El Dólar se encuentra en caída libre y no parece que nadie esté interesado en acudir en su auxilio, porque los que pueden ayudarle necesitan su debilitamiento para recuperar una economía hecha trizas por la crisis económica y por los excesos de la Administración Bush.
La Reserva Federal estadounidense podría salvar la caída del Dólar, pero para ello tendría que perjudicar a las empresas nacionales que están aprovechando este debilitamiento de su moneda para exportar sus productos con mayor facilidad, con lo que están consiguiendo, a su vez, sanear la balanza comercial estadounidense.
Por ello el Dólar sigue cayendo, mientras que el Euro sigue subiendo sin un límite cercano o aparente, con lo que las exportaciones de productos desde la Unión Europea se están viendo afectadas de manera importante, porque las empresas europeas se encuentran en inferioridad de condiciones respecto a las estadounidenses.
Sin embargo, este debilitamiento del Dólar tiene una segunda lectura, más ventajosa para la Unión Europea. Si en el corto plazo se produce una desviación de las exportaciones a favor de las empresas estadounidenses, en el largo plazo la situación se revierte y favorece a las empresas europeas.
A medida que el Dólar pierde fuerza, los inversores internacionales irán disminuyendo sus depósitos en dólares e incrementándolos en euros, con lo que la moneda europea irá cobrando cada vez más importancia a nivel internacional.
La tendencia natural, si se siguen dando las mismas condiciones actuales, es que en breve el Euro sustituya al Dólar como moneda referencia para las transacciones internacionales, lo cuál dará una situación de ventaja a las empresas europeas.
Es más, con el continuo debilitamiento del Dólar cobran fuerza los rumores, fundados, o no, sobre la posible desaparición de la moneda estadounidense y la aparición de una nueva divisa común para los países americanos, el Amero, que permita simplificar las transacciones comerciales entre ellos.
Nada está claro, nada es seguro, lo único que se puede asegurar es que nos encontramos cerca de un cambio de paradigma de divisas, primero el Dólar sustituyó a la Libra como moneda de referencia internacional, y parece que ahora será el Euro el que tome el relevo del Dólar.
