Por todo lo que se está diciendo y eludiendo, por tanto discurso vacío de contenido y lleno de demagogia, por tanta mentira como cada día nos echan encima, me atrevo a vaticinar que esto de la economía “del progreso”, ya es un inmenso cadáver, que ni pueden enterrar, menos embalsamar y mucho menos poner en cura; habremos o habrán, los que de verdad trabajen y ahorren, los que quizá en una “serie” de lustros venideros, salir a flote y recuperar unos grados de prosperidad con cierta solidez y de la que hoy estamos lejanos… muy lejanos.
Se lo resumía en un debate a un oponente, que aún cree “en el milagro del pan y los peces”, cuando si allí comieron los que comieron pan y pescado, es sencillamente por cuanto allí había de ambos alimentos y en cantidad suficiente… los milagros no existen. Por ello le resumí en corta reflexión lo que sigue y que mantengo.
“Me huelo que el berenjenal que hay liado, es ya demasiado gordo y no saben cómo arreglarlo y mucho menos lo que va a durar; pero para nosotros los españoles es mucho peor, puesto que estos inútiles descontrolaron todo y han gastado y siguen gastando de forma ya delictiva; por tanto si surge la prosperidad de nuevo, pensemos en por lo menos veinte años o más… los jóvenes que anoten lo que hoy digo, yo estaré ya muerto. España es un cadáver económico y además lleno de gusanos que aún lo siguen devorando».
Endeudados hasta el estado de quiebra, puesto que pagar todo lo que se debe es algo inconcebible en plazos relativamente normales o asumibles. Los Estados, las grandes empresas, los bancos, las cajas de ahorros, los gobiernos autonómicos, provinciales, regionales o incluso locales; están tan cargados de deudas que no tienen ni la más somera idea de cómo salir de ellas; “pusieron al zorro a guardar gallinas”.
Todo está cosido con pespuntes más o menos débiles, pero de dudosa solidez económica y social; todos tienen un temor enormemente manifiesto y es, el que se produzca el temido efecto dominó; puesto que la economía no existe. Existen apuntes de unos y otros; yo te debo, aquel me debe, yo espero recaudar para pagar y así, hasta que pudiera llegar el terrible… “yo no pago por que no me pagan”. Y entonces todo se vendría abajo y desde el más grande al más pequeño, puesto que los grandes no son otra cosa ya, que “grandes estructuras de paja y cenizas que no se pueden tener en pie”.
Por todo ello tratan de sostener el inmenso aparato ficticio que fue creado en una prosperidad insostenible y además dejaron sueltos a los avarientos y especuladores, para que el crac llegara irremediablemente… los culpables, los políticos siempre, puesto que el aparato político es el poder y el poder hay que saber ejercerlo en bien de todos y no de unas minorías, que apropiándose de todo “el líquido elemento”; ahora lo tendrán escondido y ni son capaces de ponerlo en circulación de forma útil y beneficiosa. Sencillamente no saben producir, saben especular y ganar inmensas sumas sin arriesgar nada… esa es la enfermedad que nos ha llevado a la situación actual.
Empresarios que no lo son, sindicalistas obreros que tampoco, políticos mercenarios, parásitos de todo tipo y con acceso al dinero del contribuyente, han arrasado con todo y aún con las arcas ya más que vacías, pretenden seguir sacando de donde ya no hay; todos quieren “la breva” que ya ni existe ni puede existir.
Una vez más aprietan al que no puede defenderse, con nuevos impuestos ya confiscatorios y nadie de los que de verdad tendrían que apretarse el cinturón… “hasta sacar un palmo de lengua”, quiere apretárselo. Empezaron ya hace mucho tiempo a perseguir a “las clases medias”, que son el motor de máxima utilidad para la producción de bienes comunes y las fueron agotando. Los más inteligentes ya hace muchas décadas que pensaron, que “preferían ganar menos”, a contribuir con más de la mitad de lo que ellos sabían ganar produciendo, a unas administraciones públicas llenas a rebosar de inútiles y parásitos. Y ahora a los que quedan, y con la gran mentira de que “paguen más los que más tienen o ganen” (que ya lo hacen precisamente por ello mismo) los quieren cargar con nuevos impuestos, que a muchos… a demasiados, les van a quitar las ganas de seguir luchando para mantener a vagos y maleantes.
Esa es la cruel y real verdad de todo lo que ha ocurrido y que se agravó en el último lustro… “puesto que como decían los viejos… donde sólo se saca y no se mete nada… al final se le ve el culo al saco”… y así están, con el culo al aire. Y si nos dejamos, nos lo van a poner a la inmensa mayoría de indefensos que ya somos.
Antonio García Fuentes
(Escritor y filósofo)
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