EL CRISOL – Pascual Mogica Costa
Por motivo de quien debe o no debe ocupar un puesto directivo en determinado lugar de la granja se ha armado un revuelo impresionante en el que han tomado parte tanto gallos como gallinas.
No obstante la lucha se ha centrado principalmente entre un gallo y una gallina con más predicamento entre el resto de los plumíferos que cohabitan en el corral. En esta lucha puede que el gallo salgo bastante tocado hasta tal punto que se puede convertir en un gallo capón ya que en estos momentos cuenta con menos apoyos que la gallina a la cual le han mostrado su fidelidad la inmensa mayoría de los notables que controlan distintos puntos dentro del gallinero. Esto es una baza importante para la gallina y un serio peligro para el gallo que pretende seguir ostentando la jefatura de la comunidad de aves de corral, aunque esa autoridad la ha venido ejerciendo casi en precario desde que le nombraron el rey de la corraliza.
Es muy posible que a pesar de todo al final no se le quiera hacer pasar al gallo por el traumático trance de convertirse en un gallo capón y que le permitan que imponga sus criterios, aunque en estos momentos es la gallina quien lleva la iniciativa y quien está demostrando que cuenta con el mayor número de adeptos. Sería toda una novedad ver al supuesto rey del gallinero derrotado por la gallina.
Lo malo de todo esto es que tanto el gallo como la gallina, que no saben mantener ni controlar su territorio, pretenden gobernar el resto de gallineros. Eso es lo malo y lo preocupante.