Sociopolítica

11-M: La obsesión de Pedro J. Ramírez

Viene ya siendo habitual que en la carta del director de Pedro J. Ramírez, hable de lo que hable, mencione el 11-M. En la de fecha 02.08.2009 titulada ETA y el Constitucional decía: ‘…ETA ya vio una cierta luz al final del túnel cuando Aznar cometió el error de darle el estatus de «movimiento de liberación nacional» y enviarle como interlocutores a dos altos cargos del Gobierno. Por eso el final de la tregua del 99 fue tan sanguinario y los contactos secretos del PSOE y ERC tan estimulantes para la banda. El 11-M le abrió un escenario nuevo en el que su adrenalina política se disparó en apenas unos meses…’ Ambiguo y equívoco, no sé si quiere decir que el 11-M fue cometido por ETA…o no. Creo que Ángeles Escrivá -a la que cito más adelante- es bastante más clara.

En la carta del director de Pedro J. Ramírez del 30.08.2009 titulada «Nothing in the air» -desde luego el título es una formidable manera de promocionar y defender el castellano- en la que, ilustrada con viñetas de futbolistas y Rajoy, habla del BarÁ§a, del Real Madrid, de Thunderclap Newman, Apple, British Airways, Coca Cola, el Flick y el Flock de Jorge Verstrynge, Filesa, los GAL, el juez Gómez Bermúdez, etc., también sale a relucir, ¿cómo no?, el 11-M: «…Nadie ve que al PP le vaya la vida en que el Estatut vuelva a la papelera de la que nunca debió salir. Como nadie vio que al PP le fuera la vida en el descubrimiento de la verdad del 11-M…», dice el director de El Mundo.

Vamos, que le ha cogido gustillo al 11-M, que a falta de argumentos sólidos viene utilizando como un comodín que vale para colocar a cualquier hora y en cualquier lugar. No sería de extrañar que cualquier día hable de la vida y muerte de Michael Jackson y mencione el 11-M. Pero la obsesión de Pedro J. Ramírez con el 11-M cada día se va dando más de bruces con los hechos. Me explico:

El día siguiente al criminal atentado perpetrado por la banda terrorista ETA contra dos guardias civiles en Mallorca, el periódico que dirige Pedro J. Ramírez publicaba una lista con los nombres de las 823 personas asesinadas por ETA hasta esa fecha. Además, el editorial no dejaba lugar a dudas: «ETA ha asesinado a 823 personas». Leí detenidamente, uno a uno, los nombres: no estaba el de mi hijo Daniel. Y no sólo eso, en dicha lista el número de asesinados por ETA en el 2004 es cero. ¿Entonces Daniel no fue asesinado por ETA? ¿Más de cinco años dedicados por El Mundo a dar pábulo a la participación de ETA en los atentados terroristas del 11 de marzo de 2004 para ahora no incluir a Daniel en la lista? ¡Qué sorpresa tan grande! No creo que el director de El Mundo pueda escudarse en que «Para su realización, se ha tomado como referencia la lista publicada por la Fundación Víctimas del Terrorismo, realizada con las fuentes oficiales del Ministerio del Interior…», porque es de suponer que El Mundo después de todo lo que ha dicho, tenga su particular lista de asesinados por ETA.

Es por ello que canta mucho, demasiado, la ocasión perdida por El Mundo para haber publicado a bombo y platillo su propia lista de asesinados por ETA, incluyendo a los del 11-M. ¡Qué incomprensible error! ¡Qué gran oportunidad malograda por El Mundo para haber vapuleado, vilipendiado y denunciado a la Fundación Víctimas del Terrorismo y al Ministerio del Interior por disponer y proponer una «lista oficial» acorde con la cacareada «versión oficial». ¡Y qué frustración tan inmensa para los seguidores de la moribunda teoría de la conspiración el no ver publicada en su periódico de cabecera la lista de asesinados por ETA con los nombres de los asesinados el 11-M!

¿Qué ha podido pasar? ¿Un descuido de El Mundo, fruto de sus innumerables e insuperables contradicciones? ¿Una calculada operación para ir señalando poco a poco a sus seguidores el camino del abandono de la teoría de la conspiración? ¿O tratará de darle alguna justificación a esta lista, capaz como es de decir una cosa y la contraria?

El sábado 01.08.2009, Ángeles Escrivá -a quien me referí en el primer párrafo- iniciaba en El Mundo una serie de cinco capítulos, durante cinco días consecutivos, dedicados al Nacimiento de ETA y su Aniversario Criminal. En el capítulo tres escribe: «Si en 2000, ETA había llegado a cometer 70 atentados con 23 víctimas mortales, en 2003, el número de muertos fue de tres, los últimos hasta la tregua de 2006». De nuevo la confirmación de cero asesinatos de ETA en el 2004. Y en el capítulo cuatro escribe: «Y, para complicar todavía más su estrategia, el 11-M los islamistas perpetraron una serie de atentados en Madrid que hicieron que cualquier otro asesinato resultase inasumible y absolutamente contraproducente incluso para las bases de la banda».

Ahora sí, ahora no. Ahora digo esto, ahora digo lo otro… De todas formas, tengo la impresión de que los editorialistas de El Mundo, con Pedro J. Ramírez a la cabeza, ni ellos mismos se creen ya lo que dicen respecto al 11-M, pero no pueden dar marcha atrás y dejar a sus seguidores en la estacada. Parecen atrapados y sin posibilidad de desmarcarse, aunque quisieran, de la teoría de la conspiración por temor a que sus fieles les abandonen. El doble juego que mantiene El Mundo con el engendro creado no parece que pueda tener una solución a corto plazo.

En su artículo de El Mundo, Cumpleaños feliz, de la sección A Diestra y Siniestra, del día 31.07.2009 -el mismo día de la publicación de la lista de los asesinados por ETA-, David Torres escribía: «Por más que Zapatero se empeñara en maquillar la explosión de la T-4 con el cariñoso apelativo de «accidente» y por más que Aznar se dedicase a pasarles la mano por el lomo, ETA sigue a lo suyo, a lo de siempre».

Durante el mes de agosto hemos conocido que la actuación de los jueces ha seguido profundizando en la autoría islamista. Las autoridades francesas entregaron a la policía española a Said Rehou, un presunto terrorista vinculado a los atentados del 11-M, y el juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco abrió un nuevo sumario sobre los atentados del 11-M desglosado de la pieza principal de la investigación contra siete islamistas acusados de colaborar y ayudar a huir a varios de los autores de los atentados. He subrayado parte de la frase anterior para desmontar el titular de portada de El Mundo del 21.08.2009 que decía: «Otro juez reabre el 11-M para investigar la fuga de acusados». Es falso, es otra artimaña periodística para engañar y confundir; otra muestra del doble juego, de la ambigÁ¼edad y la tergiversación; otra demostración más de que El Mundo también sigue a lo suyo, a lo de siempre. No había reapertura del 11-M en el sentido que Pedro J. Ramírez persigue desesperadamente desde la conferencia que dio en el Foro de la Nueva Comunicación, organizado por Nueva Economía Fórum en diciembre de 2008. Es un sumario nuevo, como es posible que se pudiera abrir alguno más: por poner un ejemplo, sólo un ejemplo, si se abriese un nuevo sumario por el descontrol existente en Mina Conchita en los tiempos del Gobierno de Aznar; descontrol que permitió que los terroristas islamistas se hiciesen con los explosivos a cambio de droga. Como constatación de la falacia del titular de la portada de El Mundo, sólo unos cuantos días después, el 25.08.2009, el propio juez Eloy Velasco rechazaba contundentemente reabrir el 11-M, juzgado y sentenciado tanto en la Audiencia Nacional como en el Tribunal Supremo, dando carpetazo de nuevo a la teoría conspirativa. Por otra parte, no me consta que Pedro J. Ramírez haya presentado en sede judicial las acusaciones periodísticas que hizo el 01.06.2009 contra 18 cargos policiales, judiciales y fiscales con relación al 11-M. Por cierto, ¿les suena a algo la cantinela habida durante el mes de agosto referida a cargos policiales, judiciales y fiscales?

Concluyo:

A los que «le va la vida en el descubrimiento de la verdad del 11-M»: ETA ha reivindicado los últimos asesinatos de Eduardo Puelles, Carlos Sáenz de Tejada y Diego Salvá, y los ataques en Durango, Burgos y Mallorca. ETA no sólo no reivindicó los atentados del 11-M, sino que negó su participación en el 11-M en un boletín interno. Y no sólo eso, ETA afirmó que el Gobierno de Aznar supo desde el principio que no cometió el atentado. El auto del juez Juan del Olmo incluyó la transcripción del vídeo de reivindicación del 11-M recogido el 13 de marzo en una papelera junto a la mezquita de la M-30, en el que en nombre de su portavoz militar en Europa, Al Qaeda se hace responsable del ataque acontecido en Madrid. Y no sólo eso, el 15.04.2004 se escuchó una cinta de audio atribuida a Bin Laden, en el que éste asumió la autoría implícita de los atentados del 11-M.

A algunos periodistas y políticos: ¿Continuarán pasando también la mano por el lomo de los terroristas islamistas del 11-M… o no?

Sobre el Autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.