EL CRISOL – Pascual Mogica Costa
¿Recuerda usted que en el último debate sobre el Estado de la Nación, Zapatero le dijo a Rajoy que debía dar a conocer su programa pero que no lo hacía porque no lo tenía? Pues bien, el presidente del Gobierno tenía razón. Estaba en lo cierto.
Lo que Rajoy tiene son sumarios, índices, sinopsis, compendios o como se le quiera llamar. Rajoy, acaba de hacer públicas ocho propuestas sin contenido de fondo, un compendio donde no dice ni desarrolla nada porque nada tiene que decir. Me llaman la atención tres propuestas, una: “Una reforma fiscal con bajada de impuestos del ahorro y sociedades”. Dos: “Reducción del gasto público y modernización administrativa”. Tres: “Una política fiscal que fomente el ahorro y la inversión”. Tres propuestas que pueden refundirse en una sola. Rajoy se empeña en solemnizar y resaltar lo que es obvio. No hace falta ser muy inteligente para saber que si hay bajada de impuestos forzosamente se produce una reducción del gasto, siempre el dinero disponible es el que manda. Por muchas maniobras que se puedan hacer para administrar bien el dinero el que hay es el que hay y toda inversión se ve limitada por la disponibilidad económica. Lo único que se puede establecer ante esa limitación es una política inversora por parte del Gobierno basada en las prioridades, algo que no se produce en la Comunidad Valenciana donde Camps, ha despilfarrado los caudales públicos y la ha dejado en la más miserable ruina gastando en lo prescindible y no en lo necesario. En cuanto a la tercera propuesta “una política fiscal que fomente el ahorro y la inversión” más que rebajas fiscales se impone una acción tendente a mejorar el mercado del trabajo y a potenciar la actividad empresarial y esto solo se puede conseguir si los bancos colaboran, cosa que no están haciendo ni se les ve intención de hacerlo. Al respecto del mercado laboral Rajoy hace una propuesta muy escueta: “Reforma laboral para favorecer el empleo” hasta aquí llega la propuesta, no dice como, es a lo que nos tiene acostumbrados. Esto de la reforma laboral del PP da la impresión de que el algo parecido a lo del burro y la zanahoria o lo del gusano ensartado en un anzuelo para ver si pican. En cuanto las propuestas restantes son una repetición de las que he mencionado. Son puro relleno.
En fin, que tenía razón Zapatero, estos del PP no tienen programa de gobierno. A estas alturas ya no pueden engañar a nadie. Está claro, si Rajoy llega al Gobierno, deseemos que no por el bien de todos, no va a romperse la cabeza para mejorar las cosas, se va a limitar a repetir una y otra vez esa frase tan manida que suelen emplear los que sin ideas acceden al Gobierno y que se concreta en lo siguiente: “Es que la cosa está peor de lo que creíamos, estos, el Gobierno saliente, lo han dejado muy mal”. Esa será la forma de gobernar del PP. Lo tienen ya muy claro.