Un grupo de investigación alemán ha conseguido lo que otros grupos en Europa y Estados Unidos anhelaban desde hace años: un dialogo directo entre el hombre y la máquina. El Berlin Brain-Computer Interface, como se denomina esta interconexión, ha sido presentado en Salamanca con motivo de la inauguración del Iwaal (International Workshop of Ambient Assisted Living), un encuentro internacional sobre tecnologías aplicadas a personas con discapacidad o dependencia.
Este ingenio permite, de forma primaria, detectar la preparación del cerebro ante un movimiento articular y está siendo utilizado de forma experimental en pacientes con una enfermedad neurodegerativa, la esclerosis mútiple amiotrófica.
La interfaz entre el cerebro y el ordenador parte de la actividad eléctrica cerebral, registrada a través de electrocardriogramas. Unos electrodos situados en la corteza cerebral miden las señales eléctricas del cerebro. Estas señales son ampliadas y transmitidas al ordenador, que las transforma después en comandos de un dispositivo de control. La clave está en la superficie de la corteza cerebral refleja intenciones motoras, esto es, un reflejo neural de futuros movimientos articulares. El BBCI (Berlin Brain-Computer Interface, o en castellano, interfaz cerebro-ordenador Berlín) detecta este cambio y usa la información para dar órdenes primarias como elegir entre la alternativa de levantar la mano derecha o izquierda.
«De esa recogida de datos, pretendemos realizar acciones más complejas como deducir pensamientos», afirma a DiCYT Klaus-Robert MÁ¼ller, director del proyecto, «Esto es, que el cerebro actúe sin ningún mecanismo físico para llevar a cabo acciones». El gran desafío ahora de su equipo de investigación, es comprender como el cerebro atiende a varias acciones a la vez. Cuando estamos realizando una acción, caminar por la calle, por ejemplo, hay otras señales exteriores que ignoramos: el sonido de los coches, los gestos de un peatón pidiendo un taxi… «Pretendemos separar y priorizar todos estos datos, pero sabemos que nadie hasta ahora lo ha conseguido porque es un trabajo complejo», advierte MÁ¼ller.
Esclerosis múltiple amiotrófica
En el desarrollo de este interfaz están involucrados un total de veinte investigadores tanto el personal del Arbeitsgruppe Maschinelles Lernen / Intelligente Datenanalyse que dirige el profesor MÁ¼ller, como personal de la Universidad Tecnológica de Berlín, de la Fraunhofer-Gesellschaft y un grupo de neurofísicos. Actualmente mantienen tres líneas principales. La primera se posibilitar la realización de señales a través de ordenador, ya que la creación del interfaz significa que es posible desarrollar dispositivos que realicen esta operación y que la realicen a distancia, vía internet. La segunda es utilizar la información extraída desde el cerebro en videojuegos, de forma experimental. El grupo ha logrado que un jugador pueda accionar los pulsadores derecho e izquierdo de un pinball. La tercera es la aplicación en personas que padecen esclerosis múltiple amiotrófica, una enfermedad neurodegenerativa por la que se produce una paralización progresiva de los músculos. MÁ¼ller estima que estos últimos ensayos clínicos pueden producir resultados positivos en un plazo de diez años aproximadamente.
El Iwaal forma parte de una serie de seis congresos que se están cerebrando de forma conjunta en Salamanca con la inteligencia artificial como nexo en común. Estos eventos tienen lugar entre hasta el viernes día 12. Están inscritos un total de 470 participantes, procedentes de ámbitos como la Informática o las Matemáticas.