EL CRISOL – Pascual Mogica Costa
Para algunos habrá supuesto una sorpresa la convalidación por parte del Congreso de los Diputados el decreto ley que regula la Televisión Digital Terrestre (TDT), para otros muchos, para los que creemos y estamos convencidos de que el Gobierno de Zapatero siempre actúa en beneficio del interés general, nos ha parecido lo más natural del mundo y así lo ha visto la mayoría de los diputados de la Cámara Baja al apoyar la decisión del Gobierno.
Hay quien no ha digerido muy bien esta medida y ha dado lugar a que los que creíamos que los medios propiedad del Grupo Prisa estaban en la línea de prestar especial atención, tal y como venía siendo habitual hasta hace un mes, a aquellas formaciones políticas de tendencia marcadamente progresista, nos sintamos muy decepcionados. Ahora comprobamos que no, que lo que apoyaban lo hacían por una pura cuestión de puro y simple egoísmo: Marcar en solitario el mercado audiovisual de pago sin ningún tipo de competencia.
La decisión del Gobierno de Zapatero de regular la TDT, ha causado en el Grupo Prisa el mismo efecto que producía el DDT, con el que se eliminaban toda clase de parásitos. El Gobierno ha acabado con una especie de monopolio solapado, así lo veo yo, que imponía sus tarifas en la televisión de pago. Con eso, con abrir ese mercado, el Ejecutivo ha conseguido que se establezca una competencia que sin duda alguna va a beneficiar a millones de ciudadanos. Basta con señalar que Digital Plus ha rebajado el pago por visión en el fútbol. Como muy bien ha dicho el ministro de Industria, Miguel Sebastián, antes, cuando no había competencia se pagaba por ver un partido 12 euros, cobraba Canal Plus, y ahora esta cadena ofrece 8 partidos por 15 euros. Esto es lo que ha sentado mal al Grupo Prisa: el tener competidores.
Es evidente que el Gobierno, una vez más, ha actuado en beneficio del interés general.