EL CRISOL – Pascual Mogica Costa
Yo creo que a estas alturas los españoles se habrán dado cuenta del doble discurso de Mariano Rajoy, se puede hablar también de su doble moral.
No hace falta ser muy inteligente para darse cuenta de que Rajoy, tiene un discurso para los trabajadores y otro para los empresarios, cuando en esto de las relaciones laborales nunca se puede hablar de blanco y negro si no de cuestiones, planteamientos y acuerdos concretos y muy bien definidos para evitar que sucedan cosas que al final ni benefician a los empresarios ni a los trabajadores.
No se puede ir, como va Rajoy, hablando ante los empresarios de una reforma laboral de modo que sea un regalo para los oídos de estos, para, por otro lado, pedir mejoras para la clase trabajadora, exigiendo, porque la derecha nunca propone, siempre exige, una reforma laboral para que al fin y a la postre sea mal aceptada por los empleadores y criticada por el Partido Popular tachándola de mala e insuficiente y que por tanto perjudica a la clase trabajadora. Reforma Laboral en la cual los únicos que salen perdiendo son los trabajadores por cuenta ajena.
Dentro de la “buena disposición” de Rajoy para con los empresarios puedo citar que en la reunión que mantuvo con estos, el pasado día 26, en Santander con motivo del XIII Congreso de la Empresa Familiar. Allí también les regaló los oídos a los asistentes diciendo lo siguiente: “No podemos permitir que la madeja administrativa de tres administraciones ahogue la energía de nuestra sociedad civil. No puede haber tres ventanillas para trámites similares porque aumenta la inseguridad jurídica y, además, es antieconómico”. Esto coincide con aquella intención de Rajoy manifestando que había que hacer una “poda” en la Administración y a la que ya me referí en uno de mis anteriores escritos. Claro, esto último, más lo dicho en el citado Congreso nos da la medida de quien es Rajoy, un personaje que dice que hay que regular y agilizar la administración pública y los trámites administrativos olvidándose de que él fue ministro de Administraciones Públicas y tuvo ocasión de hacer las correspondientes reformas y no las hizo. Como bien dijo Rubalcaba el pasado día 27 en el Congreso de los Diputados con motivo de la sesión de control al Gobierno, el PP solo hace cosas cuando no puede porque está en la oposición, luego, cuando Gobierna, se olvida de todo. De ahí su doble discurso y su doble moral.