Sociopolítica

Cuestión de prioridades

Si ha de elegir, Cospedal prefiere Madrid. María Dolores Cospedal García opta por quienes le han dado la confianza para secretaria general del PP de la calle Génova. Madrid, antes que pactar, por Castilla-La Mancha, con el presidente Barreda; con ASAJA, CCOO, UGT y UPA; con CECAM  organización empresarial, con la Fempclm, representación de los 919 municipios de Castilla-La Mancha; con la gente de este centro de España, que somos Albacete del Júcar, Ciudad Real de las Tablas, Cuenca de Buendía, Guadalajara de Entrepeñas, Toledo del Tajo. Castilla-La Mancha es, para María Dolores Cospedal García, nada, frente a Camps y Valcárcel, protagonistas en aupar a la presidencia del PP a Mariano Rajoy. Yo, se promete María Dolores, estoy con lo mío: ser lideresa nacional. No comprende Cospedal García, que ha sido incluso consejera de Aguirre, hasta el extremo de preferir Madrid a Albacete en cuestiones de progreso, la acusación de traición que le profieren los agricultores castellanos y manchegos, cuando sus afanes son tan extensos como lo es el Reino de España y más allá. Cuando María Dolores Cospedal García tenía sólo la aspiración de Castilla-La Mancha, para emular y compartir orgullo con su madrina, lideresa madrileña, votó, en Toledo, el Estatuto. Con unanimidad de las Cortes, desde los Gilitos, antiguo Monasterio de Franciscanos descalzos, del sobrio y herreriano edificio de san Gil, partió una misiva a las Cortes Generales de España, solicitando agua de reserva: 4.000 hectómetros cúbicos al menos, porque nuestras necesidades son esas y porque somos cuenca cedente y preferente , por tanto, según ley; solicitaban las Cortes de Castilla-La Mancha el reconocimiento a poder tener voz y voto en las reuniones de los aguadores de las cuencas de seis ríos, que por Castilla-La Mancha se han interesado en pasar: Tajo y Júcar, Segura, Guadiana y Guadalquivir y el Ebro incluso. Aspirábamos a mantener un caudal suficiente del Tajo, a su paso por Toledo, para que su agua no tuviera ni sabor, ni olor, puesto que el agua, entre otras cosas, es insípida e inodora, y estas cualidades son independientes de los colores políticos, pues es también, el agua, incolora. Del trasvase Tajo Segura, se solicitaba ser parte decisoria, pues nos rompió los veneros de las aguas hacia los acuíferos de la Mancha; los Regantes de la Mancha Oriental, modernos ahorradores de agua, como sus familias manchegas lo fueron de reales, exigían más respeto a nuestros regadíos. Llamábamos la atención a la sobre explotación del Segura, porque los Campos de Hellín son excedentarios de pozos, al carecer de aguas superficiales. Si el Gobierno de España decide sobre el agua, Castilla-La Mancha solicitaba, según Ley, ser oída preceptivamente sobre el uso de las aguas que le cruzan. Las Cortes de Castilla-La Mancha cursaron solicitud de competencias, a favor del progreso de quienes fuimos doblegados por cuneros, expertos en nacionales cacerías y cicateros con nuestra pasión por las milanas bonitas. El 21 de abril, El PP, en las Cortes Generales, se desdijo de su voto anterior: dijo «no» a los usos locales de Entrepeñas y Buendía, a la reserva inteligente de agua, a compartir decisiones en los repartos, a la preservación de fauna y flora en el Tajo de Aranjuez, que otrora fue mar de princesas, a la garantía de regadíos en la Mancha Oriental, al agua en Daimiel y en los altos campos de Hellín, agua para el progreso: A todo esto dijo «no» el Partido Popular. María Dolores Cospedal García ha dicho que su reino no es de Castilla-La Mancha. Solicito una  cordial despedida para ella, que ha ligado su porvenir a Rajoy de Valcárcel.

Sobre el Autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.