Por Roque Arguello*
Desde hace un buen tiempo se oyen en nuestra provincia (Formosa) clamores de todo tipo: desde pedidos de techo digno para vivir, de trabajos para los jóvenes, de familiares por ser víctimas de la represión policial, de salario digno para los empleados públicos, de un nuevo paradigma educativo, de condiciones de trabajos aceptables para los docentes y trabajadores explotados por doquier, en definitiva, necesidad de cambio en el modelo productivo.
Pero el mayor grito brota de miles de corazones formoseños expulsados de sus lugares originarios que a la postre agigantan las villas miserias y conforman el ejercito de mano de obra barata para la producción de millones de toneladas de alimentos que no les llegaran por la vía del milagro, por más imploro que realicen. Sólo la lucha organizada les devolverá a su lugar humano de hombres libres,
Otros miles de campesinos y aborígenes ansían poseer la tierra, en abierta ironía una minoría insignificante de la población obtiene las mejores tierras que alcanza y sobra para dar de comer a todos los formoseños indigentes y hambrientos.
Los campesinos devenidos en parias luego de las ventas de sus pocas parcelas de tierras y los sin tierras engrosan hoy las villas miserias de las ciudades – sólo el circuito cinco de nuestra ciudad alberga a más de 100 mil personas, de un total provincial aproximado de 560 mil, otros tantos emigran a los grandes conglomerados, como Bs. As. Rosario y el sur del país.
Un ínfimo grupo de jóvenes se conforman con ser policías o gendarmes, todos ellos para no producir y reproducir pobreza o ser futuros jóvenes “delincuentes, pibes chorros” con ulteriores penurias, viviendo en condiciones infrahumanas, mientras tanto una minoría privilegiada llegará hasta las universidades para lograr ingresar a los conocimientos científicos que le permita seguir administrando la herencia y otros tantos administrar el Estado.
Pero… ¿cuáles son las causas profundas de esta realidad provincial, acaso falta de desarrollo y crecimiento de la Provincia de Formosa? ¿Por qué tanto deterioro social? ¿Por qué tantos gritos de pedidos de socorros?
Partimos de la tesis de que la formación histórica de la grandiosa propiedad privada de la tierra en pocas manos provocó un distorsión económica dificil de salvar es la causa central de tanta desgracia humana en nuestra querida Formosa.
Desde sus orígenes, nuestra provincia fue ocupada por grupos de intereses en la posesión de las inmensas tierras fértiles para la producción de ganado vacuno y posteriormente la agricultura.
Las campañas del desierto ejecutadas para la expulsión y aniquilamiento de los antiguos dueños de las tierras, originales, son harto conocidas, las matanzas de Fortín Leyes, Posta Cambio Zalazar y en pleno Siglo XX el de Rincón Bomba, son pruebas reales de las desgracias y el consecuente destino que tuvieron los aborígenes, lo que explicaría su situación actual.
La instauración del sistema feudal por los europeos – España y Portugal – en toda la América Latina durante casi cuatro siglos, 1492-1825, heredó aquel sistema en toda la región una estructura económica basada exclusivamente en grandes extensiones de tierra en manos de una minoría de ciudadanos ilustres: criollos acomodados, comerciantes y un reducido grupo de industriales.
Los aborígenes sometidos a servidumbres y los entrelazamientos entre éstos y la clase pobre española – traídas desde Europa – conformados por excluidos políticos, soldados, siervos y esclavos no participaron de la distribución que la naturaleza brinda al hombre: La Tierra.
Estructura económica que aún persiste, con algunas incorporaciones de desarrollo capitalista primitivo y otros de carácter global que no cambia en absoluto el perfil productivo de la Provincia de Formosa en pleno Siglo XXI.
En los últimos años, la concentración de la Tierra se acentúa en manos de capitales y corporaciones extraprovinciales e internacionales, bajo la forma de S.A. (trus, pool, cártel, agrobussines, etc.),profundizando aun más la distorsión económica.
Aquellos pocos criollos devenidos en terratenientes, que heredaron las tierras de sus antepasados, en la mayoría de los casos no han logrado ingresar al mundo de desarrollo capitalista, no legalizaron sus herencias en muchos casos, y fueron literalmente expropiados para pasar a manos de estos nuevos dueños de la tierra formoseña, políticos pobres convertidos en millonarios, extraprovinciales y corporaciones extranjeras son las listas de una minoría privilegiada con todo el poder.
Para muestra basta un botón, la donación a la empresa canadiense LIAC de 40 mil hectáreas por parte del actual gobierno, expresa a las claras el pensamiento político de los hombres que hace más de 26 años administran el Estado provincial.
Cuando lo correcto debió ser la cesión en forma de colonatos, sugerimos bajo propiedad cooperativa a los “sin tierras” aborígenes y campesinos formoseños.
Actualmente la Provincia de Formosa es la más atrasada del país, su aporte al Producto Bruto Interno argentino (PBI), hasta el año 2005, están tan sólo cerca del uno por ciento (1%) lo que vale interpretar un contrasentido económico capitalista.
El 2% de la población posee el 80% de las tierras formoseñas, una minoría acomodada de políticos, empresarios con capitales extranjeros se han apoderado de las hermosas tierras fértiles de este lugar del planeta, en verdad… ¡una verdadera polarización poblacional!
“La tierra es un don de Dios para todos, y no sólo para unos cuantos a costa de los demás”, expresa uno de los documentos realizado por la Iglesia Católica de Guatemala, ante la pobreza de tantos guatemaltecos sufrientes en la inmensidad de la riqueza.
“…una mala distribución de la propiedad, inmensas extensiones de tierra inculta o deficientemente cultivada, hacen de nuestro pueblo un pueblo hambriento, enfermizo, con una alta tasa de desocupados y subocupados, de mortalidad, aunque las estadísticas oficiales intenten que precisa de medidas urgentes, audaces y profundamente innovadoras”
Las voces de pedidos de socorro, de justicia, de tierra para todos se alzan cada vez más en nuestra hoy ya ardiente Formosa, lo que seguirá es también historia conocida, seguramente seremos testigos de ello.
*Miembro fundador de TECNICOOP