Cuando se asume el poder con un único objetivo presentado como proyecto político superador y este se reduce a poner en práctica medidas simplistas de gobierno que se agotan en confrontar y dejar sin efecto todo lo bueno de la anterior administración, el destino y la resultante de esas políticas desatinadas se traduce en la realidad de la crisis que transita España bajo la actual administración Socialista.
A diferencia de otras administraciones progresistas de la izquierda europea, en el caso español, el gobierno Socialista decidió eliminar expeditamente los ocho años de austeridad presupuestaria, intervino las instituciones del Estado con posiciones partidistas, desprecio las reformas económicas y se encargo de romper en pedazos los proyectos de unidad y cohesión nacional. Por no hablar de los errores groseros en política exterior que aislaron a España de los países serios en la comunidad internacional.
Cuando se asume el poder con un único objetivo presentado como proyecto político superador y este se reduce a poner en practica medidas simplistas de gobierno que se agotan en confrontar y dejar sin efecto todo lo bueno de la anterior administración, el destino y la resultante de esas políticas desatinadas se traduce en la realidad de la crisis que transita España bajo la actual administración Socialista. Para el ideario Socialista gobernar es muy fácil -lo hacen por decreto- y se muestran así sensibles a las necesidades de la gente sin responsabilidad posterior por sus acciones. Así desarrollan su marketing y se felicitan por ser mejores que los anteriores insensibles <<que no es que eran responsables>>, sino que desde el prisma Socialista, desarrollaron políticas desalmadas. El ideario socialista sostiene que las políticas antisociales del PP rebajaron los salarios de los trabajadores menos calificados y esto, en su acotado pensamiento, es una herejía, de modo que lo arreglan de un plumazo, suben lo que haga falta salarios y pensiones, claro que nunca reparan en las consecuencias inflacionarias.
Hoy, la administración de Rodríguez Zapatero (ZP) esta tratando de reaccionar como el boxeador que se mantiene en pie pero esta nock out y aunque jamás se debe esperar que reconozca sus groseros manejos económicos se encuentra de cara a la realidad, la misma realidad en la que su ignorancia y buenismo económico la ha colocado. El problema no es ZP, más bien es que la ciudadanía española toda deberá pagar la factura y los platos rotos de estas posiciones populistas del PSOE. Millones de españoles están tomando conciencia que han sido engañados por una administración irresponsable que se harto de hablar de los derechos mientras cientos de miles de españoles hoy se ven privados de su elemental derecho a trabajar.
No cabe duda que en la España actual las conductas irresponsables han sido el eje central de la gestión populista del gobierno Socialista. La resultante esta a la vista, el daño puede resultar inconmensurable a una sociedad española que aun espera respuestas que no llegan. El autismo del gobierno socialista es tal que sus medidas para superar la crisis no solo marchan hacia ningún sitio, sino que amenazan con profundizar la debacle.