Martes nada nuevo bajo el sol, lo deprimente sigue ahí fuera el país hecho unos zorros y un correo electrónico lleno de basura.
Las noticias siguen siendo pésimas, conozco gente que ya no escucha las noticias para no deprimirse más, es una manera suave de huir de la realidad.
La rutina nos invade poco a poco convirtiendo nuestra existencia en la esperanza eterna de un día mejor.
Cuando te encuentras mal todo lo ves negro y eso influye en lo que sucede a tu alrededor, en tiempos de crisis como los actuales tampoco la prensa ayuda a ver las cosas de mejor color.
La lectura puede ser un buen refugio pero a veces no es bastante con ello, pero aun así es mejor eso que empezar a pensar en lo mal que estamos.
Si uno tiene un día el ánimo bajo las malas noticias no ayudan, lo difícil es sobrellevar las crisis si se juntan con un mal día de esos que de vez en cuando se dan.
Los momentos difíciles parece que pesan mas que los días buenos que suelen discurrir a velocidad diferente.
El tiempo tiene la extraña habilidad de distorsionar la realidad y aliado con la memoria acaban idealizando algunos momentos buenos y haciendo que los que no lo son tanto duelan mucho y pesen mas.
El tiempo todo lo cura y todo lo distorsiona, la memoria se alía con el tiempo y acaba manejando nuestros recuerdos a su antojo.
Dos personas pueden tener las mismas vivencias pero recordarlas de modo diferente.
No hay que fiarse de nada ni siquiera de nuestra propia memoria.
No hacen falta enemigos teniendo la mente tan complicada que tenemos, la memoria siempre nos traiciona.
Hoy es martes la crisis continua, las noticias siguen siendo malas, pero no pasa nada dentro de unos años la memoria habrá distorsionado la actualidad.
La memoria es como los políticos lo manipula todo a su antojo y en su propio beneficio.
Mañana seguiremos intentando sobrevivir en tiempos difíciles como los actuales, soportando todo aquello que nos sucede…
El martes va ser como todos gris falto de alguna buena noticia y poco más a la espera de que la memoria lo adorne…