Sociopolítica

Panamá: Política y Cultura de la Realidad Social y Económica

Protestas de Estudiantes en Panamá

 

 

Dr. Belisario Rodríguez Garibaldo

Abogado, Sociólogo, Periodista, Analista Político, Profesor y Escritor

Miembro del Partido Revolucionario Democrático – PRD (Panamá)

E-mail: brodgari@hotmail.com

Web: http://www.pa/secciones/escritores/rodriguez_belisario.html

 

El sistema tributario panameño se basa en la ‘inequidad’ fiscal, esta lleno de incentivos y reducciones tributarias a empresarios, pero con cargas tributarias de renta a profesionales y trabajadores, además de impuestos indirectos al consumo general de los ciudadanos. Para saber a donde se destina el presupuesto del Estado que pagamos los ciudadanos, sólo se tiene que leer la aprobación anual por la Asamblea Nacional de diputados de la ley del presupuesto general del Estado: salarios de funcionarios, alquileres y mantenimiento de edificio para entidades publicas, equipos y materiales para entidades publicas, pago al servicio de la deuda externa, poco menos a obras publicas y gastos sociales (educativo, salud, ayudas sociales, etc.). Sin mencionar a la realidad socioeconómica nacional, con el aumento de impuesto indirectos y declaración de renta (hace falta establecer una equidad fiscal), la depreciación real de salarios, pensiones y jubilaciones (hace falta una indexación salarial de subida anual de salarios, pensiones y jubilaciones de acuerdo al aumento de índice de precios al consumidor) con respecto el costo de vida por la inflación general de precios y el costo de los servicios públicos de luz, teléfono, agua, transporte y limpieza (falta regular a los precios con derechos del consumidor y controlar a oligopolios con libre competencia, mas regular a tarifas y calidad de los servicios públicos, pues las empresas le trasladan el costo de los aumentos energéticos al consumidor y establecen los precios mediante el oligopolio del mercado); sin embargo el gobierno con sus políticas en impuestos, salarios, servicios públicos e incentivos a inversiones privadas parece tener preferencias por los empresarios, con respecto a incentivos de bajos impuestos, precios sin regulación y sin mejoras reales de salarios, para que sigan los empresarios invirtiendo a bajo coste y mas ganancias, en detrimento de la mayoría trabajadora y profesional.

Realmente en Panamá siempre ha ocurrido la corrupción de funcionarios públicos o corrupción privada de empresarios. Históricamente el clientelismo político, la corrupción y el trafico de influencias en la administración publica, burocracia y empresas no es un fenómeno reciente en Panamá y Latinoamérica, ni es un fenómeno que surgió de la era republicana de independencia nacional, sino que data desde tiempos coloniales, en que las clases criolla y peninsular establecían componendas para asegurar su control de posiciones en la administración de los virreinatos; de igual forma las practicas corruptas han existido desde tiempos coloniales, el contrabando y piratería era común desde las ferias de Portobelo, así como los privilegios y encomiendas otorgadas tenia que ser pagados en diezmos a un virrey o señor. Así mismo continuo en Panamá durante toda la era republicana nacional, en que la elite político-económica de la oligarquía criolla mantuvo la practica del clientelismo político-electoral como medio de control político territorial y de posiciones en la administración publica y en sus empresas, de igual forma con la corrupción que se hizo patente a lo largo de la era republicana, donde el peculado, el latrocinio, el cohecho, el soborno, negocios ilícitos y muchas formas de corrupción publica y privada, incluyendo lavado de dinero, contrabando o defraudación fiscal, ha sido parte de la practica de la elite política-económica oligárquica.

En este sentido en un Estado moderno, los empresarios deberían tener mayor responsabilidad social empresarial, eso forma parte de la responsabilidad empresarial en el ámbito fiscal, laboral, ambiental, social y publica. Así como el gobierno debe administrar los recursos del Estado para el servicio de los ciudadanos, a través de políticas de Estado de leyes permanentes que no deberían variar en cada gobierno: salud y ambiente, educativas y culturales, seguridad social y prestaciones sociales, políticas sociales y comunitarias, vivienda social y urbanismo, seguridad pública y policial, obras publicas e infraestructuras, servicios públicos y dependencias públicas, etc. En un Estado moderno desarrollado un alto presupuesto público se logra con el desarrollo económico pues cuando existe pujanza económica, inversión y empleo, el Estado recauda impuestos que se traducen en las políticas públicas, económicas y sociales antes mencionadas. De esa forma el desarrollo económico garantiza el bienestar social, consolidando a las instituciones, la leyes y la democracia; entonces será cuando los países subdesarrollados alcancen al desarrollo económico y social, que se consolidaran debidamente a las instituciones, las leyes y la democracia.

Además en una democracia de un Estado moderno, todos los cargos de los servidores públicos de la administración publica estén sujetos a un régimen especial de una real carrera administrativa indistintamente de cada gobierno de la administración del Estado (asesores y funcionarios, personal y servidor público, profesores y catedráticos, servicio exterior y diplomáticos, notarios y registros, jueces y magistrados, policial y militar, etc. y etc.) sea por medio de concursos de selección (en base al puntaje sobre la hoja de vida, títulos, ejecutorias, experiencia y meritos), en quien obtiene una plaza tendrá permanencia en el cargo (además de ascenso de escalafón y aumento salarial por méritos y experiencia), con estabilidad como garantía de imparcialidad y competencia, en que el servidor publico tiene el deber de aplicar a las leyes de servicios públicos en igualdad de condiciones para todos los ciudadanos, siendo su desempeño sujeto a evaluación continua de la calidad de la gestión publica. Será excepto con los cargos de elección popular (presidente, diputados, alcaldes, concejales) y los cargos políticos de la administración (ministros, directores, secretarias superiores, etc.), que son de confianza y libre nombramiento del gobierno electo u órgano Ejecutivo, que tendrán el deber de dirigir el gobierno de la Republica siendo responsables de cumplir y hacer cumplir a las leyes y la constitución nacional. 

¿Panamá es o no, un Estado democrático moderno desarrollado? Por el contrario es un Estado subdesarrollado, con una asimetría económica y social, con un modelo económico favorable para la economía terciaria (tránsito, comercial, financiera, marítima y servicios) que circunda el 70% de la economía nacional con un crecimiento económico asimétrico frente al minoritario sector productivo (industrial y agropecuario) que circunda al 30% de la economía nacional, además de un desarrollo social asimétrico entre el área metropolitana urbana frente a las periferias semi-urbanas y el interior provincial rural, con un gran nivel de exclusión social en donde el 50% de la población esta por debajo de la línea de pobreza (cuyo ingreso no cubre el costo de la canasta básica alimentaría familiar: alimentación y vestido, educación y salud, vivienda y servicios públicos: luz, teléfono, agua, transporte y limpieza), un desempleo que oscila el 13% y subempleo del 25% (empleomanía negativa del 38%), además de una marginalidad social de grupos vulnerables: jóvenes, infancia, mujeres, afro-panameños, indígenas, adultos mayores, discapacitados, desocupados, etc., con un corolario aumento anual de la tasa de criminalidad en el país.  

Al hacer mención de la Cohesión Social, podemos observar que todavía existen profundas prácticas y actitudes de exclusión y marginación social hacia ciertos grupos poblacionales de la sociedad, por su pertenencia a dichos grupos. El concepto de cohesión social integra por un lado, al conjunto de mecanismo de inclusión / exclusión que existen en una sociedad, y por otro, a las percepciones de la ciudadanía sobre la operación de dichos mecanismos. En ellos se debe hacer un análisis de las causas culturales subyacentes de la falta de cohesión social en nuestro país y de los países de la región. Es claro que son necesarias metas definidas en aras de la cohesión social, así como hacer un diagnostico de cuales segmentos poblacionales son excluidos, tales como ancianos, discapacitados, indígenas, jóvenes, mujeres, afro-panameños, sectores rurales, periferia urbanas, desempleados, etc., como antedicho de un 50% de la población por debajo de la línea de pobreza, para entonces intentar a corregir a un problema socio-estructural por medio de la aplicación de unas permanentes políticas sociales de Estado (no paliativos pasajeros de ayudas sociales coyunturales), establecida por leyes que tenga continuidad en cada administración. 

La cierto que la infancia y juventud debe tener acceso a salud y educación publica gratuitas, además fondos asignados para becas completas de estudio. Hemos subestimado el rol de la microempresa en empoderamiento a un amplio sector de la población nacional en los programas sociales de oportunidades por medio de la amplia creación de pequeñas empresas, que cuente con fondos financieros para el micro-crédito y apoyo institucional, bancario y privado. Así mismo es siempre importante a la promoción gubernamental de la generación de la inversión privada responsable. Las políticas económicas modernas propone a un mercado relativamente regulado por el Estado, el cual permita inversión económica, empleo y superávit publico, a la vez que bienestar y equidad social, corrigendo a las naturales contradicciones del mercado libre, con medidas reguladoras que permitan una inversión privada responsable, mediante una tasa de impuestos racionales en el marco de un equilibrio fiscal publico y equidad fiscal impositiva, acompañado de un gasto publico-social adecuado y necesario que permita a un estado de bienestar social, con derechos sociales de garantía para todos los ciudadanos. Dicho gasto publico-social se enfoca en políticas sociales, infraestructuras, servicios públicos y en un debido equilibrio fiscal, además de impulsar una inversión privada que sea cumplida en sus deberes públicos y generadora de empleo de calidad. Es necesario impulsar mayores proyectos de inversión publica, social y privada en las zonas rurales, donde cada cabecera de provincia sea un gran polo impulsor del desarrollo de su provincia. Existen muchos formas para impulsar a la cohesión social en metas definidas, lo cual será menester de la debida aplicación de las políticas publicas del gobierno nacional.

Según las teorías del desarrollo será de importancia a través de la educación – y la ciencia – por medio de la inversión publica, social y privada en el capital humano, lo que permite la consecución hacia el desarrollo económico de una nación. Los países que han apostado a tal aspecto, como Singapur (a la que Panamá alguna vez ha aspirado a emular), Unión Europea, Japón, China, USA, Canadá, Australia o Neozelandia, dieron el salto al desarrollo en un periodo entre unos 50 o 25 años. Con respecto a la educación podemos mencionar muchos aspectos de necesaria reforma para la mejoría nacional de la calidad educativa, que deben estar basados en concepción modernas de transformación curricular hacia la calidad educativa para una educación multidisciplinaria enfocada en competencias profesionales para una realidad compleja y dinámica que promueva a la capacidad generadora del recurso humanos en un accionar transformador y productivo del individuo en la competitiva sociedad actual y con una ética cívica de responsabilidad social; además es necesaria la inversión publica educativa para resolver a las actuales carencias innegables del sector educativo nacional en infraestructuras, recursos económicos, administración de gestión, calidad del docente e investigador, actualización de programas de estudios, además del establecimiento de una real carrera docente basado en concursos de selección que genere a la estabilidad por años de servicio con mayor evaluación y actualización continua de docentes que permita a la actualización permanente, evaluación de competencias pedagógicas y de especialización académicas que permitan a la producción investigadora científica nacional que genera ciertas respuesta a las realidades sociales, económicas, productivas e institucionales del país. Vale mencionar que en los Estados modernos muchos estudiantes tienen acceso a aplicaciones de becas. El principio que rige a los sistema de becas en la modernidad es: La necesidad económica no es impedimento para la educación; la necesidad económica no es impedimento para la educación de calidad si el estudiante reúne alta cualificación y méritos. Se debe garantizar fondos suficientes que permita la ayuda, financiamiento y becas para otorgar el derecho a seguir su educación al estudiante que lo necesite. La misma debe contar de un estipendio periódico que le garantice pago de matricula, compra de libros y materiales educativos, manutención de vida (alojamiento, alimento, vestido, transporte, salud) y otros gastos adicionales. 

Para que el pueblo panameño lograse alcanzar a la independencia plena, económica y política, además de llegar alcanzar el desarrollo económico y social, habría primero que generar a cambiar, modificar y mejorar el desarrollo cultural, o mejor hacer una reingeniería cultural del pueblo panameño, que permita cambiar a una mentalidad cultural dependiente de USA, por mas de un siglo de dependencia de USA, que ha incoado una idiosincrásica subcultura de anti valores, hacia la promoción de una cultura nacional generadora de un desarrollo sano en aras de una autonomía nacional integral, que permita consolidar un Estado Nacional con desarrollo económico y social, para alcanzar por fin a ser realmente una Nación y una Republica, como debe ser. Una cultura de desarrollo será aquella que genera altos valores, cultura productiva e innovadora, enfocada en el desarrollo educativo de las ciencias, artes y comercios, cultura de paz, civismo ético y respeto a la ley, cultura de participación ciudadana critica y reflexiva, sentido comunitario de solidaridad humana, desarrollo por la lectura, el arte y las manifestaciones culturales. Según las modernas teorías del desarrollo, solamente en la necesaria inversión en educación y ciencia, la inversión en el capital humano, es que funciona la premisa de la ecuación de Investigación, Desarrollo e Innovación (I+D+I), la cual es la que conduce a los países hacia el desarrollo económico productivo que genera el bienestar social y la estabilidad política e institucional del Estado Nacional.             

En la percepción de mi leal saber y entender, realmente Panamá es poco menos que un país subdesarrollado, que mas parece ser una Seudo-Republica Bananera-Canalera, siempre controlado por una oligarquía casi feudal, que son los dueños de Panamá (que tienen el control de las empresas corporativas y los gremios civiles, los partidos políticos y las instituciones publicas del Estado); esa es, ha sido y será la realidad nacional, en que el juega vivo de corrupción de los dueños reales de Panamá (las familias de la elite oligárquica económica y política), en donde las reglas del juego del estado de derecho no se aplican realmente o se aplican parcial y selectivamente, convirtiéndole en un estado de cohecho de los factores reales del poder dominante (hechos fácticos de poder económico y control institucional), en que en la realidad de los hechos aceptados pasivamente por la sociedad se implícita que el juego esta arreglado por los dueños del balón, y en donde todos los que debemos ser ciudadanos realmente nos convertimos por acción y omisión en sus siervos, vasallos, súbditos, encomenderos y sicarios, por el que debemos recibir un servicio publico o servicio social del Estado, o poder ejercer a una profesión, oficio y actividad, como una gracia discrecional que otorga el señor feudal desde el gobierno y sus corporaciones, en vez de un derecho adquirido establecido en leyes para todos los ciudadanos de una Republica democrática. En este sentido, Panamá no es una nación libre, un estado nacional moderno, con democracia, estado de derecho e instituciones estables, y es decir, no es una Republica de verdad.

Todo esto lo puede entender cualquier científico social serio (jurista, economista, sociólogo, politólogo, etc.) que tienda a observar a la realidad nacional de forma objetiva, sin una agenda política a la cual sirve como experto. Los gobernantes y políticos, empresarios y sociedad civil, deberán resolver con seriedad, responsabilidad y urgencia a estos problemas sociales, económicos y políticos del país, pues la exclusión social y falta de cohesión social que existe en Panamá, con una demanda social y una reforma institucional aplazadas por décadas, va terminar por generar, mas temprano que tarde, un gran terremoto social, una verdadera gran explosión social generalizada de carácter revolucionario, tal como ocurrió en otros países latinoamericanos. La pregunta que debemos hacernos ahora es: ¿Esto lo entiende o le importa realmente su consecución a la clase política, empresaria y civil del país, o sólo les importa sus intereses concretos, así conlleven al país hacia una involución general? Tal vez aquellos ciudadanos que tenemos la mala costumbre de pensar, estamos como dijo Simón Bolívar “arando en el mar” de la indiferencia general, donde “a la sombra de la ignorancia, trabaja el crimen”. Como dijo Omar Torrijos: “mas claro no canta un gallo ni habla un General”.

Sobre el Autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.