Existen dos formas de hacer política, una orientada al pueblo y otra orientada a los resultados electorales, y mucho me temo que en este país que todos llamamos España, la política que se realiza es la segunda y no la primera, una política que sólo piensa en los réditos electorales sin plantearse el daño que se puede estar haciendo al pueblo.
Mi opinión sobre la forma de hacer política del Gobierno es harto conocida, pero las estratagemas electoralistas del Partido Popular no le van a la zaga. La última cacicada de oposición está siendo esta absurda campaña pseudorevolucionaria que han bautizado con el nombre de «No más IVA».
Entiendo que un partido político pueda estar en contra de una decisión gubernamental, entiendo que ellos consideren que está siendo un error estratégico, y entiendo, hasta cierto punto, que intenten obtener cierto rédito electoral de los errores del partido que gobierna.
Ahora bien, la campaña que han lanzado es de una irresponsabilidad supina, una irresponsabilidad que ya vivimos la pasada legislatura con la política antiterrorista, y que pensábamos que había desaparecido en aras de una mejor convivencia social, pero que ahora nos llega con toda su acritud.
El Partido Popular debería de plantearse el daño que va a hacer a la economía nacional con su campaña. Se puede estar de acuerdo con la subida del IVA, o no, se puede discutir la distorsión que va a producir en la economía, e incluso se puede intentar rebatir la compensación ulterior del consumo, pero lo que no se puede hacer es atacar una ley aprobada por el Parlamento y concienciar a la ciudadanía de que no consuma.
Gracias a los continuos mensajes catastrofistas que están lanzando en todos los medios de comunicación, los dirigentes del Partido Popular están consiguiendo que los ciudadanos estén convencidos de no consumir una vez que se produzca la subida del IVA de manera efectiva, lo cuál será claramente contraproducente (nótese que utilizo uno de los adjetivos preferidos de Rajoy) para la economía.
Las economías de mercado que nos dirigen están basadas en el consumo y si éste se retrae todos sufrimos las consecuencias. Por ello, la campaña del Partido Popular, que está condenándonos a una situación de aversión al consumo con el nuevo porcentaje del IVA, producirá una ralentización de la mejora económica que todos los indicadores estadísticos nos están ofreciendo.
No dudo de que será un éxito en la campaña del PP de «cuanto peor mejor», pero tampoco dudo de es una política que hará mucho daño a nuestra economía. Por ello, si el PP tuviera la responsabilidad social necesaria detendría esta campaña de manera inmediata, lo cuál me temo, que es una utopía en la que ni yo mismo creo.