Sociopolítica

Crítica de la razón roja (I)

Ya viene la Feria del Libro por antonomasia. ¿Debo aclarar que aludo a la de Madrid? Seguramente, porque lo de antonomasia es palabro de difícil deglución para las molleras de los chicos de la LOGSE y el plan Bolonia. Bolonios, en efecto, son, mayormente, esas víctimas del Sistema, y si tampoco, como es de temer, conocen el significado de tan gráfico adjetivo, busquen su segunda acepción en el tumbaburros, aun a riesgo de que éste, haciendo honor a su apodo, los tumbe. ¡Ya que sus profesores no lo hacen! Antonomasia viene del griego, y fue en Grecia donde empezó la historia de la filosofía. Malos tiempos corren para ésta desde que mi tío Ruiz-Giménez dio mulé al bachillerato de Sáinz Rodríguez y divorció las ciencias de las letras. Eso fue en el 53, y desde entonces vamos a menos. Queda aún por aquí, trasconejado, algún que otro profesorcillo de filosofía, pero filósofos, lo que se dice filósofos, apenas hay ya en Vandalia. Si Yavé, para perdonar los pecados de ésta, exigiese a Lot diez representantes de tan rara especie, el país acabaría como acabó Sodoma. Uno de los más ilustres supervivientes en la magra nómina de la filosofía es Antonio Escohotado, que no irá, supongo, a firmar al Retiro, pues no es persona dada a tan antiepicúreas vanidades, pese a ser el autor de lo que a mí me parece libro del año y, posiblemente, de la década. Salió en noviembre, es un tocho de tropecientas páginas, lo ha publicado (con un par) Espasa y se titula Los enemigos del comercio. El único error del filósofo en lo concerniente a tan monumental obra, de la que hablaré con más detenimiento de hoy en ocho, es haberla llamado así, incurriendo en flagrante paradoja y, por ello, filosófica virtud, pues el título da razón de sí mismo al ser dudosamente comercial y poco idóneo para que los visitantes peripatéticos de la Feria, que nada tiene que ver con el Liceo de Aristóteles, cedan a la tentación de comprarla. Sugerí yo a Escohotado que la llamase Crítica de la razón roja. Me dijo que lo consideraría, pero lo desechó. No importa. El título no hace al monje ni sirve para esconder un tractatus de tamaña envergadura. ¿Verga dura? Pues sí: potente filosofía en fase de máxima erección. ¡Ojalá leyeran Zapatero y las cocotas de su boudoir el libro de Escohotado! En él se explica todo lo que debería hacerse para salir de la crisis y lo que no debería haberse hecho antes de que ésta empezara. No lo leerán, claro. También ellos son chicos de la LOGSE.

Sobre el Autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.