EL CRISOL – Pascual Mogica Costa
Sabido es que todos aquellos que por naturaleza propia suelen ser malos pagadores aprovechan muy bien las épocas de crisis para justificar el no cumplimiento de sus compromisos de pago. “Es que esta crisis me afecta mucho. Lo siento pero no puede pagarte ahora” dicen y repiten constantemente a sus acreedores.
Pero mira por donde aquí, en Elche, en mi ciudad, la Iglesia se ha acogido a esto de la crisis para justificar el notable descenso de parejas que se casan por la Iglesia. Hace unos días el diario provincial “Información” de Alicante publicaba unos datos estadísticos en los cuales se comparaban, a nivel de Elche, repito, como habían evolucionado las bodas civiles y religiosas en estos últimos años. Esos datos nos mostraban lo siguiente: Matrimonios civiles en 2005: 1.171; en 2006: 1089; en 2007: 969 y en 2008: 994. Matrimonios por la Iglesia: En 2005: no daban datos; en 2006: 670; en 2007: 571 y en 2008: 495. O sea, comparando solo el período de 2006 a 2008 se celebraron 1.316 matrimonios civiles más que por la Iglesia. La diferencia es muy descriptiva. Entre 2005 y 2008 los matrimonios civiles sufren un descenso del 17,8% y los celebrados por la Iglesia una caída del 35%.
Como el que no se consuela es porque no quiere y teniendo en cuenta aquello que dice que no hay más ciego que quien no quiere ver, el vicario episcopal de Elche aseguró que “el hecho de que la gente se case menos por la Iglesia no significa que se crea menos en ella”. No sé si esto será así porque uno no está dentro de los que contraen matrimonio por una u otra opción, pero si estoy seguro, porque comentarios los hay, es que la gente puede seguir creyendo en Dios pero no en los que lo representan que hoy se dedican más a hacer política que a hacer Iglesia.
Sigue diciendo el vicario episcopal: “hay que tener en cuenta que la gente suele asociar el casarse por la Iglesia a gastarse mucho más dinero porque después celebran banquetes y fiestas”, añadiendo: “Las bodas civiles son más discretas y los novios pueden contener más los gastos”. Hace referencia a la crisis y dice que esta ha afectado negativamente al número de enlaces matrimoniales que se celebran por la Iglesia. No tiene en cuenta que también ha afectado a los enlaces civiles y en estos el descenso es mucho menor. Lamentable. Al parecer la Iglesia se utiliza para justificar el boato y el fasto. Eso no es bueno para ella. Yo he asistido a bodas por lo civil y por la Iglesia y he visto derroche y austeridad en ambos casos. Eso no depende de la Iglesia, depende de la economía de los contrayentes. Creo que no está muy acertado el vicario episcopal cuando achaca la decisión de casarse por la Iglesia a la buena disponibilidad económica de la pareja o de su familia. Si es por esto ya pueden apagar y marcharse.
Elche es una ciudad muy poblada, más de 223.000 habitantes, la tercera de la Comunidad valenciana, y estas cifras a las que he hecho referencia anteriormente dan la medida del desarraigo de la juventud en lo que afecta a la Iglesia Católica. Estoy seguro de que en poblaciones importantes de España, con más de 25.000 habitantes los porcentajes estarán muy acordes con los que se dan en Elche. Sería muy largo enumerar aquí y ahora las causas de ese desarraigo, pero no creo que sea necesario porque la inmensa mayoría de los españoles saben de ese porqué. Pero no quiero finalizar sin recordarle a los obispos españoles aquel dicho que es muy descriptivo: “Zapatero a tus zapatos”. Y no me refiero al presidente del Gobierno.