Economía

El nuevo impuesto para ricos, una milonga electoralista

Atemorizado por la repercusión social que la subida de impuestos produciría entre los ciudadanos, el gobierno de Zapatero se inventó la milonga de la subida de impuestos para ricos (a los mismos que se los había bajado en su primera legislatura), con la que no contentó a nadie, aunque sí ganó tiempo hasta que todos pudiéramos comprobar la dimensión de este incremento impositivo para las personas más pudientes de nuestro país.

Este próximo viernes es el día señalado para que esa medida lanzada al aire se pueda concretar en algo tangible, en un porcentaje que poder llevarnos a la boca. Pero, como no podía ser de otra manera, ya se han filtrado algunas cifras y se habla de un 45-47% para ingresos superiores a 120.000-130.000 euros anuales.

Se trataría, por tanto, de un incremento de 2 o 4 puntos porcentuales sobre el tramo actual, que marca el máximo impositivo en el 43%, dejando el IRPF tal y como se lo encontró Zapatero al llegar, ya que fue él quien suprimió el tramo del 45%, reduciéndolo al 43% actual.

Sin embargo, mucho me temo que con ello no va a conseguir mayor equidad en nuestra sociedad, y que tan sólo servirá para poder sacar pecho en el próximo programa electoral, tratando de recuperar a sus votantes de izquierda, los cuáles hemos virado hacia otros lugares, aunque todavía no sabemos muy bien donde.

Pero veámoslo con cifras reales, para poder hacernos una idea real.

Una persona que cobre 18.000 euros anuales (más o menos lo que viene siendo un mileurista) cotizará al IRPF por el 28% de su renta, es decir, pagará al Estado en forma de impuestos la cantidad de 5.040 euros. Si tomamos por buena la subida impositiva a los ricos hasta el 47%, tendríamos que alguien que cobre 130.000 euros anuales tendría que pagar al Estado 61.100 euros.

Así dicho, parece que el rico paga más, pero seamos rigurosos. 18.000 euros es el 13,8% de 130.000 euros, mientras que 5.040 es el 8,2% de 61.100, por lo que existen más de cinco puntos porcentuales a favor del rico en cuanto a impuestos que paga al Estado vía IRPF.

Por otro lado, la persona que ingresa 18.000 euros no tiene capacidad efectiva de desgravación, ya que todos sus ingresos son vía nómina, mientras que la que ingresa 130.000 euros tiene cientos de estratagemas financieras para poder declarar menos de lo que gana, con lo que la situación se agravaría.

La única solución que el Gobierno puede plantear, y que suponga un verdadero ejercicio de equidad, sería reducir los porcentajes de IRPF que pagan las rentas más bajas, manteniendo los que pagan las rentas más altas. Todo lo demás no es más que una milonga electoralista.

Sobre el Autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.