NO TOQUÁ‰IS A MIS DIOSES
“Ninguna confesión tendrá carácter estatal”, argumentaba Joan Tardá i Coma, Diputado de Esquerra. De modo, concluía de esta proclamación constitucional (artículo 16.3), que ningún representante del Estado, nacional, autonómico, municipal, podrá serlo en acto confesional alguno.
“Los poderes públicos tendrán en cuenta las creencias religiosas de la sociedad española”, respondía Manuel de la Rocha Rubí, Diputado socialista. De modo que debe entenderse la proclamación constitucional (artículo 16,3) como el compromiso del Estado de no convocar por sí acto confesional alguno.
Tardá se quedó solo.
Yo silenciosamente recordaba que, si bien no hay que adorar a dioses falsos, no podemos tocar los dioses de la sociedad. Ambos son preceptos bíblicos.
Porque estaba en estos pensamientos, dije a Manuel de la Rocha: “Vengo diciendo que el Congreso de los Diputados es la Universidad de la Ciudadanía. Desde hoy diré que en el Congreso de los Diputados hay también una Cátedra de Teología”.
Asistía yo por primera vez a la Comisión parlamentaria de Constitucional, presidida por Alfonso Guerra y que me eligió unánimemente como Vicepresidente.
Manuel Pérez Castell
Diputado de España por Albacete
http://pcastell.blogspot.com