Sociopolítica

El Congo y otros infiernos

 

            Me lo he preguntado muchas veces: ¿Fue conveniente descolonizar las colonias? ¿Qué ganaron esos pueblos descolonizados? ¿Estaban preparados para poder regirse por sí mismos y de forma a como se regían sus colonizadores? Creo sinceramente que no; al menos en la inmensa mayoría de territorios africanos y donde se trazaron países artificiales, cortando el mapa como si de una pieza de tela se tratara para con ella hacer cualquier tipo de vestido o traje.

 

            En aquellos, más que pueblos, lo que existían eran tribus, con territorios más o menos bien delimitados “a su manera” y en ellos se contenían o defendían. Los que los colonizaron, aparte de explotarlos, también les inculcaban valores de futuro y en ello el hoy “criticado” Cristianismo, tuvo mucho de ese mérito civilizatorio, puesto que allí fueron en gran cantidad, verdaderos cristianos de ambos sexos, con trajes talares o sin ellos y en muchos lugares y donde los han dejado, allí siguen pese a todo.

            ¿Qué ocurrió entonces? Deduzco que la política internacional y los nuevos imperios que surgieron tras la II Guerra Mundial y que dominaban ello; fueron los que forzaron a “los viejos”, a realizar ese mal paso, pero con la aviesa intención de que las enormes riquezas que allí se explotaban, pasaran en gran medida a los nuevos “amos” o a ser repartidas entre unos y otros… “como las fieras se reparten lo cazado”.

            Fueron buscados los “títeres” nativos más apropiados al nuevo gran negocio y se les facilitó todo lo necesario (armas abundantes incluidas) para que controlaran a esos pueblos que antes controlaron los colonialistas del siglo diecinueve y veinte; y por lo que ha ocurrido… “fue peor el remedio que la enfermedad”.

            Los nuevos mandatarios en mayoría, se fueron convirtiendo en unos nuevos tiranos, mucho más sanguinarios y crueles que lo fueran los anteriores. Se dejaron comprar y se vendieron por sumas incalculables algunos; y entre ellos, aquel tristemente famoso primer dueño del Congo y de piel negra, cual fuera “Mobutu”; hay otros muchos similares, pero el interesado que los busque en la trágica historia africana de los tiempos actuales y… “dicen que progresistas”. Hasta en territorios “convertidos al catolicismo” (Ruanda/Burundi) hubo masacres, que ni en los tiempos de los bárbaros hunos son equiparables; no hablemos donde también las religiones están en lucha.

            Pero todo se oculta, todo se silencia y “se le echa tierra encima” (sólo se dice lo que conviene a quien sea), por cuanto esas cosas, deben de ser olvidadas y archivadas a la mayor velocidad posible y pasados los momentos en que la atroz tragedia surge en las primeras planas de los periódicos  y emisoras de radio y televisión.

            Pero ello no ha terminado, ni mucho menos; ahora mismo en ese inmenso territorio, conocido como Congo y cuya extensión es similar a la de toda la Europa occidental o más moderna, sigue siendo un infierno, donde se dan los horribles hechos que enumero, con la repugnancia que ello me produce pero que son la realidad y de la que nadie se ocupa. Allí los que están, están por el control de las inmensas riquezas en forma de materias primas que allí existen ya descubiertas y las que hay por descubrir. Lo que ello cuesta a esas indefensas criaturas que tuvieron “la suerte” de nacer y vivir allí no cuentan en absoluto… “se preocupan más de especies animales en vías de extinción, que de la extinción de millones de seres humanos”. Horrible pero cierto.

            “El Congo es la mayor hecatombe desde la segunda guerra mundial, ya sea por actos violentos o por hambre… cada minuto muere una persona. Lo único que teníamos prohibido comernos era el corazón (lo dice así un niño soldado de once años, secuestrado para uno de esos ejércitos salvajes y adiestrado para esto y mucho más, puesto que los obligan a comer carne humana) A veces cruzas una frontera y, más que en un país, te adentras en una noche de tiempos primitivos” – Ya van contabilizados 5.400.000 (cinco millones cuatrocientos mil) muertos”.

 

            No copio más; son titulares de un trabajo de dos arriesgados periodistas y publicado en “XLSEMANAL” del 16 de mayo del 2010; si usted que lee esto, se encuentra con valor (se necesita mucho y mucha sangre fría) busque el trabajo en la red y léalo, si puede; puesto que imagine algo de lo que allí se denuncia en varias páginas y fotografías; seguro que se queda corto, de lo que es capaz de realizar “la bestia humana”, amparado y tolerado por otras “bestias” peores por lo deshumanizadas y que tranquilamente están en la retaguardia, sabiéndolo todo pero al propio tiempo ignorándolo todo… ¿podrán dormir tranquilos, comer y digerir bien lo comido?… al parecer sí.

Antonio García Fuentes

(Escritor y filósofo)

www.jaen.ciudad.org (allí mucho más)

Sobre el Autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.