EL CRISOL – Pascual Mogica Costa
No, no me refiero a ese fenomenal cómico conocido como “Marianico el Corto”, no, estoy hablando de Mariano Rajoy. El incipiente líder de la derecha española está exultante de alegría porque ha ganado unas elecciones que deberían haber supuesto una goleada contraria a los socialistas y que se ha quedado en un 3,7 puntos de diferencia a favor del PP, algo que no se entiende muy bien teniendo en cuenta la que le está cayendo al Gobierno de Zapatero con motivo de la crisis por la que todo el mundo está atravesando. Una victoria más abultada para el PP hubiera supuesto el reconocimiento de la confianza que Rajoy le merece a los españoles, lo cual nos lleva a la conclusión de que Rajoy está muy lejos de ser el líder carismático que la derecha necesita. Es momento de recordar lo que la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, con muy buena lógica, dadas las circunstancias concurrentes, dijo, durante la campaña electoral, que la diferencia debería ser de diez puntos a favor del PP y solamente ha quedado en esos 3,7 puntos. Por cierto, ante este corto resultado Esperanza Aguirre, ha recordado a Rajoy, que la Comunidad de Madrid es un granero de votos para el Partido Popular. Aviso a los navegantes. Rajoy, sigue sometido a ese examen constante que le están haciendo los suyos.
Es evidente que Mariano Rajoy, se ha quedado corto. Los socialistas han perdido estas elecciones al Parlamento Europeo, pero cara a futuras confrontaciones electores, pueden estos estar un tanto tranquilos si Rajoy sigue siendo el líder del Partido Popular. Con él, y con Javier Arenas, el eterno aspirante a presidente de la Junta de Andalucía, se da el caso de puede haber una cierta seguridad de que el PSOE obtenga resultados positivos. Por cierto, no creo que después de que en Andalucía haya vueltos a ganar el PSOE, se le ocurra a Arenas, una vez más, pedir elecciones anticipadas en Andalucía. Eso sería llegar a la quintaesencia del masoquismo.
