Digámoslo claro y bien alto; esa es la situación de España y los españoles; estamos tan huérfanos como aquellos a los que se les murió el padre y la madre.
Cada vez más españoles se dan cuenta de la calamidad que nos cayó «en las urnas» con el nefasto y devastador Zapatero y por ello el cada vez mayor clamor de que se vaya cuanto antes y convoque elecciones. Pero es que viendo el panorama actual es que tampoco nos vale la oposición que aspira a sucederle, puesto que apenas han ejercido como tal y han estado esperando «que caiga la breva», si bien esa breva el actual inquilino de la Moncloa y sobre la base de endeudarnos hasta la tercera o cuarta generación de españoles aún no nacidos (nietos, biznietos y tataranietos) trata de asegurar su sillón «monclovil» y atornillarlo hasta por lo menos, los Juegos Olímpicos siguientes a Río de Janeiro. El año que viene se recaudará la mitad de lo que el nefasto Zapatero piensa gastar o malgastar.
O sea una delicia del presente y mayor delicia de porvenir; puesto que ya hay que decir claramente que no solo sobran el inútil Zapatero, sino que igualmente sobra el otro inútil conocido como Rajoy y que no se comió ni se va a comer una rosca, puesto que está claro que nunca va a pasar del «segundón» que desgraciadamente dejó el menos malo de los políticos del último cuarto de siglo, o sea Aznar, que si no fue bueno (que no lo fue) al menos supo encarrilar la economía para unos cuantos años más y eso en esta infeliz España ya es algo digno de ser recordado.
Sus herederos y a la vista está, «andan ya a palo limpio» y cada cual se encastilla en su particular fortaleza y no cede ni «una ballesta».
¿Qué hacer y qué pensar? Visto el panorama de «condes, duques, reyezuelos y otros jefes de bandas menores» que asolan España… ¿Dónde encontrar sustitutos para que gobernaran de verdad este viejo y podrido barco? Puesto que trabajo tiene el que recoja las cenizas que se van acumulando y cada vez más.
¿Rosa Díez?… pudiera ser una esperanza, puesto que al menos es la que más ha destacado en mostrarse, nacional española y no proclive a los feudos (regionalistas/separatistas) que entre todo lo demás, han sido los culpables de este pozo ciego en que nos encontramos y cuyos malos olores o ya hedores, terminarán por asfixiarnos políticamente hablado. ¿Pero como convencer a «tanto estómago agradecido» que hay que mirar hacia otro punto que al ombligo propio, o a lo que yo más gráficamente vengo calificando de… «panza y bolsillo»; algo imposible o tan difícil que cuesta trabajo creer en ello; puesto que muchos y como las sanguijuelas, no ven absolutamente nada más que… «la sangre que siguen chupando y que el cuerpo que la genera aún aguanta», así que para qué abandonarlo si fuera de este… «posiblemente se morirían de hambre».
A mi entender aún hay una figura que destaca y que en activo aún, ha demostrado saber gobernar «una entidad mayor» (una autonomía) que con todas sus miserias, aún destaca en una gobernación aceptable dentro de la mediocridad, o miseria imperante.
Esta no es otra (a mi entender) que Esperanza Aguirre, que en Madrid impera y que va sorteando todos los obstáculos; puesto que pensar en el ambicioso Ruiz Gallardón, que ha sumido en la miseria a los madrileños, sobre la base de cargarlos de una deuda vergonzosa y por lo que debieran haberlo echado ya junto a los patos del Manzanares… es pensar en seguras catástrofes mayores, puesto que a un individuo así; yo no lo dejaba ni administrar una granja de mil gallinas; sus antecedentes como pésimo administrador de bienes públicos así lo aconsejan. En el equipo contrario, el actual y nefasto Zapatero ha sido tan secante, que fuera de él, hoy no se ve nada… «sólo un vacío enorme».
¿Qué va a ocurrir ahora? Puesto que es «el ahora» el «ya» lo que (pienso) está pidiendo, o mejor dicho, necesitando España. Esperemos sepan resolverlo, puesto que «este viejo barco, es que necesita ya hasta el calafateo para embrear tanta grieta como tiene puesto que se está hundiendo».