EL CRISOL – Pascual Mogi ca Costa
Cuando Mariano Rajoy, esperaba que Zapatero hiciera público el anticipo de las elecciones generales, se ha encontrado con todo lo contrario: Con la remodelación del equipo de Gobierno que dicho sea de paso, en el PP han reconocido que este nuevo Ejecutivo es más fuerte que el anterior.
Hay que reconocer que Rajoy está teniendo más paciencia que el santo Job. Paciencia que puede tornarse en pura y dura ansiedad. Se cuenta, creo que se trata de un chascarrillo más, que en repetidas ocasiones ha ocurrido que cuando su chofer va a recogerlo por las mañanas este le pregunta: ¿A dónde vamos? Y que Rajoy rápidamente le responde: ¡A La Moncloa! ¿A La Moncloa señor? Le pregunta el chófer un tanto extrañado. No, a La Moncloa no, vamos a la sede, a la calle Génova, le aclara presto el preboste popular, al propio tiempo que se pregunta asimismo: ¿En que estaré pensando yo?
Rajoy está tan obsesionado con el anticipo de las elecciones que si no se controla le va a reportar serios problemas de salud y tener que pasar a depender de ansiolíticos y otros fármacos antidepresivos para intentar eludir un estado de ansiedad y de depresión agudo. Hay que comprender la situación en que se encuentra Rajoy. Mantenerse como presidenciable en sus circunstancias debe ser muy duro. Si las encuestas le dan a su partido un margen de diferencia muy significativo a él las encuestas cada vez se le dan peor. Vamos, que la gente no lo ve como presidente del Gobierno. Que no reúne las cualidades necesarias. Á‰l sabe que esto no le favorece en nada, al contrario es consciente de que le perjudica bastante ya que por ello no solamente está cuestionado por los votantes sino por sus propios compañeros de partido. Por tanto sabe que la espera no le favorece, aún a pesar de la lenta solución de la crisis, y que, paradójicamente, el tiempo juega en su contra. De ahí su obsesión por que las elecciones se celebren cuanto antes. Es la única entrada por donde él ve la posibilidad poder “colarse”.
Hasta tal punto está Rajoy en tela de juicio que hace pocos días dijo que las medidas adoptadas por Zapatero, perjudican a la clase “media”. La gente, cruel y despiadada, ya le ha sacado punta a esta frase y dice que si Rajoy llega a la presidencia del Gobierno sus medidas perjudicarán a la clase “entera”. A todos. Es que somos malos, muy malos.