Las carreteras se fueron perfeccionando para lograr una mayor movilidad, una mayor velocidad y una mayor comodidad para todos sus usuarios; pero la realidad es que ese entramado de vías asfaltadas ya se ha convertido en una especie de selvas o laberintos, donde abundan tantos obstáculos que hay que ir tan pendientes de ellos como del propio asfalto por el que circulas y en realidad yo entiendo que todo ese entramado se ha ido «tejiendo», para tener miles de oportunidades de multar al conductor y por ende que el erario público o municipal, tenga una infinidad de medios para recaudar impuestos, ya que las multas de tráfico son ya mucho más gravosas para el individuo que incluso para el ladrón, que cogido con las manos en la masa, simplemente lo sueltan en la comisaría por cuanto no es delito si el robo no llega a una determinada cantidad monetaria, cosa que aprovechan y bien aprovechado las bandas de ladrones organizadas. Por otra parte: ¿Para qué vehículos que pueden alcanzar velocidades enormes, si luego no te dejan alcanzar ni la mitad de ellas? Está claro, para sacarte dinero por los «excesos de velocidad»… ¿Por qué no limitan esas velocidades a la hora de fabricar automóviles y así no se incumpliría la norma impuesta en carretera?
Los obstáculos circulatorios en las poblaciones son ya para ir «con lupa», puesto que aparte de lo anárquico de la circulación y que las denominadas «autoridades» no son capaces de controlar; estas mismas te «siembran» su área de mando, de todo tipo de limitaciones; sean rotondas, limitación de velocidad, protuberancias en la calzada, algunas de las mismas son ya como gibas de camello, etc. Eso sí, esas autoridades y «empleados oficiales», se reservan lugares privilegiados para ellos no tener molestias para aparcar o guardar sus automóviles, incluso los privados.
Por las vías interurbanas, e incluso en las autovías, que se dice fueron pensadas para que y como en las autopistas, no hubiese obstáculos (en España se puede circular por ellas hasta un límite de 120 kilómetros hora)… ves con sorpresa, que con mucha frecuencia, en la misma autovía, te colocan señales de limitación de velocidad, que van desde los 100 hasta los 80 o menos km. (hora). Incluso en algunas y sin salirse de la autovía, de pronto ves que al frente aparece una rotonda y en la misma la velocidad te la limitan a cuarenta kilómetros hora, por lo que ciertos tramos de las tan cacareadas autovías de cuatro carriles, se convierten en tramos de simples carreteras comarcales y en las que tienes que ir con un cuidado enorme. Aún así se producen accidentes por la confusión que crean y en los que hay abundantes muertos
Ello no insta para que en esas famosas rotondas y que tanto están proliferando en España, ocurran frecuentes accidentes mortales y debido a que son como tapones de la circulación, puesto que en tramos bastante cortos has de pasar de venir a cien, reducir a cuarenta. No hablemos de la falta de cuido en algunos tramos, donde las autoridades esperan a que se «consolide» un deterioro notable antes de acometer reparaciones; no hablemos de curvas no precisamente para «autovías», peraltes inexistentes, firmes aprovechados de viejas carreteras, etc.
Da la sensación que en muchos casos, parece como si cada tramo, sector, municipio, o distrito; tuviese sus propias normas o caprichos y el mandamás de turno, hace de ello lo que mejor le viene en gana y prescinde de las normas que debieran ser lógicas para hacer más llevadero y agradable el conducir un automóvil, disfrutando de una velocidad que no sería peligrosa si esas autovías fueran en realidad… «autovías».
Ahora lleva tiempo el gobierno nacional, de presumir de que en este año han bajado los muertos en carretera en más de cien y por ello se muestran la mar de satisfechos; pero yo estimo que la bajada de muertos en carretera no se debe a todas esas medidas de cepos, obstáculos y demás controles de velocidad, alcoholemia, drogados conduciendo, etc. sino a otra cosa de la que no hablan por cuanto no es político.
Esa bajada de muertos en carretera, tiene «otras lecturas» y entre las principales están a mi entender, el constante aumento de tramos de autovías abiertas al tráfico y sobre todo, la reducción de vehículos en cartera y debido a la enorme crisis económica y que soportamos, donde «el termómetro» principal es el del turismo de este verano, que se estima bajará un veinte por ciento yo mismo lo veo en mis frecuentes viajes a la costa andaluza de Málaga… hay muchos menos vehículos (camiones incluidos) en carretera y por descontado, muchísimo menos personal en la playa; y cuando esto escribo es la primera decena de agosto, mes más vacacional de todo el año.
Por tanto y con ello cierro… «si hay menos muertos en carretera y menos accidentes… simplemente es por cuanto la circulación ha bajado en una proporción enorme y ello lo tiene que decir el consumo de carburantes, que controlado por el Estado sabe la realidad de ello».