Por José Yorg, el cooperario.
‘Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres’ Juan 8:32.
En este artículo quiero exponer con todo respeto y afecto cooperativo mis profundas discrepancias con lo manifestado por el Sr. Ángel Francisco Silva en su artículo denominado “Irreverencia total” publicado en varios medios de comunicación.
Tópicos que abordó Silva en el nombrado artículo se refiere principalmente a las actitudes que surgen “En lo estrictamente deportivo y hablando del Mundial de Sudáfrica, la mayoría de los argentinos alentaron a Paraguay contra Japón y después de su victoria por los penales, quedamos asombrados, atónitos y perplejos de los festejos de los “hermanos” paraguayos, dedicándonos su triunfo, y profiriendo todo tipo de improperios contra los argentinos.”
Esto es lo que motivó a Silva-aparentemente-a escribir sus opiniones salpicados-a mi modesto criterio- con medias verdades sobre la historia de la Guerra genocida de la Triple Alianza.
Los motivos de tan horrenda y criminal guerra está más que probada y conocida: destrucción de un modelo económico-social independiente, libre y soberano, de raigambre cooperativa.
El imperialismo de turno de ese entonces, el ingles, sometió al gobierno argentino a sus designios e intereses, y que junto al subimperio brasileño, arrastrando al débil gobierno uruguayo, ejecutaron el holocausto paraguayo.
Léase bien, digo gobierno, no digo pueblo ni imputo a nación, porque hubo y sigue habiendo diferencias entre lo que realizan los gobiernos y lo que piensan y sienten los pueblos.
Paraguay, finalizada la contienda de agresión y sometimiento, fue descuartizado en su territorio y en sus tesoros y reliquias históricas, las más valiosas para mí constituyen los escritos del Dr. José Gaspar Rodríguez de Francia y del Mariscal Francisco Solano López, que el gobierno de Lula se resiste a devolver.
Ambos gobiernos-argentino y brasileño-ordenaron a sus ejércitos ocupar el devastado territorio paraguayo e iniciaron así cada quien su trabajo ideológico de sometimiento, desvirtuando la verdad histórica, impulsando la fundación así del partido liberal uno y el otro el partido colorado.
Más adelante, el gobierno tiránico stronista, dúctil a los intereses poderosos del Brasil facilitó la deformación mental de la población paraguaya introduciendo simpatía hacia el Brasil y rencor hacia Argentina, ¡he allí el meollo del asunto!
¿Pero, que sector o clase social es la que expresa animadversión hacia los argentinos? Debemos ser puntillosos en esto.
¿Acaso son los campesinos, obreros, indígenas o esforzados vendedores ambulantes los que se manifestaron en tal calamidad? ¡Definitivamente NO!
Entonces, considero injusto herir así, inculpando a todos los paraguayos de tan decadente actitud.
El ejercito paraguayo conducido por el Mariscal de Acero, López, en retirada estratégica buscó un punto desde donde reiniciar su guerra libertaria y fue cobardemente asesinado porque sabían perfectamente y así lo admitió el Conde Caxias de que había que eliminar hasta los fetos de los vientres de las mujeres para extirpar la conciencia de un pueblo libre y cooperante como del Paraguay.
Los pueblos se reconocen hermanos, son los sectores retardatarios y sus intelectuales orgánicos los que siembran divisiones ficticias, pues un trabajador, un docente, un labriego o un pequeño empresario sufren las mismas injusticias en Paraguay, que en Argentina, Brasil o Uruguay.
De allí, la frase evangélica extraída de un sitio en Internet es oportuna, pues “establece una estrecha relación entre la verdad y la libertad. El hombre es un ser inexorablemente moral por el carácter libre de su persona. Pero estar en la verdad es un requisito imprescindible para que la actuación humana sea verdaderamente libre”
(http://webcache.googleusercontent.com/search?q=cache:3mwn-Zto7M4J:www.conferenciaepiscopal.es/documentos/Conferencia/verdad.htm+La+verdad+os+har%C3%A1+libres&cd=1&hl=es&ct=clnk&gl=ar)
“Estas palabras que habló Jesús: en primer lugar, lo que significa ser libre; en segundo lugar, nuestra actitud hacia la verdad”
El cooperativismo, Doctrina de Armonía, establece claramente que las divisiones no deben existir y fija la unidad en la diversidad en un mundo dominado por el Dios dinero y las ansias de poder.
Las fronteras entre naciones hermanas son elaboraciones ficticias que envilecen el alma y enturbian el entendimiento racional, pues, la verdad sea honrada, muchos formoseños-demasiados-son proscritos y excluidos en su propia tierra, privados de oportunidades, privados de derechos constitucionales.
El deporte, en especial el futbol, es de raigambre popular que da alegría a los pueblos, pero no podemos ocultar que son al mismo tiempo-lamentablemente- fenomenal negocio y usado también como manipuladores de conciencia: “Dividir para dominar”
Por eso, agradezco esta oportunidad que me permite expresar con vigor necesario sobre las cosas verdaderamente importantes que debemos reflexionar los ciudadanos y construir naciones libres e independientes con gobiernos justos y respetuosos de los deseos del pueblo y de sus leyes, más que nunca… ¡la verdad nos hará libres!
¡En la fraternidad, un abrazo cooperativo!