Fotografías de Fabrice Saint-Martin
El pasado 21 de octubre ha tenido lugar en Barcelona el acto de presentación de la Proposición No de Ley aprobada a principios del 2010 y que reconoce el papel activo de España en la trata negrera. Una de las grandes impulsoras de esta iniciativa política, Consuelo Cruz Arboleda (coordinadora del Grupo Federal Afrosocialista, PSOE) y el representante de la asociación africana local ETANE, Edmundo Sepa, han sido los principales expositores de la voluntad afrodescendiente y africana de recuperar su memoria y su dignidad. También ha intervenido en el acto el historiador catalán especializado en Historia Americana, Miquel Izard, para denunciar las injusticias que ha padecido el colectivo afrodescendiente a lo largo de la historia y su situación de invisibilidad en Sudamérica. Todos y cada uno de ellos, han coincidido en que la Proposición No de ley abre una puerta esperanzadora hacia la reconciliación y la creación de nuevas iniciativas de desarrollo.
Un crimen sin reparación
“Cuando se habla del pasado americano, se habla de los conquistadores europeos, de los misioneros y administradores, pero no se habla de los africanos”, comenta Miquel Izard antes de destacar otro hecho histórico importante: la trata negrera puede ser considerada el mayor genocidio de toda la historia. Las cifras que se manejan son inimaginables. Más de 20 millones de africanos habrían sido raptados del continente africano y embarcados en dirección de las Américas para responder a las ansias europeas de enriquecimiento. “Por cada africano raptado, morían cinco por culpa de la caza, el trato precario e inhumano y muchas otras barbaridades”, explica el historiador. Las cuentas son escalofriantes: más de 100 millones de personas habrían perdido la vida a lo largo de los 400 años que duró el comercio triangular.
Este negocio que sólo parece haber beneficiado a las economías europeas Edmundo Sepa ha querido presentarlo como “un crimen colectivo sin castigo”. Un crimen en el que han intervenido todos los europeos sin falta. “Cuando el presidente de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) dijo que Cataluña no tenía nada que ver con la trata negrera, ¡se equivocaba!”, sostiene el presidente de ETANE. La evidencia de este último comentario se contempla en uno de los monumentos de la ciudad de Barcelona (situado cerca de la actual sede de Correos) que alaba la memoria de uno de los mayores esclavistas: el marqués de Comillas. Los sindicatos UGT y CCOO, amparándose en la reciente Proposición No de ley sobre la memoria africana, han justamente denunciado la existencia de ese monumento y mostrado su interés para que sea derribado. “Es un insulto a la memoria del pueblo africano”, ha expresado Edmundo Sepa.
Una herramienta para la acción y la reconciliación
Uno de los intereses fundamentales de la Proposición No de ley aprobada es que permite la reivindicación de un espacio para la memoria africana y su dignidad en España. Gracias a ella pueden denunciarse algunos de los grandes atropellos de la historia y generarse otra multitud de iniciativas para visibilizar la acción positiva de muchos residentes africanos o afrodescendientes. Consuelo Cruz la describe como un gran logro de todo el colectivo afro, una herramienta para salir a la calle, reunirse, actuar y reivindicar una historia que pide compensación y reconciliación. Su discurso positivista y voluntarista rompe con el tradicional estigma del que padece el colectivo: “No venimos de víctimas ––expresa ella con humor y energía––. ¡Pero es verdad que, aquí, hay mucho que reparar!”. Algunas de las reparaciones que Consuelo señala aparecen en el texto de la PNL como futuros puntos de discusión y encuentros.
“En todo caso, nuestra acción no sólo puede quedarse en la PNL”, clama la coordinadora del Grupo Federal Afrosocialista. Según ella, es antes de todo un punto de partida para establecer nuevas iniciativas y nuevos retos. Algunos de estos retos son exigir la representación del colectivo africano en el consejo nacional de discriminación, establecer un censo de la población para estructurar ciertas políticas de ayuda, organizar nuevos encuentros de mujeres africanas y afrodescendientes, llevar nuevos proyectos de PNL o facilitar el acceso a ciertos ámbitos económicos o sociales. En definitiva, un paso importante para la conciencia de un colectivo que, en palabras textuales de Consuelo Cruz, avanza a la par de todos y muestra cada día sus ganas de superación y su vitalidad.
Johari Gautier Carmona