Mientras que las aves migran para explotar los recursos alimenticios estacionales, la mayoría de los murciélagos migran para encontrar mejores condiciones de hibernación. Según investigadores estadounidenses y alemanes, cerca del 3% de las casi 1.000 especies de murciélagos migra cada año hasta lugares más o menos distantes.
Investigadores de la Universidad de Princeton (EEUU), y del Instituto Max-Planck de Ornitología (Alemania) han analizado el árbol genealógico de los murciélagos en función de su comportamiento migratorio y se han limitado a la familia Vespertilionidae, también llamados murciélagos vespertiliónidos, que comprende 316 especies o un tercio de todas las especies de murciélagos.
Según los investigadores, el comportamiento migratorio de larga y corta distancia de los murciélagos ha evolucionado de forma repetida y, en la mayoría de los casos, ha sido independiente. “Según el modelo, la probabilidad de que los murciélagos vespertiliónidos tengan un hábitat residencial más o menos fijo es la misma que la de que migren largas o cortas distancias”, explica Kamran Safi, uno de los autores del estudio e investigador en el nstituto Max-Planck de Ornitología.
El comportamiento migratorio de los murciélagos podría ser más complejo de lo que se suponía. En el estudio, que se ha publicado recientemente en PLoS ONE, la evolución y la pérdida del comportamiento migratorio dependen de la rápida adaptación evolutiva que provocan los cambios climáticos o los cambios en la vida social del murciélago.
De las aproximadamente 32 especies de murciélagos migratorios, 23 forman parte de esta familia y 11 de ellas realizan migraciones de larga distancia que superan los 1.000 kilómetros. Las 12 restantes sólo vuelan distancias cortas que varían entre los 100 y los 1.000 kilómetros.
La influencia de la temperatura en la migración
“Suponemos que la evolución del comportamiento migratorio de los vespertiliónidos es una respuesta al descenso de las temperaturas en sus hábitats, que hace necesaria una migración temporal a zonas más cálidas. Por el contrario, respecto al comportamiento migratorio de las aves, la hipótesis habitual es que las especies tropicales se esparcen por zonas diferentes”, declara Safi que añade que la evolución del comportamiento migratorio permitió acceder a nuevos recursos. Como consecuencia, la densidad de la población de murciélagos aumentó rápidamente.
La mayoría de los vespertiliónidos proceden originalmente de las zonas templadas y no de los trópicos. Los investigadores han descubierto que existe una correlación entre la migración y el uso de perchas, así como entre la migración y la distribución geográfica. Los murciélagos que tienen sus perchas en las ramas de los árboles tienen más probabilidades de migrar que las especies cuyas perchas están en cuevas. Este comportamiento podría explicarse por la dificultad que tienen los murciélagos para encontrar unas condiciones de hibernación adecuadas en los árboles.
La migración de los murciélagos es un fenómeno poco común. Mientras que cerca del 30% de las especies de aves de Europa y alrededor del 45% de las de Norteamérica migran, sólo el 3% de las 1.000 especies de murciélagos migra; y de ellas, menos del 0,016% realiza viajes migratorios de más de 1.000 kilómetros. La gran mayoría de los murciélagos de zonas templadas hiberna durante el invierno a causa de la escasez de comida en esa época.
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Referencia bibliográfica:
Isabelle-Anne Bisson, Kamran Safi, Richard A. Holland. “Evidence for Repeated Independent Evolution of Migration in the Largest Family of Bats” PLoS ONE 4(10): e7504. 21 de octubre de 2009 doi:10.1371/journal.pone.0007504