; así lo he leído en prensa.
Por iguales motivos las mansiones o viviendas de lujo caen de precio y nadie las compra y así y lo estamos viendo, hasta quién se embarcó en una vivienda más lujosa que la que tenía (incluso ya pagada); ahora muchos van a perderlo todo… «es la imbecilidad humana y que refleja muy bien el viejo cuento de La Lechera». Gran parte de lo que lucía, eran simples «luces de bengala»… alumbran mucho pero duran poco.
Pero en USA se ha producido un milagro, las bibliotecas públicas del país registran la mayor afluencia de público en muchos años. No es que de repente se haya producido un brote casi epidémico por la cultura, sino que es de los pocos medios que hay para matar el tiempo libre y que sean completamente gratuitos. ¿Y aquí en Europa? Esperemos noticias, pero aquí ya se sabe, huelgas y algaradas, «pidiendo peras al olmo… que ya no tiene ni hojas». Si no fuera tan trágico era para mondarse de risa.
Ahora y por «bemoles», muchos aprenderán que hay que vivir con los pies en el suelo y que hay que ahorrar de forma consciente, por si llegan «las vacas flacas», que llegan de vez en cuando y gracias a los buitres y otros depredadores que dicen gobernarnos, pero que se demuestra fehacientemente que estamos «solos ante el peligro y siempre fue así». Los gobernantes aún no aprendieron a gobernar «el hormiguero humano y actúan como la cigarra de la fábula… pero malgastando lo de todos los demás»… y además quedarán impunes… como siempre.
